Paternalismo de estado que siempre ha sustentado las artes, que se acabe ya: Susana Alexander

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. Susana Alexander y su trayectoria de 56 años en el teatro, televisión y cine mexicano están en Oaxaca y responden a la pregunta de qué hacer frente a un recorte federal a cultura de 2500 millones de pesos incluidos dentro un recorte general al gasto público de más de 27 mil millones de pesos para el 2017 a dos meses de empezar.

“Hay que sacarlos, hay que volvernos laicos. Separar a la cultura del estado, igual que al estado de la  iglesia”.

Responde la reconocida actriz, frente a un panorama cultural mexicano en el que cultura y estado siempre ha estado en sintonía en lo correspondiente a becas, apoyos y subsidios, aunque sea los más mínimos

“Ese paternalismo falso del estado, que siempre ha estado paternalmente sustentando a las artes, que se acabe ya”, proclama la actriz sentada en conferencia de prensa en el escenario del majestuoso Teatro Alcalá.

“Hay que empezar a educar a la gente, la educación artística debería de empezar desde las escuelas. Siempre habrá teatro y baile y canto. Siempre va a ver porque el hombre lo necesita, es una expresión natural”.

“Lo que no hay que esperar es que nos mantenga el gobierno. Ya que no nos mantenga,  al público, a ese es al que hay hacer consciente. Nos tiene que ayudar, apoyándonos con  nuestro trabajo y pagando por vernos. ¿Si usted paga el bolillo, porque no va pagar por la presentación de alguien  que está realizando su labor artística?”.

Alexander dice que hoy la gente que se dedica a la expresión artística en México debe empezar ya de una vez por todas a buscar y determinar el cómo poder levantar sus propios fondos. Subraya que a la hora de salir al extranjero no son los políticos los que representan a este país

“Nos representan todos los artistas, todas las exposiciones. La cultura es un bien inmaterial  y en ese sentido los políticos solo están posibilitados para hablar de cifras, no del ser humano y la belleza”

Susana Alexander  estuvo en Oaxaca este 29 de octubre para presentar en el Alcalá la obra Las mujeres no tenemos llenadera, a beneficio del programa de trasplante de riñón. Del que resalta un caso muy cercano, el de su compañera actriz Blanca Sánchez, fallecida hace seis años por un mal hepático que requirió uno de los mencionados trasplantes.

“Lo que no sabía es el que riñón trasplantado se tiene que cambiar cada siete años, como si fueran autopartes” resalta Alexander sobre un esfuerzo de bien social que incluye al Hospital de Especialidades de Oaxaca.

“Usted no había nacido cuando vine por primer vez a este recinto”, le dice la actriz a una muy joven reportera que le ha preguntado sobre su sentir por estar en el centenario teatro oaxaqueño.

“Luego vine otras dos veces. Luego no nos lo daban. Le hicieron mas cirugías que no sé a qué actriz, lo remodelaron, lo volvieron a poner”.

“Me toco ir al Álvaro Carrillo dos veces  que ahora ya lo dejaron morir, dejan morir los teatros. Esto no puede ser, estos son lugares de reunión para la sociedad”.

“Recorremos el  país con nuestro trabajo y hay teatros increíbles, nuevos, a los que regresas cuatro años después y ya están en la ruina porque nunca les dieron para el mantenimiento”.

La actriz se declara feliz de poder volver al Macedonio Alcalá, comenta, por poner una cantidad , que un teatro como el Alcalá podría comprender 17 millones de pesos en reparaciones , pero que los gobernadores prefieren invertir esa cantidad en hacer famosos banquetes para invitados celebres.

“Es peligrosísimo” dice la actriz respeto a la profunda fosa para la orquesta que separa al escenario de las gradas

“En los teatros modernos hacen una plataforma para que no se mate la gente como me voy a matar yo hoy. Cuando vienen una presentación musical, se retira”

“Usted no pidió los 17 millones de pesos, ¿o no se los dieron?” le dice la actriz al coordinador general y restaurador del teatro, Esteban San Juan, quien la acompaña en la conferencia.

“Están las reparaciones para subir el foso de abajo, pero ya habrá un gobernante que atienda esta situación” expresa el funcionario con cierto dejo de tristeza.

