Dos muertos y 42 heridos en frontera Venezuela-Colombia

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La Jornada.

Ciudad de México. Dos muertos y al menos 42 heridos dejaron fuertes disturbios en las fronteras de Venezuela con Colombia y Brasil, donde militares bloquearon a cientos de manifestantes que trataron de hacer entrar a territorio venezolano camiones cargados de ayuda humanitaria gestionada por el opositor Juan Guaidó.

Un menor de 14 años y un adulto fallecieron por impacto de bala en Santa Elena de Uairén, en el estado de Bolívar (sur), limítrofe con Brasil. “Los dos muertos son producto de la represión de militares”, dijo a Afp Olnar Ortiz, activista en la zona de la ONG Foro Penal, crítica del gobierno.

Dos ambulancias ingresaron desde Venezuela a Brasil por la localidad de Pacaraima transportando cinco heridos de bala en choques con las fuerzas de seguridad. El viernes murió un mujer en disturbios en Santa Elena, con lo que suman tres los fallecidos.

Bajo nubes de gases lacrimógenos seguían los enfrentamientos en dos puentes del este de Venezuela que comunican a las ciudades de Ureña y San Antonio, en el estado Táchira, con la ciudad colombiana de Cúcuta, principal centro de acopio de la ayuda enviada por Estados Unidos.

Los heridos son venezolanos que pretendían cruzar con “asistencia” hacia su país por el puente Simón Bolívar, cerrado la víspera por orden del presidente Nicolás Maduro, cuando fueron reprimidos con gases lacrimógenos. Catorce de los heridos debieron “ser trasladados” para recibir atención médica, dijo a la Afp un funcionario de Defensa Civil bajo reserva.

Efectivos de las fuerzas de seguridad de Venezuela impidieron el paso a camiones de “ayuda humanitaria” estadunidense que llegó al Puente Internacional Simón Bolívar.

 Se repliegan camiones enviados por Brasil

Los dos camiones con ayuda humanitaria enviados por Brasil a Venezuela regresaron a la ciudad limítrofe de Pacaraima la tarde de este sábado, tras haber permanecido durante el día apostados en la frontera, comprobó la Afp.

Un primer camión llegó a media mañana hasta el punto donde están las banderas de los dos países y se estacionó junto a la de Venezuela. A inicios de la tarde un segundo aparcó junto a él.

El lugar se sitúa a unos 300 metros de la aduana brasileña y a otros 300 del primer cordón militar venezolano, desplegado a unos 500 metros de la aduana de ese país.

La iniciativa se enmarca en un operativo impulsado en Colombia, Brasil y el Caribe por el líder opositor Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por medio centenar de países, incluyendo Brasil.

“En Colombia perdimos un camión (…). Guaidó ordenó salvaguardar los productos, lo que queremos es de forma pacífica pasar para allá”, dijo usando un megáfono uno de los coordinadores de la operación poco antes del repliegue.

“Lo más valioso que tenemos es nuestra vida, no quiero que nos masacren”, instruyó el portavoz encaramado en uno de los pequeños camiones dispuestos para la operación.

El clima hacia el final de la tarde era de frustración y tedio.

Centenas de personas pulularon durante el día en torno a los camiones.

Sin embargo, pequeños tumultos del lado venezolano generaron alerta y la coordinación decidió replegarse, llevando los camiones hacia Pacaraima.

Al menos dos heridos y un presunto fallecido

Un manifestante venezolano murió en enfrentamiento con militares cerca de frontera con Brasil, declaró su hermana a la Ap.

Mientras, en la frontera con Colombia, al menos dos personas quedaron heridas por los gases lanzados desde Venezuela hacia el lado colombiano de la frontera por donde manifestantes intentan cruzar con ayuda humanitaria, según un periodista de la Afp.

Varios de los artefactos cayeron en el lado colombiano del puente internacional Simón Bolívar, cuyo cierre fue ordenado por el gobierno de Nicolás Maduro. Los heridos son manifestantes que participan de una “cadena humanitaria” que pretende pasar la asistencia, pese al bloqueo dispuesto por Maduro.

