Acusan a SECULTA de robarse proyectos culturales y de no dar una

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Por Rodrigo Islas Brito

“Los que tenemos iniciativas privadas y con resultados –sea en la ciudad, en los pueblos, en las colonias, en los museos, en los barrios o en los centros culturales– nos da pavor que SECULTA se nos acerque y se vaya a robar nuestras iniciativas. Nos da pavor que SECULTA nos vaya terminar ocupando para la foto, la campaña o la justificación de su ineficiente y mediocre contabilidad. Nos da pavor porque vemos a SECULTA como el Rey Midas pero al revés: lo que toca no lo convierte en oro, lo vuelve mierda”.

Define sobre la Secretaría de las Culturas y las Artes de Oaxaca, Nathanael Lorenzo Hernández, Director del Instituto Intercultural Calmécac, en una especie de misiva publican que desde ayer ha empezado a circular por las redes sociales.

Acusando que la Secretaría de Alonso Aguilar Orihuela “se roba proyectos, les cambia de nombre, los trata de ejecutar”, y después al no lograr concretarlos, “se declara incompetente”.

Titulada por Lorenzo como, “SECULTA… el cadáver que cancera la cultura en Oaxaca”, esta carta de ”amor”, argumenta que entrar la Institución “es entrar en un mundo surrealista, a la casa de la hermana más fea y más pobre de las Secretarías, es entrar a una casa vieja con material de trabajo viejo, puertas viejas y desgraciadamente con personal de espíritu viejo”.

“Entiendo perfectamente que una burocracia tiene que atender las necesidades primarias de su sociedad: alimentación, vivienda, educación, desarrollo económico y salud. Lo que ni yo ni muchos logramos entender es el porqué, nuestra burocracia estatal no cubre ni las necesidades primarias, ni secundarias de su sociedad”.

Aduce encendidamente el músico, quien señala como en menos de seis años de la actual administración estatal, la SECULTA ha tenido cuatro diferentes responsables.

“Desgraciadamente entrar a nuestra máxima casa de política cultural oaxaqueña es entrar y ver a una institución saqueada, robada, tomada y harta de ser la hermana más miserable de las Secretarías”

El músico califica a la actual administración de Alonso Aguilar Orihuela como “petrificada”, como una institución que no es capaz de desarrollar un plan presupuestal exigente y disciplinado

“No lo hace, porque no hay presupuesto, no lo hace porque no hay disciplina, no lo hace por que quienes deberían hacerlo están comiendo en horas laborales, están vendiendo Tupperware o Shoes Collection”.

El gestor cultural no sólo enfoca baterías contra la indolente burocracia secultiana, sino arremete nuevamente contra su jefe Orihuela.

De quien Lorenzo considera que no toma cartas en el asunto de tara burocrática “porque tiene miedo a enfrentar a personal sindicalizado que lo puede atacar si le exige propuestas, excelencia y horas extra-laborales para beneficio del estado.
Lorenzo proclama estar harto y enfadado “por tanta ineptitud de la Dependencia” y explica sus razones:

“Tengo un proyecto cultural que en tres años ha logrado lo que muy pocos proyectos musicales en Oaxaca han logrado en periodos tan cortos: le damos educación musical integral a niños y jóvenes de 8 comunidades oaxaqueñas, tenemos 4 discos grabados, nos hemos presentado en más de 20 comunidades oaxaqueñas, hemos dado 10 conciertos en la capital del estado, 6 conciertos en la capital del país, tenemos una plantilla de 9 colaboradores; hemos conseguido instrumentos, mueblería y accesorios por nuestra propia cuenta; hemos grabado un videoclip y estamos preparando la producción del segundo; todo esto y mucho más lo hemos logrado con el esfuerzo de los alumnos, padres, colaboradores y donadores”.

“Nada de esto se lo pedimos a la SECULTA; pero esta vez que necesitábamos un camión para el concierto Bajo el laurel de este domingo 27 de marzo, después de haber hecho la debida solicitud, nos comunican lo siguiente: -no podremos autorizar el camión por que el chófer sólo trabaja de lunes a viernes-”.

Con un hígado envidiable Lorenzo asegura alzar la voz “porque los músicos de todo Oaxaca no somos fruta de temporada para que nos acarreen cuando se les antoja montar sus ridículos e inservibles macro-conciertos”.

Además asegura que en el concierto que dio el Instituto Intercultural Calmécac en el Teatro Macedonio Alcalá el 18 de julio de 2015, con un teatro lleno, la SECULTA se paró el cuello con el resultado, pero solo le proveyó de “un paquete de botes de agua para mis músicos y mi equipo”.

Lorenzo continúa después en su descalificación de la Secretaría, en el que hasta los becarios de la SECULTA, de los cuales existen informaciones de que todavía ni les pagan, pasan a arder, básicamente con Lorenzo considerándolos unos agachones.

Seguro que para la próxima, la dependencia responsabilidad de Alonso Aguilar Orihuela la pensará dos veces antes de ahorrarse un flete pasajero.