El desabasto en Oaxaca, en el abasto de sus múltiples voces

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Rodrigo Islas Brito.

“Cajas y cajas de aguacates, mangos, manzanas, guayabas. No sé, lo que tú me digas, todas tiradas a los dos lados de la carretera, pudriéndose, con moscas volando alrededor. Era un espectáculo.”

Cuenta Carlos Rojas, burócrata y experto en administración política, sobre lo que le tocó presenciar hace más de una semana en su paso por las carreteras bloqueadas del Istmo de Tehuantepec, justo días antes de que en Nochixtlán, el conflicto magisterio-gobierno –sociedad civil terminará por arrojar un saldo de nueve asesinatos.

Rojas asegura que los bloqueos carreteros eran llevados a cabo en poblaciones como Tehuantepec por gente de la misma población, además de maestros y activistas, mismos que llevaron a que la mercancía de camiones repletos de frutas y verduras se echaran a perder después de tres días estacionados en la carretera con su carga al sol.

“Casi en cada esquina de Tehuatepec y de otras poblaciones podías ver a señoras, a familias completas vendiendo mangos y otras cosas, a precios ridículos. Era una de las ultimas maneras que los transportistas tuvieron para intentar sacar su mercancía”.

Rojas reflexiona sobre el actual  y anunciadísimo desabasto de alimentos en el estado de Oaxaca relacionados con los múltiples bloqueos carreteros a los que miembros de la Sección 22 y ciudadanos afines han mantenido en todo el estado desde hace más de un mes.

“Es real el desabasto, pero también no hay que sobredimensionarlo” Rojas argumenta  que en un sentido práctico el aislamiento  a los que los bloqueos mantienen al estado de Oaxaca  y sus ciudades más temprano que tarde terminaran por colapsar las economías de sus ciudades.

Rojas se refiere a quejas de pequeños comerciantes de que no solo las mercancías comestibles ya no llegan a Oaxaca, sino tampoco cualquier tipo de mercancía. Las fleteras tienen paradas los envíos desde hace quince días, y las mercancías que vienen de otros estados no se envían porque las mismas fleteras aseguran a sus clientes que las carreteras de Oaxaca ya no son lugares seguros para sus camiones y camionetas.

Incluso la empresa ADO que ha suspendido ya prácticamente todas sus corridas, anuncia por medio de sus empleados en taquilla que los viajes, si es “que las cosas mejoran” (y con “cosas” uno no sabe si se refieren al clima o la mesa de dialogo de cese al fuego que la CNTE y SEGOB sostendrán esta tarde)  las corridas regresaran para dentro de un mínimo de diez días

“Es presión, hoy todo es presión”, afirma Daisy Canalizo, quien tiene su pequeño negocio de compras por internet  del que prefiere no dar detalles.

“A veces pienso que esto nos va a acabar por reventarnos a todos. Luego pienso que eso a nadie le conviene y se me pasa”.

Daisy ríe con su ocurrencia, menciona los 2 mil millones de pesos que los empresarios de la entidad han asegurado que se han perdido gracias a los bloqueos CNTE- activistas- sociedad civil.

“No creo que los empresarios se queden de brazos cruzados”. Se le recuerda a Daisy que el motivo de esta platica es el desabasto, sobre el cual incluso ya hubo un desplegado de locatarios y bodegueros de la Central de Abastos amenazando a la CNTE y partidarios de que si continuaban con su bloqueos, ellos iban a tener que accionar.

“Como que nos quieren poner en el mood Venezuela, pero Oaxaca creo que es más grande que eso”.

Asegura la chica de 25 años, habla sobre las fotos en redes sociales donde se dan cuenta de que lo que sobra en los mercados populares de Oaxaca son verduras, frutas y legumbres, donde fotógrafos, artistas, reporteros y ciudadanos en general.

Donde se les invita a los ciudadanos que enfoquen sus energías de consumo en los mercados comunitarios, en el auto sustento, en los productores locales.

“Eso está muy bien, se necesita de ese hipismo en estos tiempos de  crisis, de volver a esos preceptos de la solidaridad y el bien común”.

