Siguen en el enredo por presa Rompepicos; aparecen presuntos prestanombres

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca.

Oaxaca de Juárez. Leslie Jiménez Valencia vino a rescatar el interés de la sesión legislativa de este jueves con sus revelaciones sobre las anomalías que comprenden la propiedad de la presa Rompepicos, cuya desatención y abandono está poniendo en peligro la seguridad y las vidas de habitantes de por lo menos cuatro colonias de la ciudad capital del estado, según denunció.

La diputada panista reveló frente al pleno legislativo que el hoy subsecretario de la Secretaria de Desarrollo Social (SEDESOL) Eviel Pérez Magaña es el dueño del domicilio al cual llegó la notificación del juicio que vecinos de presa siguen contra el dueño del predio Julio César Espinoza Adame, quien de comprar en 2012 un predio en terreno federal (establecido así desde 1973) en quince mil pesos, ahora, según Jiménez, pretende venderlo en setenta millones de pesos.

Este descubrimiento sugeriría, como ya dan cuenta hoy diversas versiones periodísticas que Pérez Magaña, señalado hace unos meses por el periodista Diego Osorno de ser dueño junto con el exgobernador, Ulises Ruiz de una serie de negocios y, donde Espinoza Adame sería su presunto prestanombres.
La panista quien ha estado desde hace tres semanas macheteando sobre el caso, presentó como pruebas diversos documentos y las escrituras del predio, del que aseguró que hoy los vecinos aseguran que se encuentra cercado por perros y personas armadas.

De las escrituras acusó contubernio de notarios y autoridades para poder escriturar como propiedad privada un terreno donde se encuentra asentada una presa cuya tarea es contener la bajada del agua del río San Felipe o Jalatlaco, el cual nace en las alturas a casi 3 mil 100 metros sobre el nivel del mar, por lo que una tormenta puede aumentar en menos de una hora la totalidad de su caudal, con la potencial amenaza de arrasar con personas y casas en un posible desbordamiento en tiempo de lluvias.

La denuncia de la legisladora panista fue el punto más notable de lo que fue una sesión gris y expedita en la que la 62 legislatura está ya tan mal económicamente a unas semanas de concluir funciones, que parece no haber ya una sola copiadora en el recinto y oficinas del palacio legislativo que tenga tóner.

Así lo hizo ver a los reporteros que cubren la fuente personal de la dirección de comunicación social, pues por primera vez en los tres años de legislatura no hubo posibilidad de contar con una orden del día de los puntos que comprenderían la sesión en marcha por la falta de fotocopiadora que pudiera cumplir con el trámite.