Los enfrentamientos, con piedras por parte de los civiles y gases lacrimógenos por parte de los guardias, iniciaron hacia las 12:45 hora local luego de que los civiles se acercaron al lado venezolano del puente y pidieron a los uniformados que permitieran el paso de las ayudas, constató Sputnik en el lugar.

En los hechos, según observó esta agencia, resultó afectado por los gases un menor de edad, que fue llevado en ambulancia a un centro médico local.

Militares venezolanos lanzaron gases lacrimógenos contra cientos de manifestantes que exigían el paso de “ayuda humanitaria” en un puente fronterizo con Colombia, cuyo cierre fue ordenado por el gobierno venezolano para evitar la entrada de la asistencia.

Con carteles que dicen “Ponte del lado correcto de la historia” y vestidas de blanco, cientos de personas marcharon hacia el puente que bloquearon militares apoyados por la policía, constató la Afp.

“O abren o abrimos”, gritaron los manifestantes, al exigir que se levante el cierre de la frontera para permitir el paso de la ayuda internacional que desde hace días ha sido almacenada en la vecina ciudad colombiana de Cúcuta.

Más temprano, algunos habitantes de Ureña que a diario cruzan a Colombia habían sido dispersados con gases por los militares venezolanos.

“¡Queremos trabajar!”, gritaron frente a un piquete de efectivos de la Guardia Nacional con equipos antimotines que bloquea el puente Francisco de Paula Santander.

Tras momentos de tensión, el piquete militar avanzó y comenzó a disparar gases lacrimógenos, a lo que algunos respondieron con piedras.

Algunos también quemaron neumáticos, luego de que los efectivos militares desplegaron un vehículo con barricadas para impedir el paso.

“Yo tengo que pasar para cumplir mis ocho horitas de trabajo. ¿Qué pasa si no llego? Mi familia depende de mí”, dijo a la Afp, antes de los disturbios, Unay Velasco, un joven de 24 años que hace servicios de limpieza en un supermercado en Cúcuta.

El gobierno de Nicolás Maduro ordenó la noche del viernes el “cierre total” de los cuatro puentes que comunican al estado Táchira con el departamento colombiano de Norte de Santander, donde está Cúcuta, centro de acopio de la ayuda enviada por Estados Unidos.

La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, justificó la medida en lo que definió como “amenazas” del gobierno de Colombia, que respalda el paso de ayuda gestionada por Juan Guaidó, jefe del parlamento opositor reconocido como presidente interino de Venezuela por un cincuentena de países.

La Cruz Roja y la Organización de Naciones Unidas (ONU) no participan en la entrega de la ayuda humanitaria a Venezuela debido a que estas acciones persiguen objetivos políticos y no humanitarios, declaró el canciller venezolano, Jorge Arreaza, en su cuenta de Twitter.

Guaidó fijó para este sábado el día para que la asistencia de alimentos y medicinas cruce “sí o sí” pese a la negativa de Maduro, que la considera una “excusa” para una invasión militar liderada por Estados Unidos.

Unos 40 mil venezolanos cruzan a diario las fronteras tachirenses, según autoridades migratorias. La mayoría regresa a su país tras trabajar o comprar medicinas o productos escasos en su país. 

Venezuela vive una grave crisis económica, con un sueldo mínimo que apenas equivale a unos 6 dólares, que ha forzado la emigración de unos 2,7 millones de personas desde 2015, según la ONU.

Militares venezolanos se entregan a autoridades colombianas

Once militares y dos policías venezolanos desertaron este sábado y llegaron a Colombia, según informó la autoridad migratoria en medio de una escalada de tensiones por el anunciado ingreso de “ayuda humanitaria” a Venezuela.

