El Zumbido del Moscardón: Disonancia Cognitiva 

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Francisco Alejandro Leyva Aguiar

Dice el tumba burros que la Disonancia Cognitiva “hace referencia a la tensión o desarmonía interna del sistema de ideas, creencias y emociones (cogniciones) que recibe una persona que tiene al mismo tiempo dos pensamientos que están en conflicto o por un comportamiento que entra en conflicto con sus creencias”.

A parte de su esquizofrenia paranoide, López puede estar en una disonancia cognitiva aguda, porque -dijera Noah Harari- su yo “narrador”, está en serio conflicto con su yo “experimentador”, en pocas y resumidas cuentas no tiene conectado el cerebro con la lengua y por eso dice una cosa y hace otra, toda vez que la parte de su cerebro al que le toca actuar, es justificada por la parte de su cerebro que le toca narrar, de ahí su imperio de “los otros datos”.

Voy a citar a Yuval Noah Harari en la página 333 de su libro Homo Deus en un ejemplo que escribe sobre esta lucha interna de un cerebro en conflicto: “En 1999 el gobierno de Escocia, decidió ordenar la construcción de un nuevo edificio para albergar el Parlamento. Según el plan original, las obras iban a durar dos años y a costar 40 millones de libras esterlinas. En realidad duraron 5 años y costaron 400 millones de libras”.

“Cada vez que los contratistas topaban con dificultades y gastos imprevistos, se dirigían al gobierno escocés y pedían más tiempo y dinero. En todas esas ocasiones el gobierno se decía -bueno, ya hemos invertido 40 millones de libras en esto y quedaremos completamente desacreditados si lo interrumpimos ahora y acabamos con un armazón a medio construir, vamos a autorizar otros 40 millones de libras en esto-, seis meses después ocurría lo mismo.

¿Alguna similitud con el AIFA, el Tren Maya o Dos Bocas?, Andrés no puede aceptar que se equivocó porque sería tanto como reconocer que es un estúpido y ese lujo no se lo puede dar frente a sus seguidores que creen en él como “en una lámpara de inagotable aceite” -dijera el chiapaneco Jaime Sabines- y menos en momentos electorales donde “el cliente y el votante tienen la razón”, de acuerdo al humanismo.

Podría imaginarme a una persona que compró una podadora porque estaba en barata, pero no tiene ni patio ni jardín, reconocer que se equivocó en la compra, es reconocer que es un estúpido.

El lado narrador del cerebro del peje, reacciona ante la evidencia de su estupidez y trata de justificar los hechos con dichos que tergiversan la realidad, por eso asegura que “el AIFA va muy bien”, aunque sea un elefante blanco que no ha resuelto para nada la saturación del AICM y que además nos está costando a todos los mexicanos, millones de pesos en subsidios cada mes.

Por eso mismo, inauguró Dos Bocas el 2 de Julio de 2022, porque esa fecha se impuso él mismo y, aunque la refinería no haya procesado un solo litro de petróleo ni esté terminada al cien por ciento, López la inauguró porque si no, iba a quedar como lo que es, un mentiroso compulsivo. Su retórica entonces está intacta, el dijo que la inauguraría, no que iba a refinar petróleo en esa fecha…

Seguro estoy que “llueva, truene o relampaguee” -así lo dijo López-, el tren maya va a ser inaugurado por el peje en diciembre de este año, como lo prometió, aunque por los rieles de esa obra que es un atentado a la ecología, no circulen ni ratas. La promesa es inaugurarlo, no que funcione.

Y claro, lo mismo pasa con el presupuesto. Si ya le invirtió 8 mil millones de dólares a Dos Bocas y no se terminó ¿por qué detenerse ahí y reconocer que se equivocó?, eso lo haría quedar como un estúpido, entonces ya lleva gastados más de 20 mil millones de dólares en una obra que nadie pidió y aunque para millones de mexicanos, sea 20 mil veces más estúpido.

Con el AIFA y el tren maya pasa exactamente lo mismo, la disonancia cognitiva del peje le impide aceptar su estupidez y gasta dinero para compensar sus errores, el problema serio, es que el dinero no es suyo, sino de todos los mexicanos que, en vez de un tren, una refinería o un aeropuerto inservible, queremos más seguridad pública, más salud púbica, más educación pública.

Y bueno, si la disonancia cognitiva, la esquizofrenia y la paranoia del peje son un desastre para México -eso ya lo superaremos en 2024- el verdadero problema de país, es la disonancia cognitiva de 15 millones 157 mil 137 electores que votaron a favor del López en el ejercicio de revocación de mandato. Ellos saben que Andrés hace las cosas con los pies, pero siguen creyendo en él.

¿Habrá me pregunto, un remedio, pastilla, píldora, inyección, suspensión, hierba o algún artilugio que cure la disonancia cognitiva de esos ingenuos?, por el bien de México y de todas las naciones, espero que sí.

@leyvaguilar
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