Por Francisco Ramírez
Con la experiencia de haber sido apedreado por habitantes que se oponían al ordenamiento territorial de su colonia; el actual regidor del ramo en el municipio capitalino, Álvaro Reyes Sánchez, calificó como “complicado” el tema, sobre todo cuando a pesar de tener el reconocimiento municipal, estos asentamientos se encuentran irregulares.
El líder cetemista del ramo del transporte reconoce que la actual administración ha puesto de su parte para lograr dar certeza jurídica a los habitantes de las más de 300 colonias de la capital.
“Irregulares son todas”, dice Reyes Sánchez, quien a la vez explica que son las autoridades ejidales y comunales quienes sin una visón de desarrollo urbano venden y lotifican sus parcelas.
En este sentido y luego de un mapeo, el integrante de la Comuna dice que de 45 colonias irregulares “no reconocidas”, solo una –Lomas de Xochimilco, perteneciente a la cabecera municipal- tiene un avance importante en cuanto a su regularización.
Por lo que se refiere al número de colonias irregulares por agencia, refirió que en Donají se ubican cinco colonias irregulares; Pueblo Nuevo, dos; San Felipe del Agua y San Juan Chapultepec, una; San Luis Beltrán, cinco; Santa Rosa Panzacola, nueve, y Trinidad de Viguera, 18 parajes.
Reiteró que en la mayoría de estos asentamientos la condición del suelo son terrenos ejidales, de las cuales no existe una escritura, por lo que a la vez estas colonias ante su situación no cuentan con los servicios básicos, tal es caso de la electrificación, drenaje, agua potable y pavimentación.
En cuanto a la situación de cada una de estas colonias, dijo, el 50 por ciento de ellas se encuentra en extrema pobreza, el resto, otro 50 por ciento, se encuentran marcados por la pobreza a pesar de recibir algunos de los servicios que presta el municipio.
Esta situación dice Reyes Sánchez, propicia que se complique el reordenamiento de las colonias, sobre todo que la autoridad que llega encuentra una infinidad de problemas para delimitar las mismas y en ocasiones no se les puede prestar ningún servicio porque entre los mismos vecinos no se ponen de acuerdo.
“La mayor parte de las colonias, aun cuando las reconoce el municipio, no cuentan con un proyecto de urbanización, gran parte de estas se formaron ante la llegada de “paracaidistas” o la desmedida venta de terrenos que realizan las mismas autoridades ejidales o comunales”.
