Alfredo Castillo Cervantes, nuevo titular de la Comisión Nacional del Deporte (CONADE) es señalado por su responsabilidad en la ejecución y asesinato de 16 personas, que fueron ultimadas por elementos de la Policía Federal el pasado cinco y seis de Enero en Apatzingan, Michoacán.
Hechos que en su momento Castillo, en su cargo de Comisionado para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán, explicó como que los muertos eran autodefensas y que “prácticamente todas las personas fallecidas pudieron haber sido ultimadas por sus propios compañeros por un tema de fuego cruzado.”
“Masacre de Apatzingán #FueronLosFederales”, es el título del reportaje televisivo de la periodista Laura Castellanos, presentado por Aristegui Noticias, Proceso y Univisión, en el cual se relata como la madrugada del seis de enero, policías federales dispararon contra el plantón de un centenar de personas pertenecientes a la Fuerza Rural de Michoacán apostados sin armas en el Palacio de Gobierno de Apatzingán.
Los inconformes protestaban por la disolución de su grupo de Autodefensas, el G-250, grupo el cual según el reportaje de Castellanos, fue creado por el mismo Alfredo Castillo en su propósito de agarrar a Servando Gómez “La Tuta “.
En algún momento a punto de terminar la madrugada un grupo de policías federales llegó disparando a los manifestantes, en el reportaje se muestra grabaciones de cámaras de seguridad que registran a docenas de personas desarmadas huyendo de la andanada de disparos.
Al día siguiente, a las siete de la mañana del seis de enero los detenidos de la noche anterior fueron llevados en una caravana de vehículos oficiales que surcaba Apatzingan, según versiones de testigos con heridos y arrestados que clamaban por auxilio.
Entonces un grupo de civiles quisieron liberarlos armados con palos, pero fueron atajados por las balas expansivas y de ametralladora M60 de las fuerzas federales.
El saldo del enfrentamiento según Castillo Cervantes y su versión de que las personas fallecidas fueron alcanzadas por fuego amigo entre civiles, fue de ocho muertos por fuego cruzado, un atropellado y 44 personas que en el plantón fueron detenidas con cargos de asociación delictuosa y posesión de armas de fuego ilegales.
Lo que en realidad pasó según el reportaje de Castellanos, fueron un montón de crímenes de lesa humanidad cometidos por un cuero de seguridad del mismo Estado.
“Al grito de maten a esos perros” fue como víctimas y testigos dicen que la policía federal comenzó a ejecutar a civiles desarmados, con ninguno de los manifestantes portando las armas largas que, según testimonios, después les sembraron.
El reportaje de Castellanos apunta que se reconstruye a través de los testimonios grabados de 39 personas, los testimonios de 12 de los 44 detenidos de la primera balacera y de siete sobrevivientes de la segunda balacera , un representante legal, ocho testigos civiles, y seis familiares de las víctimas que presenciaron los hechos. Todas y todos, por temor a represalias, pidieron no ser identificadas con sus nombres.
Equipo del Hospital Ramón Ponce de Apatzingan aseguraron que los heridos que atendieron tenían disparos que se realizaron a corta distancia con marcas que apuntan a una ejecución.
Producto de una balacera de civiles que se lanzaron a enfrentar a los federales y retrocedieron a puro fogonazo, con una camioneta balaceada con siete jóvenes portadores de limón, menores de veinte años, donde según testimonios, tres de ellos, se desangraron por casi una hora.
“Era muy triste, parecía como si se estuvieran consolando, estaban vivos y se tomaban el hombro uno a otro.”
En el reportaje se puede ver que uno de los jóvenes movía el brazo sin ser auxiliado y que hay distintas fotografías de tres de los cadáveres en distintas posiciones y distancias, lo cual da idea de coreografía a la que los sometió la versión oficial de los Federales.
“No están tiroteando los federales, se nos acaba de morir un compañero aquí en las manos. Nos vamos a quedar a morir mientras llega el apoyo.”
Es otro de los testimonios registrado en el mismo instante de los sangrientos hechos,
También se puede ver a la familia Madrigal acostados juntos en el pavimento, con los esposos cubriendo con sus cuerpos los costados
“Y gritaban las muchachas, porque era un muchacho, su esposa, una hermana y otros dos que iban en la camioneta.”
“Y gritaban no tiren no tiren, estamos desarmados, Y luego lloraban y luego gritaban y luego lloraban.”
Cuenta un vecino en el reportaje, otro complementa con el relato del final de los Madrigal, con los federales quienes se acercaron a ellos al ver que no les estaban tirando.
“Los masacraron, los hicieron pedazos.”
En el video se puede ver como la familia Madrigal quedó abrazada con múltiples perforaciones de proyectil y restos de carne desgarrada. También se puede ver la imagen donde un grupo de jornaleros sacan un muchacho con un disparo en el pecho refugiado en un restaurante.
En el Hospital, los testimonios narran que los heridos llegaron con heridas que eran boquetes, que uno tenía destruido el recto y el coxis, que otro tenía un tiro de gracia en el cerebro, que ninguno sobrevivió.
Tal vez teniendo que ver en eso que a la Federal se les ocurrió trasladarlos a hospitales que estaban a dos horas y media de Apatzingan.
Ayer domingo, en el programa deportivo de horario estelar de Televisa, En la Jugada, el conductor Javier Alarcón entrevistó a Alfredo Castillo Cervantes, interrogándolo sobre su nueva faceta de ministro deportivo (“de combatir narcos, a impulsar atletas”, dictaba el titular de un periódico nacional)
Al preguntarle Alarcón sobre cómo piensa negociar con los empoderados directivos de confederaciones deportivas mexicanas, el antiguo comisionado aseguró que les va a aplicar el mismo poder negociador que le aplicó a los autodefensas.
Los directivos deportivos mexicanos no se han pronunciado al respecto todavía.
