Perdió refinería de Salina Cruz $3,897 millones tras incendio y sismo de 2017

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Virgilio Sánchez/RIOaxaca

Oaxaca de Juárez. La suspensión de operaciones de la refinería de Pemex “Antonio Davalí Jaime”, durante más de tres meses, en el año 2017; generó pérdidas por más de 3 mil 897 millones de pesos al erario público.

La Auditoría Superior de la Federación (ASF) señaló que en ese año, se registraron dos incidentes que obligaron a Petroleos Mexicanos a parar su producción en esa instalación: el primero fue el incendio suscitado el 14 de junio de 2017; y el segundo, el terremoto de septiembre.

“Debido a los siniestros sufridos en la refinería Salina Cruz por la inundación e incendio en la casa de bombas, en junio 2017, y el sismo de 8.2 grados en septiembre del mismo año, ésta no operó durante 108 días, lapso en el que dejó de procesar 27.8 millones de barriles de crudo, con un impacto económico en las ventas de 3,897.09 mdp”, expuso.

En los resultados de la auditoría número 503-DE aplicada a la “Gestión Financiera y Operativa de la Refinería Salina Cruz, presentados por la ASF esta semana, se expuso que la producción se desplomó en más del 60 por ciento.

De los 583 mil 200 barriles que estaban previstos por la petrolera para los últimos 4 meses de 2017 (agosto -diciembre), solo alcanzó 229 mil barriles.

Incluso, la Auditoría reveló que al momento de la revisión física de las instalaciones, realizada en noviembre de 2018, el segundo tren de refinación seguía sin operar; a pesar que estaba comprometido ponerlo en marcha el 24 de noviembre de 2017.

El 14 de junio de 2017 se registró un incendio en la casa de las bombas, al interior de la refinería “Antonio Dovalí Jaime”, provocada por un fuga de combustible y la inundación de las instalaciones a causa de las fuertes lluvias suscitadas en esa temporada.

En la atención de esta conflagración perdió la vida el bombero Martín Alberto Balderas; empleado de la empresa paraestatal.

Tres meses después, se registró un sismo magnitud 8.2, con epicentro en Pijijiapan, Chiapas; sin embargo, la zona más afecta fue la región del Istmo de Tehuantepec. Esta contingencia provocó la suspensión de operaciones de la refinería.