Marcha de médicos en Oaxaca, exigen apoyo y no ser satanizados

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En solidaridad con los 16 médicos sujetos a proceso penal en Guadalajara Jalisco, acusados de una supuesta negligencia criminal que condujo a la muerte del menor Roberto Gallardo Rodríguez, en 2009, se llevó a cabo en la ciudad de Oaxaca, como en el resto de las principales ciudades del país, la marcha del grupo # Yo soy 17.

Una gran mancha blanca, nutrida por estudiantes, residentes y profesores de la carrera de medicina. Además de paramédicos , doctoras, doctores y galenos en general, afiliados la sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud , se trasladó por las principales calles de la ciudad, concluyendo con un mitin en el kiosco del zócalo de la Verde Antequera

En ella, los profesionales de la salud manifestaron que no son asesinos, ni magos y que “la medicina no es solo de médicos sino de medios”.

Y que en ese sentido, el sistema de salud del estado de Oaxaca se encuentra totalmente rebasado, citando como ejemplos a la Clínica número uno del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)-ubicada frente al jardín Conzatti- ,al Hospital Civil Aurelio Valdivieso y al Hospital del Instituto de Seguridad Social de los Trabajadores del Estado ( ISSSTE )

Lugares que se encuentran saturados en su capacidad de atención, en donde ya no hay espacio para los pacientes, situación de la que se responsabiliza a los médicos y no a las autoridades encargadas de administrar los servicios de salud, específicamente la Secretaria de Salud del estado, encabezada por German Tenorio Vasconcelos.

“En nuestra practica se nos exigen como dioses y se nos juzga como criminales” menciono un doctor adscrito a la marcha que prefirió omitir su nombre, “como todo en México inmediatamente no se van a buscar respuestas, sino a encontrar chivos expiatorios, los médicos en este caso, quienes tenemos que cubrir jornadas maratónicas con equipo de cuarta categoría, atender a cuarenta personas en el lapso de unas horas, a quienes siempre se nos exige , pero jamás se nos ayuda”

“A mí siempre me hizo ilusión practicar la medicina, pero después de que a esos 16 colegas los persiguieran y les sacaran una orden de aprensión, solo por hacer su trabajo… Ya me estoy preguntando si no me habré equivocado “afirma una joven estudiante con bata blanca que se identifica tan solo con el nombre de Leslie.

Y es que esa era precisamente la constante que se podía sentir hacia adentro de la manifestación, la ausencia de garantías que hay en México, para que un profesional de la salud pueda realizar su trabajo en condiciones óptimas.

“Es como si yo te dijera que tú eres culpable de mi muerte solo porque me recetaste una pastilla para el dolor de estómago, cuando lo que yo ya tenía era un cáncer que nunca me fui a diagnosticar, y el cual quiero que me cures ahorita mismo porque tú eres médico, traes tu bata blanca, y se supone que para eso estas” señala Leslie.

“El asunto es mucho más complejo de lo que socialmente se quiere aceptar. Se oye cursi y como salido de una telenovela, pero la gente que nos dedicamos o que no queremos dedicar a la medicina también somos seres humanos, y no súper héroes salidos de la fantasía. Somos reales, como nuestros pacientes”, reflexiona la joven estudiante, mientras se vuelve a perder en una muchedumbre de batas blancas e indignadas.