Los pillos del Verde Ecologista

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GENARO ALTAMIRANO

La discreta incorporación al gobierno estatal del deudor alimentario José Elpidio Altamirano López, representa más que una falta a la misma palabra de Salomón Jara. Evidencia un plan electoral en el que el Partido Verde Ecologista se convertirá en una puerta giratoria para convertir a viejos priístas en nuevos cuadros de Morena, rumbo a una coalición en los comicios del 2024.

Y como en 2012 con el Pacto por México, en donde se habrían repartido entre partidos 404 millones de pesos, el proyecto salió de la casona de Arrayanes, en Bosques de Las Lomas, de la Ciudad de México. Lo suscribe el mismo alquimista electoral, el responsable de la tenebra politica en los últimos 24 años y autor de los peores males de Oaxaca: José Murat Casab.

El proyecto pone al senador Raúl Bolaños Cacho Cué como cabeza de playa de la avanzada electoral. Quién no más que él, que se acercó con iniciativas a modo a Andrés Manuel López Obrador y que, oportunista, supo aproximarse a Salomón Jara en la coalición a la gubernatura.

Se trata de una alianza entre Morena, el Partido Verde y una parte del PRI. El Revolucionario Institucional sólo será membrete de quienes puedan pagar sus candidaturas a Alejandro Avilés Álvarez y de quienes puedan alcanzar posiciones plurinominales. Así que los priístas que sobran y que guardaron presupuesto desde la administración anterior, podrán incorporarse con operatividad en las campañas de Morena.

En ese proyecto, el segundo al mando es el diputado federal y delegado con funciones de dirigente estatal del Verde, José Estefan Gillesen, amigo personal, compadre y cómplice de Elpidio Altamirano, el número tres de la avanzada. El resto de los “cinco fantásticos”, como les gustan que les digan, son Eva Diego Cruz y Samuel Gurrión. Todos ávidos de cargos en el nuevo gobierno.

Estefan Gillesen es hijo del dos veces destripado aspirante a gobernador de Oaxaca, José Antonio Estefan Garfias. En 2016, con la alianza PAN-PRD-MC, perdió ante Alejandro Murat en las elecciones, en la que también fue derrotado Salomón Jara como candidato de Morena por primera vez. Y antes, en 2004, José Murat le arrebató la candidatura del PRI, a pesar de ser el delfín de Diódoro Carrasco Altamirano. Hoy su hijo sirve a los intereses de sus antiguos enemigos, los Murat.

EL PILLO ALTAMIRANO

Para trepar en la política, Elpidio Altamirano se acercó a los Villacaña y a los Bolaños Cacho. También se supo aproximar a José Antonio Estefan Glissen, quien lo nombró el 31 de agosto de 2020 secretario de procesos electorales, previo al Proceso Electoral Ordinario 2020-2021.

La confianza permitió a Elpidio el compadrazgo con Estefan, quien también lo hizo encargado provisional de la dirigencia del Verde, cuando éste estuvo en la campaña a diputado federal y hasta que asumió el cargo, el 30 de agosto de 2021. Hoy se sabe que Estefan, descendiente de libaneses, se hizo pasar como indígena para lograr la curul.

Como dirigentes, Estefan y Elpidio cometieron abusos como la misoginia y violencia de género y política contra Ana Karen Ramirez Pastrana. Ella los denunció penalmente por amenazarla a través de anónimos y redes sociales, además laboralmente, por despedirla de manera injustificada.

También fueron señalados por los malos manejos de las finanzas del partido, al grado de que el 10 de junio del año pasado una empresa de publicidad promovió un embargo a las oficinas del Verde, para garantizar el pago de 4 millones de pesos, por campañas pasadas. Para evitar que llegarán notificaciones, desde una semana antes sacaron el mobiliario y abandonaron el lugar.

Asimismo, se les acusa a Elpidio y Estefan de no rendir cuentas de las prerrogativas del Verde desde el 2018. En 2019, dispusieron a su gusto de 9 millones 945 mil 251.11 pesos. En 2020, se gastaron 10 millones 528 mil 706.20 pesos, mientras que en 2021 manipularon 11 millones 981 mil 190.27 pesos y el año pasado 10 millones 351 mil 181.84 pesos.

Son en total 42 millones 806 mil 329.42 pesos que manejaron a su antojo y sin rendir cuentas. En promedio justificaban cerca de 900 mil pesos mensuales del partido que tomaron como patrimonio personal.

Al no poder sostener una votación del tres por ciento de las preferencias electorales, el Verde perdió el registro en Oaxaca y hoy ni el partido nacional puede sostenerlos

De ahí la urgencia de convertirse en el partido rémora de Morena, como antes lo hizo con el PRI. Murat Casab ha visto que ese el medio para seguir medrano en la política de Oaxaca y que siga apoyando a su hijo Alejandro en su absurda aventura en los comicios del 2024.

Y como primer paso, la urgencia de incluir a José Elpidio Altamirano López en el gobierno de Salomón Jara. Para ello desplazaron a Fredy López Placencia, de la Coordinación de Planeación y Evaluación para el Desarrollo Social de Oaxaca (Copeval), a pesar de que el gobernador apenas había nombrado a éste el 3 de diciembre pasado. Solo le permitió cobrar cinco quincenas y lo corrieron de manera vergonzosa.

