Las mujeres indígenas no necesitan ser tutoradas en sus derechos por el Estado

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Zaira Alhelí Hipólito López es la coordinadora del libro “Mayordomía de Saberes: Mujeres Indígenas hilando juntas “, resultado del proyecto que puso veinte jóvenes mujeres a desarrollar diagnósticos comunitarios en su comunidades.

Con un trabajo de cerca de un año de planeación y financiado por la Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez, las mujeres tomaron un curso de cinco módulos donde se les hicieron de su conocimiento todas las herramientas relativas al diagnóstico y a la gestión.

“El principal propósito de hacer estos diagnósticos es que sea la misma gente la que detecte las problemáticas que existen en su comunidad y que haga una priorización sobre cuáles son las más importantes.”

Explica Zaira y comenta que ya existen muchos programas de políticas públicas elaboradas exclusivamente desde un escritorio, planeadas y sacadas a la luz de manera fortuita por un grupo de funcionarios que solo están buscando cumplir con su trabajo.

“Consideramos importante detectar que herramientas eran más útiles y cuales hacen que las personas se involucren más rápidamente en los procesos.”

Explica Hipólito López respecto a las temáticas de un curso desempeñado en Guelatao en la Universidad de la Sierra Juárez, la cual apoyó con un curso de computación para las participantes

Carolina Vázquez ayudó con un curso de perspectiva de género, mientras que Zaira y Gabriela Linares se avocaron a revisar entre las participantes la perspectiva indígena de las mujeres

La psicóloga social comunitaria afirma estar convencida de que la igualdad entre mujeres y hombres se construyen de maneras distintas en las ciudades y en las comunidades.”

“Se trata de repensarnos como mujeres indígenas desde nuestros espacios, que derechos podemos reclamar, cuales ya tenemos y como debemos nombrarlos.”

Sobre el tema de que existe una especie de certeza de que las mujeres indígenas no participan en política, específicamente en los Sistemas Normativos Internos, antes Usos y Costumbres, a quien la periodista de Proceso, Sanjuana Martínez llamó “abusos y costumbres”, por considerar que es un sistema diseñado, para hacer una apología del machismo, la originaria de Taneze de Zaragoza, considera.

“El tema de mirarlo como un régimen machista, no lo vamos a negar. Pero también es cierto que este está atravesado por el racismo, por ser un sistema indígena y porque el derecho positivo dicta que lo que no está escrito, no es ley.”

“Las mujeres que participan en el sistema de partidos, su representatividad tampoco es muy amplia y tampoco ocupan los espacios más importantes. No hay una paridad real en el Congreso aun cuando hay una ley.”

Zaira comenta, que a partir de las reflexiones que se hicieron con las asistentes al curso, muchas reconocieron “los espacios que efectivamente tenemos, y se plantearon el cómo fortalecerlos.”

Hipólito asegura, que existen labores en las comunidades de las mujeres que no se están reivindicando. Como el tema de la fiesta, donde quienes más trabajan en ese proceso, son las mujeres.

“En las asambleas comunitarias en ningún lugar dicen las mujeres no van. Hay mujeres que han ejercido muchos cargos.”

Zaira considera, que se trata hacer un camino propio. “Hay compañeras que quieren y otras que no, unas que dicen que quieren ser presidente municipal, otras dicen de plano que no les interesa.”

La artífice de “Mayordomía de Saberes: Mujeres Indígenas hilando juntas “, relata el caso de una mujer participante del libro que quería medir la participación femenina en su comunidad.

“En su proceso de observación llegó a la conclusión que la solución de las mujeres no es participar políticamente. Ellas le dijeron, no, necesitamos entrar en política, lo que necesitamos son proyectos productivos, mejorar el acceso a la salud e incentivos para el campo.”

Para Zaira todo gira en torno a la participación-acción y como hacerla, reflexionar y hacerla otra vez

El resultado son nueve diagnósticos, nueve proyectos que las mismas mujeres están buscando concretar.

Como Carina Zaragoza, quien hizo su diagnóstico en la escuela multigrado de su ranchería, con la idea de proponer actividades que llenen las horas de clase y a su vez cumplan con los intereses extraescolares que se tienen hacia adentro de la misma comunidad.

En cuanto al tema de la Salud, otro de los diagnósticos resultados de Mayordomía fue la formulación de un decálogo de una comunidad que marca a que tienen derechos como pacientes sus habitantes, y a que están obligados las y los médicos, en cosas tales como respetar y procurar sustanciales mejoras en el trato del parto

Por su parte una chica de los Mixes en Asunción, Cacalotepec hizo un proyecto que tenía que ver con la optimización del uso del equipamiento y el equipo con el que la comunidad ya cuenta para la cría de pollos.

“Este libro es para decirle al estado, no te esfuerces en hacer diagnósticos, acá están, con sus propuestas de soluciones.”

“Esta propuesta va en el sentido de dejar claro que en la comunidades no somos gente que necesite ser tutorada en su derechos.”

Sobre que espera del impacto “Mayordomía de Saberes: Mujeres Indígenas hilando juntas “, Zaira es precisa.

“Que lo usen, lo reproduzcan y ojala les pueda servir.”