Detrás de la noticia: Justicia con respeto a DH, sin manipuleo político ni social

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Alfredo Martínez de Aguilar.

 A pesar de su juventud, la Directora de Derechos Humanos del Consejo de la Judicatura del Poder Judicial del Estado de Oaxaca, Estefanía Altamirano Jiménez, tiene muy claro el reto.

Urge acercar la justicia a la gente con respeto a los derechos humanos. El compromiso del

titular del Poder Judicial, Raúl Bolaños Cacho, es no encubrir violaciones a los derechos humanos.

No podemos permitir el manipuleo político o social. Trabajamos con la libertad de las personas. Tenemos que buscar ante todo la justicia. No podemos dejar de ponernos en sus zapatos.

Este compromiso no tiene que ver con lo que ganamos ni con el presupuesto, tiene que haber un compromiso real con la sociedad, subraya, entrevistada en el programa “Detrás de la Noticia”.

Una tarea prioritaria es quitar la idea errónea que los derechos humanos solamente se encargan de proteger a los delincuentes, precisa a través de Canal Gente Libre www.canalgentelibre.mx

Cometer un delito no te aleja de los derechos humanos. Tampoco significa que en este caso el Poder Judicial actuará para beneficiar a un delincuente. Es una imagen totalmente equivocada.

Egresada de la Universidad Iberoamericana Puebla con diplomado en políticas públicas en

Perspectiva de Género por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y por el ITAM.

Así también, la licenciada Estefanía Altamirano Jiménez tiene el diplomado en Protección

Internacional de Derechos Humanos por la Universidad Pontificia Comillas, en Madrid, España.

La Dirección de Derechos Humanos del Consejo de la Judicatura nace con la reforma constitucional de 2011, para garantizar que los justiciados y no justiciables, accedan a éstos.

El nuevo reto que tienen las mujeres es involucrar a los hombres en todas las cuestiones de género y, sobre todo, en la visibilización de la problemática social que enfrentan las mujeres.

El Poder Judicial de Oaxaca amplía sus esfuerzos para que las sentencias se hagan con

Perspectiva de Género, es decir, que tomen en cuenta las condiciones de las mujeres.

Es imperioso dejar atrás los estigmas sociales, la discriminación y algunos comportamientos machistas que persisten en el estado, a pesar de los grandes avances que se han tenido.

Las sentencias deben buscar la igualdad, de acuerdo a las condiciones socioeconómicas, culturales que las mujeres tengamos y que cada uno de los casos se trate individualizadamente.

Que no se juzgue a una mujer como si fuera un caso general, sino que se vea en cada caso qué la llevó a cometer un delito, si realmente se cometió o no y en qué tipo de delito incurrió.

Debemos retomar estos esfuerzos y alzar la voz como ciudadanos, servidores públicos, medios de comunicación, para que esto sea realidad. Los esfuerzos que se hacen aún son insuficientes.

Necesitamos que estos esfuerzos estén legislados y que tengan un impacto ascendente. Tuvimos ya reuniones con las diputadas y diputados para adecuar la legislación vigente a la fecha.

Especialmente para que las mujeres tengan acceso a posiciones de poder, porque se dice que hay inclusión, sin embargo, las mujeres aún no tienen acceso real a posiciones y niveles de poder.

Necesitamos hacer cambios desde la educación, que se mama en el seno del hogar, y desde la

escuela, para entender que el hecho de ser mujer no nos beneficia tanto como sí nos afecta.

Mas allá que las mujeres fomenten y permitan el machismo, el principal problema es que

algunos comportamientos se han naturalizado. Urge visibilizar la violencia y el machismo.

Por eso, se han emprendido campañas como He for She, Día Naranja, que muchas personas

critican porque una de sus actividades es vestirse de naranja, algo aparentemente intrascendente.

La campaña empieza a abrirnos los ojos, poco a poco. Es visibilizar que está pasando en la

sociedad y por qué nuestros ojos están puestos en estos cambios contra la violencia machista.

Apuesta mucho al programa de audiencias penitenciarias. Es un acercamiento directo para

conocer la situación real de cada una de las personas privadas de su libertad en los penales.En los tres primeros meses han recibido un total de 184 quejas de diferentes penales a los que han asistido y de éstas ya hay 15 personas que han podido acceder a las medidas cautelares.

La prisión no es el mejor medio para resguardar la seguridad de una persona, se puede hacer  a través de multas, de firmas semanales, mensuales. Si no es necesario, no deben estar presas.

Coadyuvan con jueces, personal de la Dirección de Derechos Humanos, Visitaduría, Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca y con el Patronato de Reinserción Social.

El objetivo fundamental es que los presos sepan que como Poder Judicial las actuaciones se dan de acuerdo a la ley y que en algunos casos puedan tener la esperanza que podrán salir libres.

Y que no sean olvidados. Estar privados de su libertad, no significa que dejen de ser personas con derechos humanos que deben respetarse, y apoyarles para que  puedan reintegrarse a la sociedad.

En los 90 días que llevan en funciones han recibido 63 quejas iniciadas por la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca con la cual coadyuvan siempre y están coordinados.

Del total de quejas 16 están en espera que se concluyan por haberse subsanado las probables violaciones a los derechos humanos y a las 37 restanmtes, se les da el debido seguimiento.

La mayoría de las quejas que reciben son en cuanto a dilación de justicia, que no se hagan peritajes, que no hay traductores, pero con este nuevo equipo de trabajo poco a poco se ha podido avanzar.

Pidió a los oaxaqueños no quedarse callados, que sepan que en la Dirección de Derechos Humanos del Poder Judicial tienen un compromiso real que la justicia sea para todos y accedan a ésta.

Están comprometidos para que el respeto a los derechos humanos sea realidad, para que no crean que solamente se va quedar en el papel si no que realmente van a ser escuchados y habrá justicia.

Estefanía Altamirano demandó a las mujeres que confíen en ellas mismas, que emprendan un esfuerzo de solidaridad para  unirse entre amigas, familiares y se fortalezcan y se empoderen.

Las mujeres deben ser escuchadas para que la situación de vulnerabilidad cambie, tienen la fuerza y pueden hacer grandes cosas. Es cuestión de alzar la voz, de levantarse y de recurrir a todas aquellas personas e instituciones que les puedan ayudar en este esfuerzo.