La Escuela Secundaria Técnica 196 de Juchitán, Oaxaca, a 278 kilómetros de ese municipio, en Santa María Coyotepec, muy cerca de la ciudad de Oaxaca, es una de las escuelas que se abrió porque los padres de familia expulsaron a los integrantes de la CNTE, cansados de los paros de labores.
Ahora los alumnos están a cargo de maestros de la Sección 59.
“Ya tenemos 180 alumnos, contamos con el terreno donado por la autoridad comunal, contamos con las instalaciones aquí dentro del terreno, contamos con todos los requisitos que requiere el Instituto para poder otorgar una clave del centro escolar”, comentó Ernesto Alavés Camacho, director de la Secundaria Técnica 196.
Es lo que el Instituto de Educación Pública de Oaxaca llama módulos irregulares.
Para el IEEPO, estos centros educativos están en la ilegalidad, porque trabajan con claves de otras escuelas, personal externo y maestros sin oficio de comisión.
“No se trata de ningún tipo de hostigamiento, no se trata de ningún tipo de persecución, es un tema de ley que el Instituto está realizando, regularización de servicios educativos y en ese sentido se busca abatir todas las irregularidades”, señaló Jorge Oropeza, vocero del IEEPO.
En unas 250 escuelas como esta, estudian alrededor de 40 mil estudiantes que podrían perder el ciclo escolar, si la autoridad educativa no reconoce los estudios.
En algunos casos, los estudiantes reciben sus documentos pero, con varios meses de retraso. Esto pone en riesgo la continuidad de los estudios de los escolares que cursan el último año del nivel educativo.
Son precisamente los maestros de los llamados módulos educativos irregulares los que cumplen con los 200 días del calendario escolar.
Nunca faltan a clases pero, desde hace varios años, son desconocidos por las autoridades educativas del estado de Oaxaca.
