Fogonero: ¿Se mexicaniza Oaxaca Capital?

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El hermano mudo del Chapo Guzmán llega a Oaxaca y ya están las voces que señalan que esto será el principio del fin. Que el estado se llenará de narco, como si no lo estuviera lleno ya. Como si no hubiera habido ya periodistas ejecutados por el narcotráfico o como si la defensoría de los derechos humanos del pueblo de Oaxaca no se hubiera visto hace unos meses obligada a cerrar su oficina en Tuxtepec ante actos de violencia perpetrados por el crimen organizado.

Miguel Ángel Guzmán Loera, el Mudo, hermano del delincuente mas celebre y huidizo en la historia de este país llegó y fue trasladado ya al penal federal de Mengolí, Miahuatlán, llegando a hacerle compañía a otras celebridades como Héctor Beltrán Leyva, El H, quien en el 2009 asumió el mando del cartel que forma sus apellidos a la muerte de su hermano Arturo Beltrán Leyva, acaecida en un enfrentamiento con elementos de la Marina Nacional.

Siendo arrestado el año pasado cuando se hacía pasar por un empresario queretano en San Miguel de Allende, Guanajuato. 
A este plus del penal miahuatleco se suma la inclusión del 42, también conocido como Omar Treviño Morales, y líder durante un buen rato del grupo criminal Los Zetas.

Además de Mario Armando Ramírez Treviño, el X-20, último líder del Cártel del Golfo, Mario Núñez Meza, “El M-10”, jefe de Gente Nueva, el grupo paramilitar de el Chapo en Chihuahua, y Mario Antonio García Simental, El Chris, operador de los Arellano Félix.
Así como Salvador Martínez Escobedo, La Ardilla, ex operador de los Zetas y señalado como el principal sospechoso de la matanza de 72 migrantes en San Fernando, Tamaulipas, en agosto de 2010.

Lo que se cree es que no solos los narcos estarán en Miahuatlán, al parecer desde septiembre de este año, sino también sus familias, sus bandas criminales, sus enormes alcances económicos.

Ya están las voces que hablan que esto reactivará la economía de Oaxaca Capital, toda la región de los Valles Centrales y la Sierra Sur, con la compra de terrenos e inmuebles.

Con una proliferación de fraccionamientos residenciales, hoteles, restaurantes y agencias automotrices, las cuales devendrán finalmente en levantones, secuestros, extorsiones y pagos de derecho de piso.

Este posible escenario a los habitantes de la Verde Antequera nos puede sacar ronchas de tan solo escucharlo, pues hasta ahora, la ciudad de Oaxaca, no el estado, que ya tiene tanto narco asesinando en sus calles como el que más, se ha mantenido a salvo del escenario de violencia extrema y sangrienta de una proliferación de balaceras y ejecutados como pan de cada día.

Hasta ahora la calidad de vida, por lo menos en el ámbito de seguridad, en Oaxaca se mantiene todavía optima, al menos en comparación a otros ciudades del norte y del centro de País donde sus pobladores han tenido que aprender y sobrevivir entre colgados, extorsiones por cualquier motivo y la asunción de la violencia más salvaje y abyecta.

Si está calma chicha está por acabar es una cosa que está por verse, pues las ejecuciones extrañas de funcionarios (por llamarlas de alguna sutil manera) empiezan ya a proliferar en los pueblos y las periferias aledañas a la ciudad, y los feminicidios siguen escalando niveles históricos

Desde hace un rato los rumores sobre Miahuatlán y los alcances de una vida eclipsada por la criminalidad se han empezado a hacer presentes.

Al final, si está mexicanización de la ciudad de Oaxaca está verdaderamente en marcha y sin retrasos, será una cosa que en términos reales no podrá parar nada, ni nadie.