Lourdes Zambrano/Reforma
Ciudad de México. Ugo Rondinone ha dejado de lado su marca, tanto los llamativos arcoíris luminosos que ha colocado en diversas urbes del mundo con mensajes enigmáticos y seductores como sus monumentales esculturas hechas en piedra, con el objetivo de embarcarse en un proyecto de creación comunitaria.
Y el sitio elegido fue el sur de México, en las costas de Oaxaca.
Su proyecto involucró a medio millar de niños provenientes de 10 primarias de las comunidades de Río Grande, Bajos de Chila, San José Manialtepec y San Isidro Llano Grande, todas cercanas a Puerto Escondido, sede de Casa Wabi, el lugar en donde el artista suizo exhibirá el resultado de la colaboración a partir de este sábado.
A cada pequeño, Rondinone le pidió que hiciera un dibujo del Sol, que, multiplicados, conformarían un gran mural.
“Me gusta la energía creativa que tienen los niños. Son artistas naturales. Aprecio su concentración y su libertad”, comparte el artista vía correo electrónico.
La exposición, titulada Tu edad y mi edad y la edad del Sol, tiene en el mural su pieza central, pero hay un segundo núcleo expositivo, la exhibición de un gran textil de lana que replica uno de los dibujos, hilado en un taller de Teotitlán del Valle, comunidad oaxaqueña de los Valles Centrales célebre por sus trabajos textiles teñidos con productos naturales.
“Cuando se presentó la idea de producir un textil, me interesó tomar el dibujo de un niño y transferirlo a otro medio”, cuenta el artista, quien en 2017 representó a Suiza en la Bienal de Venecia.
“Me gusta involucrar a la comunidad en la que estoy haciendo mis proyectos. Me da una conexión personal con el lugar, y espero que eso le permita al público cierta sensación de haber participado en la instalación final”, añade.
Rondinone ha realizado proyectos similares en ciudades como Rotterdam, Shanghai, Roma, Cincinnati y Moscú, aunque de México puede decir más.
Califica a Casa Wabi, por ejemplo, como el lugar perfecto para hacer arte.
El espacio fue concebido por el artista mexicano Bosco Sodi en 2014 en un terreno boca al mar donde el Pritzker japonés Tadao Ando proyectó una residencia para creadores con áreas expositivas y de talleres a disposición de los lugareños.
“Es un lugar hermoso y relaja el proceso creativo”, dice Rondinone.
Y con seguridad, afirma, puede decir que México es uno de sus lugares favoritos para trabajar.
“Siempre me han acogido calurosamente las personas con las que me encuentro y trabajo en México, y, por eso, estoy muy agradecido”.
Entre los proyectos que el artista suizo ha tenido en el País anteriormente destaca una muestra en el Museo Anahuacalli en 2014.
La exposición de Casa Wabi permanecerá en exhibición hasta el 10 de enero de 2019.
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