El Paraíso está en los detalles: George Mead Moore

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Por Rodrigo Islas Brito

“El paraíso puede ser algo que te suceda de un momento a otro, no ese algo que siempre estas posponiendo para el futuro en donde te dices que tu vida va a cambiar”.

Para el pintor neoyorkino radicado en Oaxaca, George Mead Moore el tomar un café en la mañana es parte esencial de su vida, y ese momento de paraíso necesario para enfrentar el día.

El retratar ese momento lo llevó a la exposición Café Paraíso, a inaugurarse este 18 de marzo en la galería Quetzali, donde el artista renueva ese placer creativo que lo ha llevado a décadas de labor pintando plantas.

“Llevo muchos años dibujándolas. Casi siempre con un tratamiento enfocado a la –bicemetria-, una especie de espejeo”

“No lo había aplicado hasta ahora a la pintura, porque una cosa es el dibujo blanco y negro, sencillo y gráfico. Y otra cosa es la pintura que requiere de tonos, colores y texturas”.

Moore comenta que trabajó sobre fotos de cafetales para lograr la simetría deseada. Como punto de partida de esa complejidad que le fascina en una composición pictórica

“Fractales, mantras, caleidoscopios. El arte del Tíbet, las pinturas budistas de los Himalayas con verdes, rojos. De formas cuadradas y rectangulares”

Son las fuentes de inspiración de esta serie empezada hace años y terminada apenas el año pasado.

“La simetría y la naturaleza debieron ser el origen de la decoración. Un neandertal que manchó su mano con algún tipo de pintura y se dio cuenta de que se veía fabuloso si la estrellaba una y otra vez contra la pared”.

Al público que asista a ver su nueva obra, Moore le recomienda que se pongan a disfrutar los detalles, pues Dios está en ellos.

“La inteligencia del ojo humano también. La fruta, la hoja esa sombra que las provee a las dos de otros tonos”

“Espero que de alguna manera logre transmitirle al espectador ese proceso tan gozoso que me llevó a hacer la obra”

Respecto a si estos son retratos de una naturaleza viva, George anuncia que al final no está tan viva, mientras aclara eso con un toc- toc sobre uno de los huecos lienzos de los nueve cuadros.