Alfredo Martínez de Aguilar
La inseguridad y brutal violencia se ha convertido en creciente bola de nieve que amenaza convertirse en avalancha que arrase todo a su paso en una orgía de sangre con muertos y heridos.
En esta espiral de dolor, rabia e impotencia, se afecta la vida y la integridad física, pero también el patrimonio personal y familiar en los asaltos y robos en la vía pública, en el negocio y el hogar.
Es condenable que la complicidad de las bandas de delincuentes con jefes y comandantes de las corporaciones policiacas, y los ejecutivos de bancos y tiendas comerciales les garantiza impunidad.
En los últimos días varias mujeres oaxaqueñas han denunciado formalmente ante el Ministerio Público y en las redes sociales que han sido víctimas de asaltos y robos en los centros comerciales.
Lo mismo ocurre en la cadena Wal-Mart que en Sam’s Club y Chedraui. Al igual que en el caso de los bancos existe la fundada presunción que gerentes y su personal son cómplices de los ladrones.
La presunción se fortalece por el desinterés y falta de apoyo de los gerentes a los clientes robados en las tiendas, al negarse a ver de inmediato los videos de las cámaras de seguridad, identificar y pedir auxilio a la policía para detener a los probables responsables.
El modus operandi es el mismo en las tiendas de las cadenas comerciales Wal-Mart, Sam’s Club y Chedraui, tres asaltantes roban en los pasillos a mujeres que acuden a realizar sus compras solas.
Urge la intervención de las corporaciones policíacas municipales y estatales preventivas, y ministerial de la Agencia Estatal de Investigaciones dependiente de la Fiscalía General del Estado.
El viernes 9 de diciembre por la noche Ira Velasco acudió a comprar bacalao y otros productos para las fiestas de fin de año a Walt-Mart de Macroplaza Oaxaca en Santa Lucía del Camino.
El mismo día Delfina Prieto acudió sola a Sam’s Club a realizar la compra de diversos productos y al querer pagar no tenía su cartera, por lo que inmediatamente se retiró para cancelar sus tarjetas.
En el pasillo de detergentes el carrito de un hombre chocó con el de Ira y no le dejaba pasar, pidió que se moviera, lo que hizo cuando dos jóvenes ya estaban en el pasillo y no le dejaban pasar.
Por fin los carritos se destrabaron, el hombre le dijo algo sobre su carro y cada quien tomó su camino y al ir al área de cajas para pagar se dio cuenta que en su bolsa no estaba su billetera.
Pensó que la había olvidado en su automóvil y salió rápidamente hacia el estacionamiento. Al llegar a su auto su billetera no estaba ahí y al revisar su bolsa tampoco estaba su celular.
Regresó a Wal-Mart y dijo a una mujer con un radio de comunicación que le habían robado, esta llamó a un encargado, a quien informó lo que pasó y pidió que revisaran los videos de las cámaras.
El encargado aceptó, después dijo que el monitorista había salido a comer y, posteriormente, se negó a mostrar las cámaras diciendo que fuera a levantar denuncia ante el Ministerio Público.
Pero extrañamente el encargado le ofreció la ayuda de un abogado a quien supuestamente llamó y este nunca llegó. Habló con el policía que vigila la entrada y le dijo que él solo cuida la puerta.
Después de cuestionar y acusar al encargado que están en complicidad con los delincuentes dijo que los videos se pueden ver, siempre y cuando se haga la denuncia ante el Ministerio Público.
Tras denunciar en redes el robo, personal de Wal-Mart se comunicó con Ira Velasco y le pidieron el ticket de compra como prueba, a sabiendas que no pudo comprar porque robaron su billetera.
Y al decirles que ellos encubren y protegen a los delincuentes se molestaron por sus acusaciones. Ya interpuso la denuncia en el Centro de Orientación, Denuncia y Determinación Inmediata.
La víctima demanda que el agente del Ministerio Público Alberto Mejía Vásquez integre debidamente la Carpeta de Investigación 42227/CODDI/OAXACA/2022 y la consigne al Juez.