Dice la chica, aunque recalca que en términos reales lo que se está dando también es el agandalle, ya que en algunos mercados ha encontrado precios altísimos. “Hoy el aguacate está casi al doble de los que estaba hace un mes”.

Efraín Cruz tiene casi tres años viviendo en Oaxaca, viene de un lugar de Veracruz que no quiere especificar. En la verde Antequera  cuenta que le llevó unos meses poner su negocio de pollos fritos.

“Y yo que venía huyendo del desmadre y ahora esto”.  Efraín justo antes de que se le abordara ha sostenido una acalorada discusión con uno de sus clientes habituales.

Un cliente promagisterio que le ha dicho, literalmente, que hoy los maestros está luchando por todos. Efraín se ha enojado sobre manera  por esta última observación. Después de un rosario de descalificativos contra los docentes, ha dicho que los maestros nunca han luchado por nadie que no sea ellos mismos y que está no es la excepción.

“Acá nomas somos los rehenes, compa, acá nomas somos los rehenes. Nosotros, la gente que todo los días se despierta para chambear y librar el día, no estamos en la lucha de nadie. Al contrario, estamos en la mira de todos. Gobierno, maestros, organizaciones sociales, todos”.

“Nomas somos un pretexto, compa, nomás eso somos”. Cliente promagisterio le ha dicho que el apoyo a los maestros debe ser ahora. Que las reformas estructurales del gobierno federal pretenden privatizarlo todo, y “tienen al pueblo de rodillas”.

Comentario que también ha enervado la psique del pollero. “Yo no estoy de rodillas con nadie, compa, con nadie. He trabajado toda mi vida, le he chingado duro, me he despertado temprano a darle desde que tengo quince años”.

“A mí no me van a venir a convencer de que a los maestros les interesa que saque mi chamba todos los días. Que lleve el sustento a mi casa”.

“¿Entonces, eso sí le interesa al gobierno?”, le ha revirado el Cliente en una plática que para los que la presenciamos ya andaba sacando chispas.

“Ni al gobierno ni nadie, solo a mí. Y entonces, ¿cómo voy a sacar mi chamba y el sustento de los míos, si me cierran las carreteras, los caminos, si no me dejan salir a ningún lado, si se me disparan los precios de los ingredientes con los que trabajo?”.

“¿Cómo voy a hacer lo que me corresponde si lo único que quieren hacer todos conmigo y con otros como yo es reventarnos?”

Reventar es un término que también ha mencionado Daisy, aunque su visión del conflicto magisterial dista un poco de la expresada por Efraín.

“Los maestros me parece que parten de algo justo, y después de los nueve muertos de hace una semana, pues más lo pienso. Lo que sí creo es que se están equivocando en el método”

“Porque si realmente  están dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias con mucho lo  han anunciado, deben darse cuenta de que a esas últimas consecuencias vamos a llegar todos. Y segura estoy que no vamos a llegar tirando buena vibra entre nosotros, al contrario, si pasa, va a estar muy feo”.

Al respecto, Carlos Rojas es más conciliador. “Dicen que las bodegas de los almacenes ya están al  treinta o cuarenta por ciento de su capacidad, según datos de cámaras empresariales”.

“Y puede ser que sí, pero también puede ser que no. Lo que hoy no debemos de perder de vista los oaxaqueños es que ya somos parte de los cálculos de un juego de poder”.

Rojas recuerda que pese a los anuncios por la prensa de que los Oxxos, Wallmart y otros almacenes y tiendas de autoservicio iban a cerrar sus puertas gracias al conflicto social que hoy se vive, hoy en Oaxaca continúan abiertos.

“La paranoia es una mala consejera. Y si nos abandonamos a ella, las cosas no van a mejorar”.

Finalmente Rojas explica una señal de la difícil situación que le hizo pensar que definitivamente al mal tiempo hay que darle buena cara.

“En la tienda de la esquina de mi casa la doñita me vendió una lata normal de coca cola en trece pesos. La verdad hasta me lo tome con filosofía”.

El entrevistado cuenta que curiosamente el doctor le había recomendado hace unos días dejar de beber coca- cola definitivamente.