Gómez Merlo, el despojo a nombre de los Murat

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Genaro ALTAMIRANO

Antes de darse a la fuga de Oaxaca, un día antes de que fuera aprehendido el exdirector del Instituto Catastral, Jorge Zárate Medina, el notario público Jorge Alberto Merlo Gómez buscó impunidad con funcionarios del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Esto demostró su desesperación, luego de que los Murat, a los que sirvió para despojos desde el 2004, ya no le contestaran ni el teléfono.

¿Quién sigue? El gobierno de Salomón Jara tiene suficientes indicios para judicializar hasta al ex gobernador Alejandro Murat Hinojosa y el padre de éste, José Murat Casab, el verdadero cabecilla del Cártel del Despojo.

Gómez Merlo era el principal objetivo entre los fedatarios de la Consejería Jurídica de Salomón Jara, como lo fue el exdirector de Catastro el primer exfuncionario en ser criminalizado. Detrás de ellos hay una lista de antiguos servidores públicos y notarios utilizados para despojar bienes a particulares y al mismo Gobierno del Estado.

La detención de Gómez Merlo en Turin, Italia, hace falible que otros integrantes del cártel huyan del país, por lo que de nada le sirve al exdirector del Instituto de la Función Catastral, Gilberto Gamboa Medina, haber adquirido la nacionalidad española. Menos importa que el notario Rafael Avilés Álvarez, señalado en algunos casos, sea hermano del excandidato a la gubernatura Alejandro Avilés Álvarez. Tampoco que el exdirector del Registro Civil, Christian Hernández Fuentes y el ex consejero jurídico Octavio Tinajero Zenit se amparen en el equipo de Murat Hinojosa, en la pretendida locura de una candidatura presidencial. El brazo de la justicia los puede alcanzar, pese a los infructuosos oficios que hacen en su defensa el desdentado león José Murat Casab y su representante en los negocios y notario favorito Gilberto Gamboa Escobar.

Hoy, desesperados, buscan el enlace con el gobierno de Salomón Jara en pretensión de piedad para los suyos. Atrás quedaron los tiempos en que se mostraban soberbios, prepotentes y abusivos. Destruían vidas, honras y cambiaban la fe pública para despojar, humillar, encarcelar y hasta asesinar a quienes se resistían a sus ambiciones, como lo demuestran las investigaciones.

Gómez Merlo fue utilizado por esta organización criminal para cometer despojos desde febrero de 2004, en el primer año de la administración de Murat Casab, quien lo nombró asesor jurídico del Gobierno del Estado.

Con la acusación de la Fiscalía General de Oaxaca, por los delitos de falsificación de documentos, ejercicio ilícito del servicio público y violación de otras garantías, el notario 135 puede pasar varios años en la cárcel y perder su notaría. El procedimiento ya se hizo andar.

Lo mismo pasará con Jorge Zárate Medina, quien fue uno de los beneficiarios con fiats notariales. El último día de la administración de Murat Hinojosa, el 30 de noviembre de 2022, se publicó un extra del Periódico Oficial del Estado de Oaxaca, donde dio a conocer que los nuevos notarios eran RamónVelásquez Chagoya, notario público número 78; Sandra Berenice Ramírez Bohórquez, número 88; Tomás Víctor González Ilescas, número 140; María Ivonne Hampshire Moncada, número 141; María de la Luz Candelaria Chiñas, número 142 -esposa del actual presidente del Tribunal Superior de Justicia, Eduardo Pinacho Sánche- y Carlos Alberto Ramos Aragón, número 143.

Ese mismo día, se publicó en otro extra del periódico oficial el aviso de inicio de labores como notarios públicos auxiliares y el 2 de diciembre se notificó del inicio de labores del notario publicó auxiliar Jesús Armando López Mendicuiti, exsecretario particular de Murat Hinojosa. Un día antes se notificó el cambio dedomicilio del notario Tomás Víctor González Illescas, de Miahuatlán de Porfirio Díaz a la Ciudad de Oaxaca de Juárez. Y un mes y medio antes del término del gobierno de Murat Hinojosa, en octubre del año pasado, se dieron a conocer la
entrega de fiats notariales a Jorge Armando Zárate Medina, El Ratoncito; Guillermo Alejandro Nassar Piñeiro, también secretario particular del exgobernador; Gilberto Gamboa Escobar, ex director del Instituto de la Función Registral; Manuel Pérez Morales, ex diputado local; Donovan Rito
García, ex director de Notarias; Edna Fernanda Pérez Zárate, exasistente personal del Consejero
Jurídico Octavio Tinajero Zenit; Raúl Bolaños Cacho Cué, senador por el Partido Verde Ecologista de México; Carlos Abed Karin Escarlet Vásquez Guerra,
hermano de Maritza Escarlet, ex diputada del PRI; Sasha Zamora Martínez. hija del magistrado Pedro Zamora; Benjamín Hernández Martínez hijo delnotario Benjamín Hernández, otro ex secretario privado de José Murat; y Rafael Avilés Álvarez, hermano del diputado priista Alejandro Avilés.

