El demonio Refn

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Rodrigo Islas Brito/RIOaxaca. 

Oaxaca de Juárez. La competencia siempre es dura, pero en El demonio neón (2016) es caníbal. El provocador Nicolas Widing Refn no se anda con amor de pasarelas cuando pone sobre el sofá la mil veces contada historia de chica pueblerina (enrevesada Dakota Fanning) llega al malvado Hollywood a convertirse en estrella mientras un mundo horrible conspira contra ella, aderezándole una cereza sangrienta en un pastel al que retaca de navajas.

Bastante menor a su anterior pasadez de lanza, Sólo Dios perdona (2013) especie homenaje a Bruce Lee y VanDamme con tratado filosófico de por medio sobre la ruta inalterable que sigue cualquier proceso de destrucción, Refnse va en este neón fantasmagórico como siempre hasta las últimas consecuencias.

Mostrando un universo de bellas modelos que a los 22 ya son unas ancianas para el musculo consumidor del abismo más elegante. Presuntuoso como siempre (si no, no sería Refn) el danés abreva lo mismo de los obsesos escenarios de locura polimerizada y tétrica a lo David Lynch que de las referencias al primer cine de terror delperverso David Cronenberg (Shivers,Rabid), que del descocado slasher a lo Dario Mario Argento Bava, que de los juegos oculares geométricos del estoy viendo hasta el final de cualquier cosa del 2001 de Stanley Kubrick.

En sus dos últimas películas, el cineasta no se ha puesto barreras para explotarlos más ilimitados rostros del desagrado, sus detractores tampoco. “Onanismo mental”, “pedantería cósmica”, “monumental extravío”, son solo algunas de las linduras que la crítica mundial ha vertido sobre esta nueva odisea del aguijón, tan cabal en elguionista y director de 46 años.

Y lo más curioso es que puede que todos esos críticos tengan razón, perosin embargo, por alguna jodida y entrañablemente ofensiva razón el aguijón funciona. Refn provoca pero también da respuestas.

Sus modelos desesperadas por ponerse salvajes en una competencia salvajeresultan en un comentario acertado sobre los precios de mantenerse vigente en un consumo al que en el fondo le importas un carajo.

Las estilizadas pesadillas que Refnejecuta son como criptas de un sentido de las cosas que si conoció buenos tiempos fue porque no vivió en ellos.Keanu Reeves tiene su mejor papel en años en un semicameo de casero cruel que gusta de jugar cuchillos con sus huéspedes al mismo tiempo que los manda al demonio.

Las bellas pero solas Bella Heathcote yAbbey Lee son bastante efectivas comolas Leopold y Loeb del camina- sonríe- camina, mientras que la joven y ya veteranaza Jena Malone saca la casta en el papel más repugnante del filme (lo que ya es decir) como una maquillista que gusta de hablar pausado y cupular cadáveres.

El demonio neón no es terror, ni thriller, ni drama social, y al final puede que no sea nada. Pero esa nada es de las que cala los huesos, de las que te orina en la cabeza mientras estas cortando el césped, de las que alumbra cualquier caída libre en precipicio.

Esa nada es el toque de un tipo mamón,pretencioso, ególatra, gurú del estilo, obseso cinematográfico y jodidamente sincero llamado Nicolas Widing Refn.