Así es la cárcel de máxima seguridad donde ‘El Chapo’ pasaría el resto de su vida

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Forbes

Ciudad de México. Tras conocerse la sentencia que enfrentará Joaquín “El Chapo” Guzmán, la pregunta ahora es existe una prisión capaz de retenerlo el resto de sus días. EU parece tener la respuesta a esto: ADX Florence, la cárcel más segura del país y la única con la etiqueta “Supermax”.

Consciente de que el capo mexicano ha mostrado su capacidad para fugarse -en México se escapó en dos ocasiones de prisiones de máxima seguridad y en una de ellas a través de un túnel de un kilómetro y medio desde su celda-, las autoridades estadounidenses tienen preparado la cárcel más segura del mundo para que “El Chapo” no concrete una tercera fuga.

Se trata del Centro Penitenciario y Administrativo de Máxima Seguridad en Florence, Colorado, una prisión de supermáxima seguridad de EU (y del mundo) construida para desconectar a sus reclusos del mundo.

Hasta el momento nadie se ha escapado de esta prisión desde su apertura en 1994. “Está muy bien diseñada para su propósito, retener a los delincuentes más peligrosos del sistema penitenciario federal”, dijo a Reuters el profesor del John Jay College of Criminal Justice y excomisario del Departamento Correccional de la ciudad de Nueva York, Martin Horn.

“En sus dos fugas anteriores, Guzmán ha demostrado que puede tener un mayor riesgo de escape que cualquier otra persona. Eso hace de ADX Florence un lugar apropiado para él”, añadió.

Así es la ‘Alcatraz de las Rocollosas’
Situada a unos 185 kilómetros al sur de Denver y a unas tres horas del exclusivo resort de Aspen, donde cada invierno los millonarios van a practicar esquí y snowboarding, se encuenta la prisión ADX Florence, también conocida como la “Alcatraz de las (Montañas) Rocollosas” en honor a la célebre prisión de San Francisco.

“Está literalmente construida en la ladera de una montaña, con una robusta infraestructura de seguridad”, detalló Horn. Los sentenciados llegan a esta prisión en autobuses, vehículos especiales e incluso en helicópteros Black Hawk.

Con su llega esta prisión de máxima seguridad, “El Chapo” se sumará a los 376 reclusos que hoy cumplen sus condenas en este lugar. Y no se trata de prisioneros comunes, ya que aquí se encuentran los criminales más notorios del país:

También se reencontrará con viejos rivales, con quienes se enfrascó en sanguinarias disputas: Osiel Cárdenas (del cártel del golfo) y Francisco Javier Arellano Félix (cártel de Tijuana), recluidos también en ADX Florence.

El día a día de Guzmán Loera a partir de ahora será la soledad, ya que los reclusos de esta prisión permanecen por lo general confinados durante 23 horas al día en celdas solitarias de 2.1 por 3.6 metros, que cuentan con una pequeña ventana de poco más de un metro de alto que sólo permite la entrada de un poco de luz y está diseñada de tal forma que sólo se puede ver hacia el cielo, impidiendo que el ocupante pueda observar más allá del edificio.

Pueden ver la televisión en sus celdas y tener acceso a servicios religiosos, programas educativos y un almacén, pero no pueden mover nada de lo que ahí se encuentra: la cama es una losa de concreto cubierta con un delgado colchón y mantas; el banco y escritorio están integrados en el “diseño” de la celda -y también son pesados bloques de concreto-.

Además se aplican restricciones especiales para garantizar que los reclusos no puedan ejercer influencia o lanzar amenazas más allá de los muros de la prisión.

Cabe recordar que en las anteriores fugas de “El Chapo” su injerencia sobre guardias y comunicación con sus colaboradores hicieron posible sus escapes: su primera fuga, en 2001, se dio supuestamente en un carro de lavandería y con la ayuda de funcionarios de la prisión; y la segunda, en 2014, fue a través de un túnel de un kilómetro medio que conectaba al exterior con su celda.

En la “Alcatraz de las Rocollosas” los prisioneros no pueden moverse sin escolta y se realizan recuentos al menos seis veces al día.

En el exterior Patrullas fuertemente armadas rondan el extenso complejo. Una docena de imponentes torres armadas se elevan por encima de los edificios de ladrillo desproporcionadamente bajos. Las paredes están cubiertas con alambre de púas y bloquean parcialmente las montañas cubiertas de nieve.