Amenaza ‘Harvey’ a refinerías de Texas

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Reforma.

Ciudad de México. Los mayores temores de las refinerías de Texas ante el paso del huracán “Harvey” son las inundaciones y los cortes de energía.

Una crecida del mar de 3.6 metros podría llenar de agua salada las terminales y las refinerías costeras, mientras que 63 centímetros de lluvia en la próxima semana podrían dejar las instalaciones inundadas durante días.

La Costa del Golfo alberga a casi la mitad de la capacidad de refinación de Estados Unidos.

¿Qué pueden hacer las refinerías para minimizar el riesgo? Algunas están desactivando lentamente sus plantas en anticipado para evitar interrupciones repentinas como resultado de la inundación y los cortes de energía, que pueden causar estragos en los delicados equipos que contienen grandes volúmenes de químicos inflamables.

“No es un acontecimiento predecible”, dijo John Auers, vicepresidente ejecutivo de la consultora de energía Turner Mason & Co.

“Es por eso que algunos toman la precaución de suspender las operaciones por completo”.

Los parques de tanques de almacenamiento, grupos de gigantescos cilindros que contienen petróleo, gasolina, diesel y otros compuestos, también corren peligro por la inundación. Los tanques pueden colapsar e incluso salir flotando si la inundación es lo suficientemente grave.

Para tratar de minimizar los posibles daños, los operadores podrían llenar los tanques para que no se muevan en varios centímetros de agua, dijo Auers. Es un riesgo para las instalaciones aunque “habitualmente el agua se escurre bastante rápido”. Todo trabajo de mantenimiento debe suspenderse, agregó.
5 millones de barriles

Las refinerías de la Costa del Golfo que se hallan en la trayectoria de la tormenta procesan casi 5 millones de barriles de petróleo por día.

Alrededor de 1 millón de barriles diarios de capacidad de refinación de crudo y condensado ha sido desactivado en Texas por compañías entre las que se cuenta Valero Energy, de acuerdo con las declaraciones de las empresas, comunicados del Gobierno y personas con conocimiento de la situación.

Aproximadamente el 10 por ciento de la producción de petróleo del Golfo de México también ha sido suspendida.

Royal Dutch Shell interrumpió la producción y aseguró su instalación de Enchilada Salsa en el Golfo debido a las restricciones a la refinación y el procesamiento dispuestas en previsión del huracán “Harvey”, informó la compañía el jueves.

Suspender las operaciones total o parcialmente es una decisión que depende del criterio de cada uno, señaló Auers. Reiniciarlas puede ser más engorroso que permanecer en actividad durante una tormenta, dependiendo de cuál sea su gravedad. Las plantas están construidas para soportar el viento y las crecidas por tormentas, añadió.

Después de un huracán Categoría 3, las operaciones pueden tardar de dos a tres semanas en volver a la normalidad, según Andy Lipow, presidente de la consultora Lipow Oil Associates LLC en Houston.

Ello se debe a la combinación de los daños causados por el viento, los cortes de energía y las inundaciones. También puede ser difícil que los trabajadores vuelvan a las instalaciones si la tormenta ha dejado daños mucho más extensos a su paso.

El factor más importante es tener suficiente personal de emergencia alistado si algo sale mal, dijo Auers.

Aunque no prevé que “Harvey” interrumpa las operaciones durante mucho tiempo, las compañías no pueden permitirse ser complacientes respecto a tener sus sistemas de emergencia preparados, señaló. Lo saben por la experiencia con tormentas pasadas como Katrina y Ike.

“Están preparadas”, aseguró.

“Sólo hay que esperar a ver qué pasa”.