La vida en Oaxaca después de Nochixtlán

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24 Horas.

Los oaxaqueños que no son maestros, tratan de seguir con su vida normal. Continúan los bloqueos en las ocho regiones. Los profesores han colocado retenes y por unas horas dejan pasar a los automovilistas y camiones urbanos, pero detienen a los de empresas transnacionales, pero llega un momento que deciden que ya no hay paso para nadie.

El desabasto aún no es grave en la capital. En tiendas como Chedraui, Soriana y Aurrera hay prácticamente de todo, sólo se aprecian problemas en las frutas, legumbres, pan de caja y refrescos. Al momento no hay compras de pánico. Ni tampoco hay supervisión de la Procuraduría Federal del Consumidor(Profeco).

Al interior de la entidad la historia es diferente, los insumos no llegan por los innumerables bloqueos que hay.

Los conductores de las pesadas unidades no se arriesgan, el domingo 19 de junio, simpatizantes y maestros quemaron decenas de camiones, motos y vehículos particulares.

La autopista Oaxaca-México sigue totalmente bloqueada. Nadie sale por esa vía, ni tampoco entra. Los poblanos son los que abastecen a la Central de Abastos y ellos están estancados.

Aún no hay corridas de la empresa Autobuses de Oriente (ADO) a ningún lado. A la Ciudad de México hay que transportarse vía área y los vuelos están saturados, y caros.

Tampoco hay clases en gran número de las 13 mil 500 escuelas que hay en Oaxaca. En algunas, los maestros han adelantado que ya no se presentarán hasta la entrega de calificaciones.

En casi todas las escuelas han pedido apoyo de los padres a su causa, muchos son rechazados. Les dan toda clases de explicaciones para que se unan en la lucha contra el gobierno federal.

Una gran mayoría de maestros contrata a un tercero por 500 pesos para que lo supla en las manifestaciones y plantones. El domingo pasado estuvieron pagando hasta 900 pesos por persona para que acudieran al enfrentamiento con los policías federales en Nochixtlán y Hacienda Blanca.

La ciudadanía los ve con recelo, pero no se atreven a enfrentarlos porque se tornan en personajes agresivos.

En sus toman de dependencias se la pasan leyendo los diarios, revistas, tejen, bordan y duermen.