En un mensaje a los medios, Migración Colombia señaló que “está adelantando las entrevistas” a los desertores, entre los que está un mayor de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Dos personas resultaron heridas en el puente internacional Simón Bolívar, que comunica a la colombiana ciudad de Cúcuta (noreste) con Venezuela, cuando tres miembros de la Guardia Nacional Bolivariana cruzaron el puente fronterizo para entregarse a las autoridades colombianas.

“Una tanqueta (de la Guardia Nacional Bolivariana) arrolló a un grupo de personas en el puente internacional Simón Bolívar cuando tres miembros de la guardia venezolana escapaban de la dictadura de (Nicolás) Maduro”, informó la estatal Migración Colombia.

Según el organismo, una mujer de 24 años y un joven de 16, que esperaban en el puente del lado colombiano, resultaron con heridas leves durante los disturbios que se presentaron cuando los uniformados se entregaron.

Migración Colombia también confirmó que “se entregó un cuarto miembro de la guardia venezolana, un sargento, en el Puente Francisco de Paula Santander”, también en Cúcuta, donde existen cuatro pasos fronterizos hacia Venezuela.

La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, ordenó la noche del viernes el cierre de los puentes Simón Bolívar, Unión y Santander por considerar que este sábado se atentará contra la soberanía y la paz de Venezuela luego de que miles de civiles intentarán pasar toneladas de “ayuda humanitaria” desde Colombia.

El cuarto puente, denominado Tienditas, permanece bloqueado con contenedores y cercas metálicas que fueron soldadas a la estructura por miembros de la Guardia Nacional Bolivariana por orden del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que se niega a recibir las “ayudas” tras señalar que en su país no hay crisis humanitaria.

Asimismo, sostiene que al permitir el ingreso de tales “ayudas” sería darle paso a una intervención en su país liderada por Estados Unidos.

Según la estatal colombiana Unidad Nacional de Gestión de Riesgos y Desastres (Ungrd), encargada de recibir y acopiar las “ayudas humanitarias”, se prevé que este sábado se entreguen 280 toneladas de kits con alimentos y medicinas solo a través del puente Tienditas.

Sin embargo, los pasos fronterizos permanecen con fuerte presencia de la Guardia Nacional Bolivariana, mientras que del lado colombiano también se observa presencia militar y del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), según pudo constatar un periodista de Sputnik presente en la zona.

Por su parte, el presidente de Colombia, Iván Duque, acompañado del líder opositor venezolano Juan Guaidó, así como por el mandatario de Chile, Sebastián Piñera, llegó a las 08:00 hora local (13:00 GMT) al centro de acopio de “ayuda humanitaria” en Tienditas, donde en este momento se cargan los camiones que se prevé crucen la frontera en pocas horas.

En el lugar también se encuentran el secretario General de la OEA, Luis Almagro, y la vicepresidenta de Colombia, Marta Lucía Ramírez, con el fin de coordinar los detalles de la entrega de toneladas de alimentos y de medicamentos.

El pasado 5 de enero Guaidó -quien pidió la “ayuda humanitaria” para su país y hoy liderará su entrega- fue elegido presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, parlamento unicameral en desacato desde 2016.

Luego, el 23 de enero, dos días después de que el Tribunal Supremo anuló su designación, Guaidó se proclamó a sí mismo como “presidente encargado” de Venezuela tras apelar un artículo constitucional que prevé esa figura.

El presidente Nicolás Maduro, quien asumió su segundo mandato el 10 de enero tras unas elecciones que la oposición califica de fraudulentas, calificó la declaración de Guaidó de intento de golpe de Estado y responsabilizó a Estados Unidos de haberlo orquestado.

Guaidó fue reconocido de inmediato por Estados Unidos, al que se sumaron unos 50 países, mientras que Rusia, China, Cuba, Bolivia, Irán y Turquía, entre otros países, mantienen el apoyo al Gobierno de Maduro.

México y Uruguay, por su parte, se niegan a reconocer a Guaidó, se declaran neutrales y proponen un diálogo entre las partes para superar la crisis.