DETRÁS DE LA NOTICIA: Miles de asesinatos de mujeres y periodistas, el déficit de AMLO

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Alfredo Martínez de Aguilar

Las agresiones, desapariciones y asesinatos de mujeres, pero especialmente de periodistas, se ha convertido en una especie de política pública, de hecho, de Morena y del Gobierno de la 4T.

“Maten al mensajero para acallar el mensaje”, pareciera ser la consigna oficiosa a las bandas del crimen organizado y de los cárteles del narcotráfico en los municipios, ciudades y 32 entidades.

Una vez más señalamos que Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia, que escriben los medios de comunicación, como el Presidente con más desapariciones y asesinatos de periodistas.

No obstante, reconcentrar facultades metaconstitucionales el Presidente permite que la impunidad en el gobierno de la 4T siga bañando de sangre de mujeres y periodistas  a México.

A pesar que los periodistas no somos los enemigos a vencer, el Primer Mandatario, no Mandante, un día sí y otro también fomenta la polarización de los mexicanos y el odio contra los periodistas.

El discurso de odio cotidiano de las mañaneras es el caldo de cultivo para exacerbar el resentimiento de sus seguidores y volcarlo en contra de los inermes periodistas mexicanos.

La terca realidad que termina por imponerse contradice “con otros datos” la presunción del presidente López Obrador sobre la supuesta reducción de la incidencia delictiva en México.

Como parte de su cuarto informe de gobierno, hizo mención de 20 puntos que consideró como “una apretada síntesis” de su mensaje a la nación, entre los que destacó la baja en los delitos.

Sin embargo, durante los 4 primeros años de desgobierno de López Obrador suman en total  66 periodistas asesinados con 91 por ciento de impunidad. Este año hasta agosto van 16 y contando.

La orgía de la inseguridad y brutal violencia continúa invadiendo Oaxaca y México. El baño de sangre de periodistas aumenta cada vez más su caudal; es ya un torrente incontenible.

En los últimos dos años Oaxaca contabiliza 18 casos agresiones a periodistas. En ningún caso hay avances en las carpetas de investigación de la Fiscalía General para castigar a los responsables.

Los casos más recientes son las agresiones a los reporteros Mario Romero y Álvaro Cuitláhuac López, en la Cámara de Diputados por parte de pobladores del municipio de Santa Inés del Monte.

Los habitantes que bloquearon los accesos del Congreso del Estado para protestar por falta de apoyos son manipulados por el diputado local de Morena Horacio Sosa, dirigente de Comuna.

Horacio Corro denunció que su libertad de expresión es amenazada por el Gobernador electo Salomón Jara, por señalar el mal manejo de recursos de la ex edil de Huajuapan, Juanita Cruz.

Condenamos estas y todas las agresiones, desapariciones y asesinatos de mujeres y periodistas. Al mismo tiempo, demandamos que no queden impunes como hasta ahora ocurre lamentablemente.

Por ello, es sumamente trascendente la decisión de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) de otorgar los premios de Excelencia Periodística 2022 a los periodistas asesinados este año en México.

 

E homenaje post mortem tiene un doble mensaje; por un lado, de condena a las atroces conductas que ponen en peligro el ejercicio de las libertades que derivan de la libre expresión en  el periodismo.

 

Es un urgente llamado a restituir la seguridad y convivencia social que se ha perdido en México. Ojalá que la histórica determinación de la SIP ayude a restablecer la seguridad para periodistas y todo el país.