La Jornada
El bullicio de Roma se redujo ayer a un susurro, y patrullajes de la policía mantenían a los clientes separados en los cafés. Así el ambiente luego de que el gobierno italiano ordenó una extraordinaria y amplia cuarentena con la esperanza de no ser el próximo foco de la epidemia por Covid-19, en momentos en que la vida en China regresa lentamente a la normalidad.
La histórica e inédita medida, adoptada por el gobierno de Guiseppe Conte ante el vertiginoso ascenso de los contagios en Italia, que subieron a 10 mil 149, genera sentimientos encontrados entre la población, desde pánico y consternación hasta solidaridad. El país europeo reporta 631 decesos.
Es malo. La gente está aterrorizada. Nunca he visto algo así, declaró Massimo Leonardo, quien atiende un puesto de mercado.
Tras el anuncio del aislamiento el lunes por la noche, los supermercados que abren las 24 horas al día fueron prácticamente asaltados. Como si hubiera una guerra, resumió un comerciante.
Las restricciones de reunión y desplazamiento vigentes hasta el 3 de abril afectan a 60 millones de personas, que sólo podrán salir por trabajo, salud o compra de víveres.
Trastevere, el barrio de la movida en Roma, amaneció con bares y restaurantes cerrados, las calles desiertas y la gente encerrada en sus casas.
Equipos de policías patrullaron los cafés para asegurarse de que los propietarios mantengan a sus clientes a un metro de distancia entre sí y luego vigilaron el cumplimiento de la estricta orden de cerrar a las seis de la tarde.
La economía de Italia, la tercera más grande de los 19 países que utilizan el euro, es particularmente dependiente de sectores que requieren presencia física y proximidad de trabajadores: turismo, manufactura y ventas minoristas.
El nuevo coronavirus puede contagiarse aun cuando no sean visibles los síntomas, que son fiebre, tos, dificultad para respirar y puede derivar en neumonía y fallas renales e intestinales.
El papa Francisco pidió a sacerdotes que tengan el valor de salir e ir a visitar a los enfermos.
Eslovenia cerró su frontera con Italia. Malta, España y Australia prohibieron los viajes desde y hacia la península.
El saldo global hasta ahora es de 4 mil 284 muertos, 118 mil 745 contagios y 65 mil 740 recuperados, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins (https://bit.ly/2wpG0AE). China continental registró ayer 80 mil 778 casos con 3 mil 158 decesos.
El presidente chino, Xi Jinping, quien visitó ayer Wuhan, afirmó que la epidemia está prácticamente contenida en esta ciudad de la provincia de Hubei, donde surgió el virus y en la que 56 millones de habitantes están en cuarentena desde el 23 de enero.
Grecia cerró ayer escuelas, universidades, guarderías y otros establecimientos educativos por dos semanas para contener la propagación del virus, informó el Ministerio de Sanidad.
La viceministra de Salud británica, Nadine Dorries, dio positivo a la prueba del coronavirus.
Más de 70 países participaron en una videoconferencia de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) para buscar la forma de garantizar la continuidad de la educación de los 360 millones de alumnos privados de clases en el mundo a causa del virus. La Unesco estima que uno de cada cinco no puede acudir a la escuela por la crisis.
Japón aprobó un proyecto de ley con medidas para un eventual estado de emergencia, que permitiría a las autoridades imponer el confinamiento de personas y requerir edificios para ser utilizados como hospitales.
En Irán, el tercer país más afectado, los casos aumentaron a 8 mil 42 con 291 muertos, mientras Corea del Sur registró 7 mil 755 infectados y 54 muertos.
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, minimizó la gravedad de la epidemia y culpó a los medios de comunicación de provocar alarma, cuando hay 34 infectados en el país.
En Chile y Ecuador hay 17 enfermos, en Argentina 19, en Perú 11 y en Costa Rica 13.
Los gobiernos de El Salvador y Chile extremaron medidas sanitarias en las personas que llegan a sus territorios provenientes de España e Italia. British Airways y Air Canadá suspendieron todos sus vuelos relacionados con la península.
Austria exige certificado médico a viajeros para el ingreso al país.
Panamá, Marruecos y Líbano confirmaron primeros fallecimientos por coronavirus. Bolivia, Burkina Faso, Mongolia, República Demócratica del Congo y Turquía reportaron casos de contagio.
