El gran reto en nuestro estado: la salud de las y los oaxaqueños

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Javier Chávez

Con la creación del nuevo organismo nacional de salud denominado: Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS BIENESTAR), se espera que, en breve, en nuestro estado se puedan atender a cerca de 2.7 millones de oaxaqueñas y oaxaqueños que no cuentan con seguridad social; esto a través de la transferencia de recursos materiales y humanos que los estados realizarán a este nuevo organismo.

¿Qué quiere decir esto? Que los estados destinarán en breve: patrimonio, bienes muebles e inmuebles, personal y demás activos con que cuenten, con la finalidad de pasar a formar parte de este nuevo organismo. Tarea nada fácil de lograr, ya que, tal y como pasó con el INSABI, el primer paso tendrá que ser poner ”la casa en orden”; censar y cuantificar con qué se cuenta, en qué condiciones y la factibilidad de su transferencia a este organismo.

Realmente aún falta mucho trecho que recorrer y, mientras tanto, no podemos poner en riesgo el factor más importante: la salud de las y los oaxaqueños. Es por ello, que esta tarea se avizora titánica, sobre todo con el gran déficit presupuestal y financiero que los Servicios de Salud de Oaxaca tienen, mismos que rondan los 13 mil 300 millones de pesos, cifra que durante el gobierno de Alejandro Murat, aumentó drásticamente un 138.5%; lo cual vuelve en una verdadera desvergüenza, la mentira de un “Modelo Oaxaca”, que a todas luces se mira como un total fracaso.

Las cifras ahí están: para el 31 de noviembre de 2016, los Servicios de Salud de Oaxaca tenían un déficit de 4,561.3 millones de pesos. Dicha cifra aumentaría estrepitosamente en el lapso comprendido del 1º. De diciembre del 2016 al 1º. De agosto del 2022, periodo en el que Murat ha fungido como ejecutivo estatal y cuyo déficit sexenal ha sido de 6,319.2 millones de pesos, a los cuales se sumarían los 2,437 millones de pesos del convenio realizado con el ISSSTE, a pagar en 15 años. Una cantidad exagerada de dinero si tomamos en cuenta la deficiente atención a la salud que recibimos las y los oaxaqueños en todo el estado.

A toda esta ecuación tendríamos que añadirle las 52 unidades médicas inconclusas que hay actualmente a lo largo y ancho de Oaxaca, debido a que muchas de ellas se comenzaron a construir atendiendo a “compromisos políticos”, más allá de ser tomadas las verdaderas necesidades de la gente. Y otro tanto derivado de la verdadera inoperancia e inexperiencia de quienes que han pasado como titulares de esta dependencia, que pretendían venderle “espejitos” a los gobernadores en turno, careciendo de la respectivas CLUES, certificaciones, viabilidades, etc. y presentando irregularidades desde el comienzo de las obras.

Repito, el reto parece complicado, pero estoy seguro que, en esta nueva estapa para Oaxaca, hay la capacidad y sensibilidad para afrontarlo. El nuevo gobierno estatal tendrá que poner la casa en orden, sin titubeos, no prestándose al chantaje de varios sindicatos que solo han funcionado como cómplices de los gobiernos corruptos antecesores y que ahora están sumidos en este gran problema.

A propósito del tema, el sindicato mayoritario de salud, la Sección 35, está actualmente en el proceso de renovación de su dirigencia estatal, hoy se ven las grandes mantas, volantes, gorras, playeras, medios impresos y digitales, haciéndole promoción a un candidato de nombre OMAR LÓPEZ SÁNCHEZ, que por alguna razón está en pleno dispendio de recursos para poder suceder a la actual dirigencia. Habría que revisar a ese candidato y a los delegados que lo acompañan, quienes hoy se hacen de recursos, se contratan obras y se asignan plazas para familiares y amigos. Esto ya no se puede sostener más a costillas del dinero público. Ojalá que quienes participen en este proceso, tengan en cuenta que con su silencio y omisión, también se es cómplice de los malos manejos en el sindicato, repercutiendo en la salud de Oaxaqueñas y Oaxaqueños.

El brindar servicios de salud con calidad, eficiencia y de manera digna es una tarea que, en ese horizonte lejano, no es imposible, pero requiere de un liderazgo comprometido que pueda sacar adelante, por el bien de todas y todos, el fortalecimiento de este nuevo organismo IMSS- BIENESTAR y, solo así,  poder ir sanando la salud pública de los chantajes sindicales, desvíos de recursos, déficit financiero y corrupción.