Presentan “El cuerpo como campo de subversión”

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Oaxaca de Juárez. El viernes 11 de noviembre a las 18:00 horas, se rendirá homenaje a la fotógrafa chilena Paz Errázuriz y posteriormente a las 19:00 horas, se llevará a cabo la inauguración de la exposición “El cuerpo como campo de subversión”; como parte de las actividades de la 36 Feria Internacional del Libro de Oaxaca.

Los reconocidos artistas chilenos Paz Errázuriz, Mauricio Toro Goya, Zaida González, Andrés Durán, Nicolás Rupcich y Andrés Figueroa, forman parte de la Exposición “El cuerpo como campo de subversión”, bajo la curaduría de Andrea Jösch, fotógrafa, académica, investigadora de la Facultad  de Arte de la Universidad Finis Terrae y  destacada curadora de fotografía contemporánea del país invitado, con la participación en la edición e impresión de obras de Jorge Gronemeyer, fotógrafo, investigador e impresor.

Con el objetivo de fortalecer vínculos entre ambos países, propiciar el cruce e intercambio cultural y generar instancias de difusión y circulación de los artistas y sus obras, esta muestra forma parte del Proyecto de Cooperación Cultural Chile  México, ganador del Concurso DIRAC 2016 de la Dirección de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de Chile, dirigido por la destacada gestora cultural y Directora de la Galería CHILE ARTE  Alejandra Araya  Hernández.

En la exposición, la curadora Andrea Jösch  plantea una reflexión en torno a la representación del cuerpo como sistema de poder,  a través de la obra de artistas chilenos  interesados en el problema de la imagen. La intención es poner en tensión la relación del individuo invisibilizado, con la sobreproducción de representación en la cual estamos inmersos. El problema es visto desde la dislocación entre imagen, mediación y construcción simbólica a través de la borrosidad social de lo corpóreo

Tres series retratan al sujeto marginalizado; Paz Errázuriz, con la serie La Manzana de Adán (1989), retrata a travestis que explotan su sexualidad como forma de sobrevivir a la negación social, intentando construir una comunidad libre, en medio de una dictadura militar represiva y violenta. Andrés Figueroa retrata en su serie Tiradores (2013-2015) a personas provenientes de la periferia social, que con su fuerza  física arrastran carros  que contienen los puestos y la mercadería de las ferias libres. Un retrato de la condición humana, en tiempos en donde aquello nos recuerda lo frágil de nuestro sistema social y económico.

Zaida González en su insistencia sobre el retrato de género nos propone en Ni lágrimas ni Culpa (2011-2016), imágenes cargadas de  citas sobre la cotidianeidad de la espera y del desamparo, pero también sobre el cuerpo como rebelión frente a la norma y el prejuicio visual. Estos trabajos tensionan la condición del cuerpo normado, construyendo mapas humanos cargados de bordes y marginalidades que nos permiten mirar un poco más acá, para ingresar al territorio de lo humano.

Andrés Durán habla de otros cuerpos, en Monumento Editado (2014-2016), los de la estatuaria republicana que se inserta dentro de la ciudad contemporánea y que conllevan simbolismos tan grandilocuentes como el de nación o patriotismo.

Héroes consumados que son alterados para transformarse en esculturas críticas del sistema, tanto de la historia como de la memoria, una maniobra frente a las representaciones construidas por los vencedores. Esta reflexión la atraviesa también Nicolás Rupcich, en el vídeo ML (2011) borrando toda información de la sala donde está emplazada la Mona Lisa, en el Museo de Louvre, dejando a la vista un centenar de turistas atiborrados que fotografían o graban a través de diversos dispositivos móviles la pintura. La experiencia de la contemplación ha variado a tal extremo, que hoy está mediada por la capacidad óptica de los dispositivos, perdiéndose la capacidad del asombro o de la relación con la corporalidad de las cosas.

En Tod der Sonne (2015) el público ingresa a un tiempo otro, el de la corporalidad de la mirada, dejando paso a la reflexión en torno al tiempo de las imágenes y al espacio de las transmutaciones. Mauricio Toro Goya  nos habla sobre  el caos, el mestizaje, la parodia y el simulacro. Una constante y persistente contradicción de nuestros pueblos, que ejercen su autonomía y su transculturización sin tapujos, mientras que la frontera  la ponen otros, aquellos que imponen un mundo sin densidad. El cabello de la Virgen (2015) es un cortometraje donde las dimensiones de la vida y la muerte proponen una rebelión poética entre el mestizaje cultural y la hibridez corporal.

La representación de los cuerpos ha sido narrada insistentemente por los que ejercen el poder, penetrando en nuestras vidas de forma violenta e insistente, ya sea a través de los medios de comunicaciones, las narraciones históricas oficiales o las aulas escolares, convirtiendo a los sujetos en sistemas de especulación corporal. La subversión de la mirada que nos proponen estos artistas, nos permiten abrir un espacio de reflexión sobre la condición humana y la memoria social.

Paralelamente a la exposición se llevarán a cabo las siguientes actividades tanto en el Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y en el Centro de las Artes de San Agustín:

– 12 de noviembre- Entrevista de Abraham Nahón a Paz Errázuriz, CFMAB, 16:00 a 17:00 horas

-13 de noviembre – Taller de Foto Escultura para niños, impartido por Mauricio Toro Goya, CFMAB, 10:00- 14:00 horas.

-14 de noviembre- Taller de imagen grasa para niños, impartido por Andrés Figueroa, CFMAB, 16: 00 a 19:00 horas.

 -14 de noviembre-  Taller de coloreado fotográfico, impartido  por Zaida González, Centro de las Artes San Agustín, 16: 00 a 19:00 horas.La muestra estará abierta al público hasta el 19 de enero de 2017,  de miércoles a lunes en un horario de 9:30 am a 8 pm.