La actriz pasa entonces a una abierta crítica a los métodos de lucha de la magisterial y oaxaqueña sección, señala que a su parecer los maestros de la 22 se la pasan “haciendo pintas, fastidiando el turismo  y fastidiando a toda la ciudadanía”.

“Ni les importa su ciudad, ni su vida, ni nada” dice sobre los maestros oaxaqueños la veterana interprete, tal vez ajena a que ahora quienes están manifestándose y movilizándose en la ciudad  de Oaxaca en búsqueda de respeto a sus prestaciones laborales,  ya no son tanto los maestros, sino los médicos y las enfermeras.

De su Luna del Auditorio, otorgada en magno evento la semana pasada en reconocimiento a su trayectoria, la actriz dice que le “supo a desvelada”.

“Aquí  tuve a Miguel Bose” dice la actriz mientras coloca su frente a su cara para dejar claro su punto. “De lo que me di cuenta es que hoy el rocanrol está en manos de puros viejos, igual que yo de jodidos. Los Rolling Stones, por favor, a este paso todos vamos a acabar en un hospital de especialidades porque ya se nos rompió la cadera

“Lo de Yuridia y Rio Roma estuvo padre, pero no prendieron a la gente. Ni tampoco Margarita la Diosa de la cumbia, la gente andaba, vaya usted a saber cómo”.

“Vengan, porque yo ya no vengo mañana” dice la actriz sobre la petición de un reportero para invitar a la gente en vivo a su presentación desde su celular, agrega que si se va a tardar otros 25 años en volver al Alcalá, es mejor que la gente se vaya apurando.

“Ya no los tengo, ya no hay en mi futuro otros 25 años. Así que vienen o vienen”. Recomienda la intérprete mientras hace un recuento de sus actuaciones favoritas en telenovelas, obras de teatro y películas, a lo largo de más de cinco décadas de carrera.

“En telenovelas, Mañana será otro día, Lucia sombra, Chucho el roto, que fue muy larga y fue la primera telenovela en colores. En teatro, Punto y coma, Yo soy una buena abuela madre suegra judía,  Las cuatro estaciones, Yo madre, yo hija, en fin hay varias”.

Dice la actriz mientras recuerda que próximamente estrenara la obra Instrucciones para una muerte feliz. Del cine dice que no ha hecho mucho, pero resalta a la reciente El cumple de la abuela. Cinta que ya están en Netflix  y de la que informa que al parecer habrá una segunda parte, La Boda de la abuela.

De las nuevas plataformas de entretenimiento la actriz de 73 años dice que no sabe nada. “Las que le entienden a eso son mi hija y mi hijo,  yo apenas llegue al cable”.

“Lo que si veo es que está cambiando mucho la televisión, menos mal. Debería ser como en Estados Unidos con productoras independientes que no nada más sean las productoras de las televisoras”.

“Va a cambiar mucho la televisión, está muy competitiva ahora, ya no son nada más los monopolios. Y que bueno por eso, que haya para todos”, dice la actriz sobre un medio en el que se desarrolló buena parte de su vida profesional

Susana Alexander aclara que cuando le preguntan cuánto quiere ganar, ella responde que no es que cuanto quiera ganar, sino que cuanto necesita ganar, que es muy diferente.

“Yo trabajo por necesidad, pero con felicidad. La pasión la tengo “aclara la actriz asegurando que la gente en México a veces cree que todos los actores son millonarios y han acumulado las grandes fortunas.

“No, aquí es de levántate y anda”,  recuerda que la legendaria actriz Carmen Montejo le dijo una vez al público al termino de una obra en la que ambas compartieron escenario, “Gracias por sus aplausos, son el alimento del artista”

“Yo me voltee y le dije, no mamá Montejo, yo voy al carnicero y le digo usted no sabe cómo me aplaudieron anoche, pero de cualquier manera me cobra”.

Justo cuando la sincera locuacidad de Susana Alexander amenaza con contagiarnos a todos, la actriz, considerada en su momento como una de las mejores intérpretes de este país,  tiene que retirarse para la preparación de la obra que está por presentar. Aunque antes, no se va sin aclarar su razón principal para seguir saliendo a un escenario después de 56 años.

“Yo no me alimentó de esto, yo vivo de esto. Una servidora y 22 perros”.