Porque el 20 de marzo, de manera oculta, el mismo gobernador designó funcionario a Elpidio Altamirano, a pesar de que aún aparecía en la lista de deudores alimentarios.

Y es que el representante del PVEM ante el consejo local del Instituto Nacional Electoral (INE) fue denunciado por incumplir con el pago de la manutención de su hijo.

El 18 de agosto de 2021, activistas feministas y madres de familia oaxaqueñas lo denunciaron públicamente, aunque el verdecologista dijo que no existía ninguna demanda, a pesar del expediente 367/2021. Mintió y todavía se atrevió a ir a amenazas a la madre de su hijo, Matheo, de entonces ocho años de edad.

El 15 de octubre, Elpidio se presentó al juzgado civil que lo requería para hacer un pago de la pensión y excusó su falta con que no lo dejaban ver a su vástago. Ese mismo día, las activistas rralizaron una clausura simbólica a los juzgados familiares del Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca, una quema de “expedientes” y colocaron un pene de cartón para representar la “justicia fálica”.

En el grupo Deudores Alimentarios Oaxaca en facebook afirmó enronces que Altamirano “se siente influyente ya que se casó con la hija de Jorge Villacaña, diputado local y (entonces) presidente de la Comisión Permanente de Gobernación y Asuntos Agrarios de la LXIV Legislatura.”

Para cubrir las formas y no la ley, Elpidio pagó los 20 mil pesos de retroactivo que tenía pendiente como deudor alimentario, según informó la activista Diana Luz Vásquez el 21 de febrero, un día después de haberse conocido su nuevo encargo. Diana Luz, quien promueve la Ley Olimpia, informó que el pago lo había hecho el nuevo funcionario “en las últimas horas”.

De acuerdo al Código Familiar, la Dirección del Registro Civil no puede quitar nombres del Registro de Deudores Alimentarios Morosos no solo a quien pague su deuda, sino hasta que presente un documento del juzgado que conozca del caso.

Apenas la semana pasada, el gobernador anunció que no se permitiría que ningún funcionario con deuda alimentaria pueda llegar al cargo. Se refiere al paquete de reformas a la Constitución Política de Oaxaca promovido el uno de febrero, a través del cual se atiende el compromiso de vigilar el cumplimiento de este derecho que brindará seguridad a un nivel de vida adecuado para el desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social de los menores de edad en todo el territorio oaxaqueño. Con su nuevo funcionario se ha omitido este requisito de ley.

Hasta ahora, el deudor no ha mostrado el documento que lo salve de ser deudor, por lo que la activista se excedió cuando le desea que “ahora sí, que le vaya bien” en su nueva función.

También Elpidio es violentador de mujeres por otro caso. Fue denunciado civil y penalmente por el ataque a la exdiputada Aurora López Acevedo, quien por cierto fue secretaria de transporte de José Murat.

Según la denuncia, el 5 de diciembre de 2021 tendría que ser publicada la convocatoria
para la renovación de la dirigencia estatal del PVEM. Conforme a los requisitos, ésta sería publicada en
un diario de mayor circulación, pero Elpidio Altamirano lo hizo en un medio inexistente.

Ante la chicanada, la transportista quiso registrarse para dirigir el partido y por ello se presentó el 10 de diciembre en las oficinas del partido, ubicadas en la calle de Rayón1106, en el centro de la ciudad de Oaxaca, en compañía de la notaria pública número 68, donde fue atacada por la espalda. Un sujeto le gritó: “¡Perra maldita ya suelta al partido!” y la empujó, ocasionándole lesiones en rodillas y brazos, por las que tuvo que ser hospitalizada, dada su fragilidad de salud, por la que fue asistida con oxígeno artificial.

El agresor, asienta la denuncia, se identificó como MarcoAntonio en una llamada telefónica que le hizo a Aurora, y le dijo que la conocía por ser trabajador en los camiones del transporte. El sujeto le confesó que fue contratado por Elpidio Altamirano para cuidar junto con otros guardias de
seguridad el domicilio del Verde, diciéndole que no permitiera la entrada de nadie “a costa de lo que fuera”.

La exdiputada también presentó una queja por violencia política en razón de género ante elIEEPCO, señalando a Elpidio y a José Antonio Estefan de violentar mujeres.

Con todo este rosario de denuncias, Elpidio Altamirano se incorpora a la 4T de Oaxaca. Es sólo un peón en el tablero, pero el ajedrecista sabe que va a coronar el año próximo.

La treta electoral para agremiar priístas a Morena es sutil como el aroma de un asesino que busca cautivar y envilecer a sus víctimas. El Verde, como Jean-Baptiste Grenouille, protagonista de la obra literaria de Patrick Süskind, El Perfume, se da cuenta de su necesidad de ser amado y respetado. “Por primera vez en su vida (nos dice el autor) se dio cuenta de que no tenía un olor propio. Se dio cuenta de que siempre había sido nadie para todos. Lo que ahora sentía, era el temer su propio olvido. Era como si no existiera.” De ahí su necesidad de crear una infusión milagrosa que atrape al publico, luego de nacer entre lodo y olor a pescado, aunque en su empeño desaparezca para siempre.