Todos los fiats pueden ser hoy suspendidos y el ejemplo a seguir será el de Gómez Merlo.

Este notario buscó a funcionarios del gobierno de Andrés.Manuel López Obrador en pos de impunidad. Personalmente presumía que servía a una alta funcionaria de la Secretaría de Hacienda y se jactaba de llevarle asuntos en Oaxaca.

El notario iba a ser el primero en ser detenido por el despojo de los hermanos Gómez Conzatti, pero la orden llegó tarde. El 9 de marzo, fecha en que fue apresado El Ratoncito, Gómez Merlo ya se había dado a la fuga. Quienes lo conocen dicen que cuando hablaba por teléfono mencionaba estar en un lugar y se ubicaba en otro. Vía terrestre salió a escondidas del estado y tomó un avión a Europa. El 3 de abril, la Policía Internacional emitió la ficha roja bajo el número de control A-2871/4-2023. La Dirección General de Asuntos Policiales Internacionales e Interpol, lo localizó con fines de extradición en Italia, de donde él cree que son sus ancestros. Evitó huir a Estados Unidos, ya que por los tratados internacionales puede ser extraditado más fácilmente que en el país de la bota, donde el sistema judicial es rigorista para permitir la salida del país de algún preso. Gómez Merlo piensa que puede litigar y aplazar su extradición.

Con su detención, el notario empezará a pagar los agravios que dejó a su paso. Su principal detractor es su maestro Enrique Toro Ferrer, quien la semana pasada publicó un libro en el que lo señala de ser el principal instrumento de José Murat. Hasta pone de anecdotario las pillerías de su pupilo, quien supuestamente lo traicionó al hacer los negocios que le encargaba el papá del exgobernador.

Otra traición la hizo a la hoy presidenta del Colegio Nacional del Notariado Mexicano, Guadalupe Díaz Carranza, después de descabezar en febrero del 2020 al presidente del Colegio de Notarios Marcial Pérez Hernández, acusado de vender fiats entre 4 y 6 millones de pesos. Gómez Merlo era abogado del aspirante a notario Héctor Alejandro Sánchez Piña, quien ganó un amparo para suspender la entrega de cartones notariales. La ambición le ganó y decidió hacer con el solo respaldo de Murat Casab los negocios de notarios a modo.

Después del despojo burdo y coaligado con funcionarios de Murat Hinojosa a los Gónez Conzatti, el asunto más importante que enfrentará Gómez Merlo es el del despojo a los terrenos de las antiguas Fábricas de Triplay y Novopan. En ese caso, el notario 135 realizó la operación de prestanombres de los Murat, utilizando la empresa Infralogistica Croacia S.A. de C.V. En una aclaración pública del 25 de abril del año pasado, el acusado insistía en lo que tanto presumía y hoy sólo es palabrería: “En mi actuar como Notario Público jamás he sido demandado por otorgamiento de escrituras públicas y de manera personal tampoco he sido jamás demandado por ninguna causa y menos por asuntos relacionados con fraudes inmobiliarios, siendo que el único problema legal respecto a algún inmueble en el que el me haya visto involucrado es un tema relacionado con dos propiedades que mi abuela la señora Victoria Conzatti detenta el derecho real de usufructo vitalicio y por lo cual ella ha iniciado un juicio en materia civil, sin embargo no es a mi a quien demanda.”

Gómez Merlo es un narcisista con problemas de personalidad Muchas veces ha sido acusado de ser un niño mimado con necesidad de reconocimiento y ansias criminales de poder. En una entrevista publicada por una revista de sociales el 3 de marzo de 2016, presumía tener un despacho con presencia en Oaxaca, ciudad de México, Monterrey, Nuevo Laredo y Chiapas. Se ostentaba como un fervoroso creyente de Dios, que lo más importante era su hija -a la que no verá en su fiesta de XV Años- y se decía admirador incongruente de Porfirio Díaz, Jesucristo y Vladimir Putin. Reflejo de sus problemas en la infancia, decía que lo ha marcado el abuso a los niños “es algo sumamente triste ver como pueden acabar con la felicidad de un niño, es vergonzozo.”

“He hecho todo lo que he querido y ha estado a mi alcance, lo que aún no he podido hacer, espero paciente el tiempo para que pueda suceder”, aseguraba antes de llegar más lejos con el Cártel del Despojo.

Gómez Merlo paga las consecuencias de sentirse dueño de lo que no es de él, de verse propietario de lo que despojó para otras personas, de saberse solo ante el poder que se le fue de las manos a sus antiguos amos. Se convenció de lo que narra Fiódor Dostoyevski en su novela de Crimen y castigo: “de que sólo posee el poder aquel que se inclina para recogerlo. Está al alcance de todos y basta atreverse a tomarlo”. La cárcel es el pago a esa osadía. Se embelesó con la criminalidad de los Murat Y como bien define el autor ruso “Para conocer a una persona, hay que verla y observarla atentamente durante mucho tiempo, so pena de dejarte llevar de prejuicios y cometer errores que después no se reparan fácilmente”.