Por NotieSe
Según estimaciones obtenidas por investigadores de diferentes partes del mundo tras revisar 751 estudios sobre diabetes alrededor del mundo, 422 millones de adultos en todo el mundo tenían diabetes en 2014, frente a los 108 millones registrados en 1980.
De acuerdo con el estudio Tendencias mundiales en diabetes desde 1980: un análisis de 751 estudios de población con 4.4 millones de participantes, la prevalencia mundial (normalizada por edades) de la diabetes casi se ha duplicado desde 1980, pues ha pasado de 4.7 por ciento a 8.5 por ciento en la población adulta, lo cual supone un incremento en los factores de riesgo conexos, como el sobrepeso o la obesidad.
En la última década, la investigación indica que la prevalencia ha aumentado en mujeres de 5 por ciento a 7.9 por ciento y en hombres de 4.3 a 9 por ciento y que la diabetes ha aumentado más deprisa en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos.
En 2012, refiere el artículo publicado en The Lancet, la diabetes provocó 1.5 millones de muertes y un nivel de glucosa en la sangre superior al deseable provocó otros 2.2 millones de muertes, al incrementar los riesgos de enfermedades cardiovasculares y de otro tipo.
De estos fallecimientos, 43 por ciento ocurren en personas con menos de 70 años. El porcentaje de muertes atribuibles a una glucemia elevada o la diabetes en menores de 70 años de edad es superior en los países de ingresos bajos y medianos que en los de ingresos altos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la diabetes es un trastorno metabólico que tiene causas diversas; se caracteriza por hiperglucemia crónica y trastornos del metabolismo de los carbohidratos, las grasas y las proteínas como consecuencia de anomalías de la secreción o del efecto de la insulina. Con el tiempo, la enfermedad puede causar daños, disfunción e insuficiencia de diversos órganos
Se conocen dos tipos: la 1, que se presenta en la niñez o la adolescencia y los pacientes necesitan inyecciones de insulina durante toda la vida, y, la 2, que aparece, por lo general, en la vida adulta y está relacionada con la obesidad, la inactividad física y la alimentación malsana. Es la forma más común de diabetes (alrededor del 90 por ciento de los casos en el mundo) y el tratamiento puede consistir en cambios del modo de vida y baja de peso, medicamentos orales o incluso inyecciones de insulina.
Para los investigadores participantes en el estudio, si la tendencia de nuevos casos de diabetes continúa como hasta el momento, el objetivo global de reducir la prevalencia de diabetes para 2025 a los niveles de 2010 es poco factible debido a que sólo habría una probabilidad menor al uno por ciento para hacerlo.
América
De acuerdo con el Informe Mundial sobre la Diabetes, una de cada doce personas -62 millones- viven con diabetes en el continente americano. El número se triplicó desde 1980, y la enfermedad es actualmente la cuarta causa de muerte en la región, después del infarto, el accidente cerebrovascular y las demencias. Si no se toman medidas, se estima que casi 110 millones de personas tendrán diabetes para 2040. La variante más común es la tipo 2.
En América, más de 60 por ciento de la población tiene un peso por encima de lo recomendado, en gran parte resultado de cambios en el estilo de vida relacionados con el desarrollo y la globalización.
Por otro lado, el reporte muestra que las personas con diabetes pueden llevar una vida larga y saludable si se detecta a tiempo y es bien manejada. En las Américas, sin embargo, en algunos países hasta el 40% de los que padecen diabetes no lo saben, y entre el 50 y el 70% no alcanzan un control adecuado de la glucemia.
Recomendaciones
“La mejor forma de prevenir la diabetes es que las personas sigan una alimentación saludable, evitando sobre todo los alimentos ultraprocesados –altos en calorías y pobres en nutrientes- y las bebidas azucaradas, y realicen actividad física en forma regular para mantener un peso saludable”, afirmó Carissa F. Etienne, directora de la OPS, oficina regional para las Américas de la OMS. Sin embargo, Etienne aclaró que la prevención de la diabetes “no es solo una responsabilidad individual” e instó a los gobiernos a adoptar políticas y medidas eficaces para “hacer que la opción saludable sea la opción más fácil de tomar”.