La Jornada
En este 2019 disminuyeron los asesinatos de sacerdotes en el país, en comparación con 2018 al pasar de 7 cometidos en ese año a uno. Sin embargo, incrementaron los delitos al interior de los templos, según un reporte del Centro Católico Multimedial (CCM).
En la información difundida hoy, se advierte que las tendencias de este año indican un crecimiento sostenido que afecta entre el 12 y 14 por ciento de los recintos de las 19 provincias eclesiásticas del país.
De 2007 a 2019, los delitos crecen a más del 12 por ciento agraviando entre 26 a 28 templos semanalmente. En más de mil 400 recintos se registraron desde robos menores, hurtos de consideración hasta daños y delitos mayores en donde se lesionaron o asesinaron personas.
El CCM detalló que en 2019 las conductas más identificadas son robo a templos para sustraer dinero de alcancías, hurto de aparatos diversos u objetos litúrgicos como vasos, copones y cálices. A esta categoría pertenece el mayor porcentaje de sucesos en más del 90 por ciento, “donde solitarios ladrones ingresan a los templos para realizar este cometido”.
Le sigue el robo a fieles quienes asisten a los servicios litúrgicos, los bienes más hurtados son carteras, monederos y teléfonos celulares. Esto constituye aproximadamente el 5 por ciento de los casos principalmente debido a la inseguridad de las zonas donde se encuentran los templos a los que se ha determinado cerrar sus puertas por la noche.
De igual manera, se han registrado ataque directos “por odio a la fe donde se da la profanación de especies eucarísticas, el robo con fines sacrílegos de hostias consagradas o el desprecio y burla a los lugares sagrados por diversas conductas o manifestaciones ideológicas”.
El CCM también agrega a la lista la clausura de templos por fenómenos naturales. De acuerdo con los datos de la Conferencia del Episcopado Mexicano, los sismos del 2017 afectaron a más de mil recintos en las zonas siniestradas del país ”y aun se resienten los efectos cuando cientos de comunidades permanecen sin un lugar para celebrar el culto”. Estos dos últimos, representan el 5 por ciento restante del seguimiento de casos durante el 2019.
Un aspecto aparte -señala- es el robo de arte sacro. “No se cuentan con cifras claras respecto al tráfico de bienes muebles del patrimonio nacional en este año“; sin embargo, en abril, las autoridades lograron la recuperación de cerca de 600 piezas de los siglos XVIII al XX.
Las ganancias por el tráfico de arte sacro pueden ascender a 83 millones de pesos anuales y diversas hipótesis de las autoridades señalan que coleccionistas y anticuarios de Europa, Estados Unidos y Asia son los principales interesados en la búsqueda de piezas del patrimonio nacional.
El CCM los estados con el mayor número de casos respecto a la inseguridad en iglesias y templos son Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tamaulipas, San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz, Cuidad de México, Tabasco y Zacatecas.
El seguimiento de casos se ha hecho a través de los medios de comunicación y por la información derivada de las mismas fuentes diocesanas. Según el CCM en el 100 por ciento de los casos se han adoptado medidas de seguridad como la instalación de cámaras de circuito cerrado, barrotes, rejas, chapas de alta seguridad, alcancías blindadas y alarmas disuasivas.
El Centro señala que son escasos los resultados de las indagatorias. Especialmente la queja es contra las autoridades ministeriales que no devuelven los montos robados a las iglesias afectadas. Muchas veces, las víctimas no tienen efectiva reparación del daño.
