Pueblos indígenas de Oaxaca rechazan terminal ferroviaria en zona lagunar

0
190

Aristegui Noticias

Pueblos zapotecas e ikoots (huaves) asentados en territorio istmeño de Oaxaca a través de organizaciones sociales y activistas comunitarios rechazaron el megaproyecto industrial ferroviario llamado “Patio de maniobras” a cargo de la empresa Interoceánica, como parte del Corredor Transístmico que promueve el gobierno federal y que se pretende construir en zona de humedales de la costa istmeña que abarcará la localidad de San Mateo del Mar hasta el punto sacro “Cerro Igu”, al norte con un cerro llamado “Dani guesa” en Ciudad Ixtepec y finalmente llegará hasta las orillas de la laguna superior.

Los representantes comunitarios de las comunidades de Álvaro Obregón, San Dionisio y San Mateo del Mar, además de Juchitán, integrados por organizaciones defensoras de la tierra y el territorio manifestaron en reunión de medios que el rechazo a esta megaobra afectará además de un polígono de 250 hectáreas de zona manglar también 372 especies de aves y 81 aves endémicas.

Señalaron que las organizaciones defensoras de la tierra y el territorio como la Asamblea de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Territorio de Álvaro Obregón, San Dionisio, San Francisco y San Mateo del Mar y Pescadores Libres así como organizaciones solidarias del Istmo encabezadas por la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra y el Territorio, la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo, Guardianes del Mar, Centro de Derechos Humanos Tepeyac, Red de Defensores Comunitarios del Estado de Oaxaca, entre otras más, rechazan rotundamente todo proyecto que se realice en esta zona porque afecta la vida y el territorio, además de que se trata de una imposición porque no hay consulta conforme al convenio 169 de la OIT.

Explicaron que un representante de la empresa Transoceánica llegó a la comunidad de Álvaro Obregón y les comunicó de la megaobra que pretenden llevar acabo el cual consiste en un patio de maniobras o una terminal ferroviaria que serviría para el ascenso y descenso de productos provenientes de Asia, pero a cambio acabarían con 250 hectáreas de mangle, además de un centro ceremonial donde anualmente pescadores se reúnen para venerar a sus ancestros.

“Nos quieren exterminar, eso es, por eso que llegan a nuestro territorio y quieren acaparar estas tierras que el 90 por ciento son comunales y sólo el 10 por ciento corresponden a la propiedad privada, aquí mantenemos una defensa de la tierra desde 2012 cuando intentaron imponer un parque eólico sobre la Barra Santa Teresa, desde ese momento estamos defendiendo la vida y nuestros recursos naturales, aquí privilegiamos la pesca y una vida digna, solo eso”, replicó Pedro López, miembro del Consejo de Ancianos de Asamblea Comunitaria de Álvaro Obregón.

Pedro López abundó que estas empresas eólicas y ahora el gobierno federal lo que pretenden es acabar y exterminar la vida comunitaria de los pueblos indígenas, pero no lo logrará porque la vida se defiende con la palabra y los hechos y por eso es que están enviando un mensaje de qué no permitirán que ningún proyecto se establezca en su zona porque daña la vida natural, en este caso será a los mangles y aves.

Por su parte, Benito Canales, defensor comunitario y representante de la Comisaría de Bienes Comunales de San Mateo del Mar, recalcó que la central ferroviaria es una noticia nueva y que es lamentable que el sistema de la “4T” promueva proyectos donde no se tome en cuenta la voz de los pueblos indígenas, en este caso los ikoots y los zapotecas.

Recalcó “primero los pueblos y el pueblo manda”, por lo que es triste que se hagan las cosas a espaldas.

“Nosotros lo único que pedimos es el respeto a nuestros derechos, a nuestras tierras, a todo lo que poseemos, aquí no hacemos daño a nadie cuando defendemos nuestro mar, nuestras aves, por eso exhortamos a López Obrador a que nos escuche y entienda que el rechazo es para conservar la vida natural”, agregó.

Estas agrupaciones y pueblos indígenas de Oaxaca llevan más de una década articulados, primero para impedir el ingreso de megaproyectos eólicos que en 2012 lograron la cancelación de un parque eólico propiedad de Mareña Renovables y ahora mediante la organización “El Istmo es Nuestro” han rechazado todo proyecto que tenga que ver con el Plan Transístmico que promueve el gobierno del presidente López Obrador en esta zona sur de Oaxaca.