EL RETO DE EMPRENDER PARA LAS MUJERES MEXICANAS

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¿Eres una mujer emprendedora? Seguro te vas a sentir identificada como yo con esto…

Mucho se ha debatido sobre el famoso techo de cristal y las posibilidades reales que tenemos las mujeres en cuanto a las percepciones económicas equitativas. Sin embargo, una de las grandes limitaciones para poder acceder a mejores sueldos o ingresos económicos, radica esencialmente en la falta de tiempo por la gran carga de responsabilidades que recaen de manera casi inherente en nosotras.

La realidad es que no hay tiempo, no alcanza, las mujeres de nuestra sociedad, en su día a día, realizan múltiples tareas. Datos de Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022, muestran que las mujeres dedican 54.3 horas de su vida a la semana, a tareas del hogar y cuidado de algún miembro, contra las 30.2 horas semanales que los hombres que se dedican a ello pasan. La división de tareas al interior del hogar y el cuidado de los hijos no ha sido nunca equitativos; sin embargo, los tiempos actuales demandan la evolución de la sociedad en este sentido.

Aún con la tragedia, la pandemia fue esa gran oportunidad para mujeres con potencial emprendedor que tenían proyectos de todo tipo o que con una idea de negocio, para que a través de las redes sociales, tuvieran una oportunidad de detonarlo, en gran medida por la necesidad de generar ingresos, ya que, al disminuir la oferta laboral, la vía para obtener ingresos no pudo ser otra mas que emprender algún proyecto desde los medios digitales.

Esta situación de la COVID-19, se convirtió en una gran oportunidad para visibilizar aún más a todas esas mujeres emprendedoras que surgieron en este periodo, pero que pasada la pandemia, según datos del Barómetro de mujeres mexicanas emprendedoras realizado por la Maison Veuve Clicquot, mientras en el 2021 el 38% de las mujeres emprendieron, en el 2022 el porcentaje sólo fue del 35%, una reducción de tres puntos porcentuales.
¿Qué pasó? Lo que pasó es que las mujeres emprendedoras regresaron a su rol de vida habitual, a llevar a los niños al colegio, al partido de futbol, a la cita médica, a realizar las tareas del hogar por sí solas y volver al rol de mujeres multitasking, por lo que el foco de atención en sus proyectos decreció y esa forma de autoempleo o generación de recursos perdió fuerza.
Pero entonces ¿qué se requiere para tener más mujeres emprendedoras? Vayámonos un poco más atrás. Es muy importante incluir dentro de los programas educativos en el país, la educación financiera y de emprendimiento en los niveles básicos. Despertar las competencias en etapas tempranas relativas al emprendimiento. Sin duda esto podrá ser una gran herramienta fijada para que, en un futuro, las mujeres concluyan o no sus estudios superiores, pero puedan emprender negocios altamente competitivos y exitosos.
De igual forma, se requiere de capacitación continua en herramientas tecnológicas, para optimizar los reducidos tiempos con los que se cuenta, desde manejo de redes sociales, capacitación en desarrollo humano y empoderamiento, gestión de negocios y mecanismos de financiamientos y apalancamiento rápidos, revolventes y blandos.
Por otro lado, la iniciativa de sistema de cuidados, en donde los niños menores de 12 años, pudieran ser cuidados de manera digna por voluntarios o familiares capacitados, cobra gran relevancia en el objetivo de elevar la productividad de las mujeres emprendedoras de México, así como, las estancias infantiles del sistema público, anulado en los últimos tiempos, es un total retroceso en la construcción de esta equidad en cuanto a generación de ingresos y que sin duda tendrá que ser replanteado en el futuro cercano.
A pesar de que las mujeres representamos una gran fuerza a nivel de productividad y generación de riqueza, hay mucho camino por delante para alcanzar la equidad en cuanto a ingresos, esto es posible con una política social determinada en el apoyo al emprendedurismo y a la micro y mediana empresa, con un claro enfoque en la protección y apoyo a las mujeres madres de familia y autónomas, tomando en cuenta sus puntuales retos y necesidades.