Agencias.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó ayer la ley de reforma fiscal que incluye un recorte de 1.5 mil millones de dólares en impuestos, una de las disminuciones más importantes en los últimos 30 años, y que representa la primera gran victoria de su mandato.
El Presidente había dicho inicialmente que esperaría a estampar su firma en la iniciativa de ley hasta después del 1 de enero, pero luego cambió de opinión y adelantó la ceremonia, tratando de aprovechar el momento después de ver la cobertura de los medios de comunicación al día siguiente de la aprobación de la legislación.
“Queríamos esperar hasta el 7 u 8 de enero para una ceremonia formal, pero todas las cadenas de televisión se preguntaban si iba a cumplir mi promesa y promulgar la ley antes de Navidad, así que de inmediato solicité que estuviera preparada”, aseguró, sentado detrás de su escritorio.
El mandatario afirmó que los beneficios podrán verse reflejados a partir de febrero: “A una familia promedio de cuatro personas con ingresos de 75 mil dólares le bajarán sus impuestos en más de dos mil dólares”, agregó.
Trump aprovechó el momento para seguir promoviendo la reforma fiscal como una victoria para la clase media, insistiendo en que aunque las encuestas indican que el recorte de impuestos es impopular, “los números hablarán” por sí mismos.
“No creo que tengamos que venderlo mucho”, dijo Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca.
Se trata de la primera reforma importante de las leyes tributarias del país desde 1986, cuyo cambio más relevante quizás sea el recorte del impuesto sobre sociedades del 35 al 21 por ciento, así como la exención de la mayor parte de los impuestos sobre beneficios recaudados en el extranjero. Sin embargo, está lejos de ser los mayores recortes de impuestos en la historia estadunidense, como afirmó Trump.
Por otro lado, la reforma garantiza ahora deducciones inmobiliarias, a nivel estatal y local de hasta 10 mil dólares. El Presidente también consigió modificar, parcialmente, la reforma sanitaria de su predecesor, Barack Obama, eliminando una tarifa que pagaban algunos estadunidenses sin seguro médico.
Según algunos cálculos, los recortes fiscales abultarán el creciente déficit presupuestario de la nación.
DETIENE EL CIERRE DEL GOBIERNO
El Presidente estadunidense aprovechó para promulgar también un texto para financiar temporalmente al gobierno federal, propuesto hasta el 19 de enero, y que impidió que ayer, a la medianoche se cerraran las administraciones federales, pues se acababa el plazo para aprobar un nuevo presupuesto para el año discal, que deberá durar hasta el 30 de septiembre de 2018.
Este texto también incluye más de cuatro mil millones de dólares para la compra de misiles y la construcción de una nueva base de misiles en Alaska.
Para terminar bien el año y siendo consistente con sus críticas a los medios de comunicación, Trump criticó la forma en que lo tratan, tuiteando que los principales medios “NUNCA hablan sobre nuestros logros en las reseñas de fin de año”.
“Estamos compilando una larga y bella lista”, agregó en su cuenta de Twitter.
Luego de estampar sus firmas, Donald Trump se dirigió a su propiedad de Mar-a Lago, en Florida, para pasar la Navidad con su familia, antes de comenzar los preparativos para celebrar su primer año de gobierno.
