La Jornada
El gobierno estadunidense considera la posibilidad de albergar a niños migrantes en una base de la Guardia Nacional en California. El Pentágono aprobó el viernes el uso de Camp Roberts para el alojamiento temporal de niños no acompañados por un adulto, indicó una fuente militar. Esto ocurre cuando hay 4 mil 999 menores no acompañados en custodia de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), y otros 13 mil 204 bajo tutela del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés).
No quedaba claro si se llegará a usar esa base, ubicada a orillas del río Salinas, entre Los Ángeles y San Francisco o, en todo caso, cuántos niños irían allí.
El HHS afirmó ayer que el campamento está “bajo activa consideración”, pero no ha tomado una decisión definitiva. “Cuando el departamento decida activar unas instalaciones como albergue de emergencia para niños migrantes no acompañados, notificaremos a las autoridades locales y estatales y a los congresistas”, expresó ese despacho en un comunicado.
Las autoridades fronterizas encontraron a más de 9 mil niños migrantes no acompañados en febrero, la cifra más alta para un solo mes desde mayo de 2019, cuando más de 11 mil menores fueron detectados en la frontera. Tras ser procesados por la Patrulla Fronteriza, los niños son remitidos al HHS. Usualmente son entregados a un custodio, ya sea un padre o un familiar cercano.
A diferencia de los adultos, a los menores se les permite quedarse cuando llegan a Estados Unidos. Esa práctica ha llevado a muchas familias centroamericanas a enviar a los niños solos o a llegar cerca de la frontera y soltar allí a los menores. La mayoría terminan temporalmente en albergues que actualmente están totalmente ocupados.
Según un reporte especial elaborado por la cadena CNN, Estados Unidos deberá alojar a más de 2 millones de migrantes antes de que finalice el año fiscal, lo que es un problema que muchos creen que el nuevo gobierno del presidente Joe Biden no estaba preparado a enfrentar.
Esta semana, el gobierno autorizó por primera vez a periodistas visitar una de las abarrotadas instalaciones que aloja a menores no acompañados por familiares, después de que los medios acusaron a la administración de falta de transparencia en el tema. Asimismo, circuló un video filmado por la noche en el que puede verse a traficantes de personas aventando a dos niñas ecuatorianas de cinco y tres años al otro lado de la cerca fronteriza en Nuevo México.
El director de temas políticos de CNN, David Callahan, entrevistó a Melissa Lopez, directora de la organización Servicios Diocesanos para Migrantes y Refugiados en El Paso, Texas, sobre la situación de los migrantes.
Al preguntarle sobre el principal motivo por el que los migrantes llegan a la frontera sur de Estados Unidos, Lopez respondió que el reclutamiento forzado en pandillas criminales en los países centroamericanos es el motivo que más se menciona. Indicó que hay tal desesperación por ingresar a Estados Unidos que con frecuencia migrantes que conocen su labor se arrojan al paso de su auto para pedirle ayuda. La encargada afirmó que esto le ocurrió en dos ocasiones tan sólo esta semana, y afirmó que la administración de Biden definitivamente no está preparada para hacer frente a esta situación.
“No podíamos prever el número de niños que habría, y el factor que más complica esto es que estamos en medio de una pandemia. Están hacinados en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza, lo cual es terrible, o se irán a algún otro albergue, pero no están en condiciones apropiadas para evitar la propagación”, señaló, y agregó que éstas simplemente se replicarán sin importar cuántas instalaciones más se habiliten para alojarlos.
Actualmente, al procesar a los menores migrantes sólo se les practica la prueba de Covid-19 si presentan síntomas y se sigue el protocolo de revisar si tienen piojos, sarna u otras enfermedades.
Lopez consideró que hubo indicios de que el número de migrantes se saldría de control debido a que durante la administración Trump “la frontera esencialmente se cerró, y está bien documentado que estos individuos llevan hasta dos años en el norte de México esperando entrar a Estados Unidos para pedir asilo”.
Estimados del gobierno obtenidos por CNN hablan de la necesidad de incrementar su capacidad de alojamiento de menores en al menos 34 mil 100 camas.
“Eso es muchísimo, y no se trata nada más de camas”, señaló Lopez. “Se necesitan trabajadores sociales, personal médico y legal; todos ellos debidamente calificados para garantizar que los niños tengan el cuidado que requieren”, concluyó.