Fogonero: El 2016 será hermoso, palomitas

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Por Rodrigo Islas Brito

¿Qué tantas bromas pueden soltarse un 28 de febrero? Podríamos averiguar y empezar a contar.

Empecemos por decir que el 2016 se visualiza como un año hermoso. Económicamente inmejorable, con las campañas políticas surgiendo en Oaxaca con justicia y honestidad por todos lados, con los aspirantes a gobernadores, diputados y presidentes municipales brotando como gremlins en la lluvia, con legitimas y honestísimas aspiraciones de servir a su estado, a su ciudad, a sus paisanos.

En un país que hoy se vislumbra con una economía en pleno crecimiento, en un estado que ya reportó mas mil millones en deudas a proveedores, pero que ya aclaró pertinazmente que eso (en un estado que siempre ha resguardado su economía al amparo del dinero del gobierno) no significa que la economía este parada.

Sin más devaluaciones nacionales posibles a la vista, con los tentáculos infernales del crimen organizado a punto de desaparecer gracias a una política de Seguridad Nacional sobria y certera.

Con Guerrero, Michoacán y Tamaulipas como baluartes del crecimiento del producto interno bruto de un México en el que los desaparecidos y las fosas clandestinas se han convertido en una especie en extinción gracias al principio de cero tolerancia del gobierno federal para con la narco política y los políticos narcos.

Un país donde la golpiza y toques eléctricos repartidos por la fuerza pública a ancianos que exigían en Veracruz el justo pago de sus pensiones es el punto y aparte que el país necesitaba para darse cuenta de que su contrato social se estaba yendo irremediablemente a la mierda.

Se sabe ya que el gobernador de aquella entidad, Javier Duarte, ha recibido ya por parte de la Suprema Corte de Justicia de la Nación un ultimátum para su renuncia y para investigar todos aquellos casos de corrupción que llevaron a que hoy Veracruz sea un estado con las arcas públicas quebradas, con un discurso gubernamental fascista naturalizado que ha llevado a que los sexagenarios y octogenarios jubilados que hace uno días se manifestaron por el justo pago de su retiro solo para poder seguir viviendo, hayan sido tachados ya de revoltosos al servicio de fuerzas desestabilizadoras.

Lo que viene es grandioso, solo hace falta ver el cambio de registro de Enrique Peña Nieto y sus ganas enormes de gobernar. Solo hace falta darse cuenta de la unión de la cristalina izquierda mexicana, quienes ya se pusieron todos de acuerdo en que Andrés Manuel López Obrador sigue siendo el más bragado para ir otra vez por la grande en el 2018.

Con el Peje dando muestras siempre de sus criterios inclusivos con un partido MORENA, al que cuentan que ya hasta le puso copyright, pero que ha democratizado hasta el tuétano, dejando claro que en su mente no existe para nada ese caudillo de divinidad inmaculada que sus enemigos le quieren endilgar.

Con el priismo más honesto que nunca, encarnado en ese hombre de bondad infinitamente desinteresada llamado Manlio Fabio Beltrones, que como presidente del PRI ya dijo que su coterráneo de dorada pulcritud, Enrique Peña Nieto es un presidente que ya cumplió con los mexicanos.

Aclarando que si el país en estos tres años de gobierno está internacional y nacionalmente mas quemado que nunca en su imagen de caudal de inacabable impunidad, brutalidad y zozobra, es sólo por las ganas que tienen los más amargados de encontrar la piedra en el frijol prieto.

Lo que viene es hermoso, les digo. Sino ahí está la futura visita del nuevo Papa Francisco, idolazó de los jóvenes católicos que ven sus actos de humildad como haber quitado la alfombra roja de sus paseíllos, un símbolo inequívoco de un San Pedro reencarnado.

Que ya dijo que si no fuera por la Virgen de Guadalupe él ni se paraba por México, pero que negocio es negocio.

Lo que viene es hermoso, les digo, sino ahí están Carmen Campuzano y Lyn May recorriendo el país en su duelo de DJs, o las infinitas secuelas, precuelas y quimeras de Star Wars, con Disney calculando a poblar las pantallas del mundo con su encanto de la Fuerza se folla al lado oscuro.

El 2016 es una tierra de oportunidades, donde todo saldrá bien. Donde la ambición, las tropelías, la hipocresía, la barbarie y los dobles, triples y cuádruples discursos no reinaran más.

Lo que viene es hermoso, les digo.