FOGONERO: La CNTE desesperada

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La sección 22 vuelve de sus vacaciones decembrinas a una lucha en la que su suerte ya se antoja desesperada. Así lo hace pensar el que hayan tomado prestado un camión de bomberos y otro de la Comisión Federal de Electricidad para ir a bajar y destruir algunas cámaras de seguridad del C4 bajo el pretexto de proteger la privacidad de una sociedad que en su gran mayoría ya los alucina.

“Nosotros movemos la economía del estado” respondió una profesora que estaba inspeccionando que las cámaras se bajaran en tiempo y forma frente a un grupo de espontáneos que aspiraban a hacerle ver que las cámaras estaban ahí también para darles seguridad a la ciudadanía.

Pero nada pudo contra la lucha de la CNTE contra las cámaras represoras, además de que también miembros del sindicato jalaron con un semáforo ubicado en uno de los cruces vehiculares más importantes de la ciudad, con los cual vale preguntarse si los maestros luchadores sociales de carrera no perdieron ya la poca brújula que les sobraba en su afanes contestarios.

Uno puede entender que cierre el aeropuerto y la central de autobuses para ejercer presión, uno puede comprender que con la gasolina en alza incontrolable les entre un espíritu “robinhooodnezco” y tomen gasolineras y se pongan a regalar combustible al pueblo cual Pancho Villa repartiendo maíz a los campesinos liberados de sus latifundistas.

Uno incluso puede entender, aunque ahí está más difícil, que su imperecedero plantón en el zócalo de Oaxaca lo aderecen con la implantación de asociaciones de vendedores ambulantes de cuyo mega tianguis el sindicato se acaba llevando su millonaria mochada. ¿Pero quitar un semáforo en una de las avenidas más transitadas de la ciudad? ¿Por qué?, ¿Para qué? ¿Qué propósito revolucionario y reivindicador de justicia magisterial podría llevar esto?

“Esto ya suena a desesperación”, como bien dijera un taxista del centro de la ciudad. “A patadas de ahogado”.

Con su Ley Estatal de Educación congelada en el congreso local principalmente por unos diputados del PRI a los que no se les ve ganas ni voluntad de someterla tan siquiera a la mínima discusión del pleno, con un gobierno estatal (principal aliado de sus demandas en más de cuatro años) haciendo ya maletas y con un cada vez más limitado margen de acción y de influencia, con la Ley Federal de Educación ya pasando por todos los estados, con la SEP controlando ya sus cheques quincenales en los que ya anunció que los cambiara de su amado y maleable Banco Santander a un cualquier banco transnacional que los trate como cualquier hijo de vecino, sin IEEPO la cual ir a tomar para poder exigir sus exigencias (si, así, con pleonasmo).

La presentación con vida de los 42 normalistas de Ayotzinapa fue un barco a la cual la 22 se subió muy tarde, y se subió por encimita. Como siempre en los propósitos justicieros de la CNTE (como en el 2006 cuando en el día final del conflicto la PFP se puso a arrestar rijosos de la APPO y curiosos que iban pasando para mandarlos a una cárcel de Colima, y dentro de los cuales no se encontró a maestro alguno, mismos que habían abandonado el barco desde mucho antes pues ya no podían vivir sin cobrar sus cheques quincenales) los profes oaxaqueños se enfrentan a la verdad de que sus coches, sus casas de interés social, las colegiaturas de sus hijos, sus negocios, sus misceláneas, su economía “que mueve al estado” no se pagan solas.

Y es en esta conveniencia irremediable en donde su discurso libertario ha venido a morderse la cola, en la medida en las que sus enemigos políticos, llámese políticos impresentables o miembros kamikazes de la sociedad empresarial, han terminado por encontrar en su incongruencia ideológica y discursiva ese punto de quiebre para irlos dejando cada vez más solos, arrinconados y confrontados con una sociedad civil que ya los mira con ojos de “¿y ahora que quieren estos gandallas?”

La 22 nunca ha defendido a nada más que no sea su pueblo, su estado y eso no incluye a Oaxaca y a los oaxaqueños, sino a la propia 22 y sus ochenta mil agremiados (algunos de los cuales cobran por trabajos que no se desarrollan en un aula y que no queda claro en donde exactamente se desarrollan).

Resta ver hasta dónde llega esta nueva jornada de lucha de la sección 22, con sus acciones cada vez más irreflexivas, con su desesperación cada vez más galopante, con el muy probable regreso el próximo sexenio del PRI al poder gubernamental ante los que les urge empezar a ofertarse ya como un capital político.

Al final queda la sensación de que la CNTE encontrará el camino para sobrevivir y seguir simulando, mientras tanto el heróico cuerpo de bomberos del estado de Oaxaca se prepara a seguir preguntando si alguien de casualidad ha visto por ahí alguno de sus camiones.