El 911 y la necesidad de establecer una cultura de las llamadas de emergencia

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. Este tres de octubre entró en funciones en el estado de Oaxaca la línea de emergencia 911, la cual viene a sustituir al 066  y 060, quienes desde la década de los noventas se habían significado como las líneas de emergencia a las que millones de oaxaqueños hablaron, muchas y muchos de ellos, sin encontrar respuesta.

“La verdad es que he denunciado asaltos, ataques armados hacia otras personas que me ha tocado presenciar. Pero nunca ha llegado ningún policía, o si han llegado, han llegado tarde”.

Comenta en plática informal Víctor Balderas, de profesión gestor cultural, asegurando que un buen tip para llamar a los números de emergencia y que tu petición o denuncia sea en verdad atendida es reportar que algún policía está siendo sometido por un agente externo.

“Una chica salió de un antro en notable estado de ebriedad. Yo en ese momento estaba en la esquina tomando un taxi, y cuando vi un grupo de chavos empezó a rodear a la chica intentando convencerla de que se fuera con ellos. La chava apenas si podía caminar y tampoco podía resistirse”.

Narra Balderas, y suelta la frase con la cual la policía municipal cayó en cascada en una calle al sur del Centro Histórico. “Les dije, se están madreando a dos de tus elementos, y cuatro minutos después la calle por sus dos lados estaba llena de efectivos policiacos en motocicletas, camionetas y patrullas. Al final treparon con todos los chavos a las camionetas, les ordenaron mantenerse pecho tierra, y a los que se resistieron los policías se pararon sobre ellos”.

Un antiguo colaborador del servicio 066, que pide expresamente el anonimato, detalla algunas de las cosas que aprendió y que atestiguó por su paso por las líneas de emergencia estatales.

“La gente no sabe para qué sirve una línea de emergencias, a veces reportan cosas que en realidad no son emergencias. Como que hay muchos perros en su calle, digo la policía no va a ir a arrestar perros. O que hay coches obstruyendo el portón de su casa, o que su celular está bloqueado, o que hay tiendas que están anunciado ofertas afuera de su casa con el estéreo a todo volumen”.

“Todo esto entorpece mucho la labor, porque si les dices a la gente que lo suyo no es una emergencia, se enfurecen, te amenazan y te piden que los pases con tu superior”.

El entrevistado detalló que este tipo de falsas alarmas  llevan a casos como uno “muy curioso” que le tocó presenciar.

“Llamaron reportando que en un lugar muy transitado de la ciudad, una persona estaba empujando una moto de manera sospechosa. Que la moto estaba apagada y que el cuate  estaba sudando la gota gorda al jalarla. La policía dijo que seguramente era una broma o que si era cierto, era probable que la moto estuviera descompuesta”.

“Después como a las dos horas, un señor llamó y dio el lugar de ubicación del reporte. Dijo que le habían robado su moto. La cual ya no apareció”.

El entrevistado comentó que su salida de las líneas de emergencia se debió a que lo corrieron por recorte de personal, además de que una de sus últimas experiencias le pareció particularmente difícil, aunque se trate de un caso que resultó en una historia de éxito.

“Reportaron a una chica embarazada que se quejaba de dolor en el vientre. Se hizo el reporte, acudieron los policías al lugar y encontraron a un bebé recién nacido tirado en la banqueta. Uno de los policías dijo que no había tiempo de esperar a la ambulancia, así que lo cargó y lo abrigó con su chamarra. Se lo llevaron y se encontraron a medio camino con la ambulancia”.

Aseguró que de no haber respondido a esa llamada de forma inmediata, el recién nacido probablemente hubiera muerto. Detalla todo como si se tratara de un reporte de hechos.

Comentó que el sistema de llamada de emergencias, ahora con un número universal, es falible o exitoso en el sentido de que está completamente ligado a la capacidad de respuesta de las corporaciones policiacas.

“Hay casos que no fueron tan exitosos”, comenta. El entrevistado considera que la nueva línea de emergencia universal 911, tiene el reto de optimizarse y crear una  verdadera cultura para el uso adecuado de la misma.

“Es que hay que gente que habla y reportan que la están siguiendo, que localices  su iPhone y te cuelga. No sé, piensan que esto es una serie gringa o algo así. O también se molestan porque les preguntes muchas cosas sobre el origen de su emergencia, pero no se dan cuenta que no lo haces por fregar, sino porque a veces las emergencias pueden tener implicaciones legales o requiere de un tipo de ayuda especifico”.

Finalmente dijo que sobre sus experiencias hubo algunas que fueron mucho más frustrantes, pero puntualiza que no quiere dar detalles.

“Quedamos que solo hablaríamos de lo que se pudiera contar. Tuve experiencias algo fuertes en mi paso por las líneas de emergencia. Por eso ahora que ya no trabajo ahí, casi hasta di las gracias”.

Por último consideró que antes que una línea universal de emergencias operando en 16 estados del país, lo que se debería primero mejorar en México, es el servicio que prestan  las corporaciones policiacas.