El cine íntimo y femenino de Mariana Musalem

0
199

“Sigo buscando un estilo. Pero lo que sé es que me gusta hablar de las relaciones entre las personas y lo que pasa con ellas en el tiempo. Como afectan a cada uno de los que se ven involucrados en ellas”.

Mariana Musalem cuenta, que su gusto por el cine surgió con las películas francesas y alemanas que su padre programaba en la casa de la cultura oaxaqueña, cuando ella tenía nueve años, y a la cuales no les entendía nada pero que le mostraron sensaciones que no se irían jamás.

“Años después empezaron a traer las Muestras de la Cineteca Nacional a Oaxaca, ahí me di cuenta de había otra manera de contar historias, no nada más al estilo Hollywood y eso me gustó más”.

Musalem se dio cuenta, que se pueden contar cosas con personajes que aspiren a una complejidad que vaya más allá de servirle exclusivamente a la historia y a sus explicaciones.

“No me gusta el cine donde pasan, pasan, pasan cosas y no hay un personaje con el cual identificarte.”

Al final del día, es la última entrega de Mariana y su tesis para egresar del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC).

“Un día me llegó el mail de una de mis mejores amigas de la preparatoria, que vive en Chicago y de la que no había sabido nada en años.”

“Me dice que va a tener una hija, que se va a casar y que quiere ir con su hija a Oaxaca y que nos conozca a nosotros, sus amigas.”

Musalem pensó entonces en que pasaría si se reunieran en este momento las tres mejores amigas de la preparatoria y junto con la guionista Ana Mata, empezó a intercambiar historias de ellas y sus amigas.

“Historias personales, de mujeres que hubieran tenido alguna perdida o separación”.

Al final del día versa sobre tres amigas (Yadire Ruiz, Ireri Solis, Hanne Jiménez Turcott) que se reúnen en su tierra natal y en la casa donde pasaban su adolescencia, soñando una tranquilidad y una dinámica de las apariencias que vendrán a ser rotas por la hija de cinco años de una de ellas (Hanne Roberta López), lo cual las llevara a sacar, aunque no quieran, aquello que las quema dentro.

“Es un corto no tan corto, dura 39 minutos, lo cual lo vuelve difícil para que lo que programen en Festivales.

En el fondo yo era consciente de eso, pero sabía, que historia iba a durar lo que tuviera que durar.”

“A las tres actrices las escogí por sus personalidades y por sus historias personales, tuvimos platicas, algunos ensayos, de ahí a un rodaje de once días en una casa en Santa Catarina de Cienaga”.

“Buscaba personalidades compatibles con la mía, de trabajo y personalmente. Fue un esfuerzo de hacernos amigas.”

Musalem cuenta, que en comparación con Estío (su anterior cortometraje) en la dirección se dedicó más a dirigir a los personajes. “No es una dirección tan estética como lo fue en Estío.”

Estío está basado en un cuento de Inés Arredondo, sobre una mujer que recibe a su hijo y su amigo en su casa con alberca para pasar el verano. Madre tiene mucho amor por su hijo, amor que, al final nos daremos cuenta que también es deseo.

“Me gustan los tema de triángulos amorosos, historias de incesto. Pero me gustó más la forma sutil de tratar el tema, el ir descubriendo lo que en realidad está pasando, a través de los ojos de la madre y de su contacto con el exterior, con la naturaleza, el agua, el clima.

Estío está marcado por una cierta influencia atmosférica y temporal del cine de la argentina Lucrecia Martel, de lo cual Mariana comenta que no estuvo consciente hasta que ya había terminado el cortometraje.

“Vi sus películas (La Cienega, Niña Santa, La mujer sin cabeza) y si me sentí identificada con su universo, ese universo femenino del que no se habla mucho, de las formas de sentir de las mujeres”.

“En la mayoría de las películas los protagonistas son hombres, hay una mujer, pero esta se mantiene detrás.”

Musalem también acudió al cine de John Cassavetes, para hacer Al final del día, “vi Esposos y me eche un libro suyo antes de filmar la película”.

La historia de tres hombres, que se encuentran porque se les muere un amigo y se ponen al día sobre sus propias neurosis, tenía que ver mucho para Musalem con su propio argumento.

“El personaje principal de la película anda en pedo todo el tiempo, pero no sabes porque, pero las amigas no le ponen atención porque ellas también traen sus propios pedos.”

Al final del día se estrenó el pasado 17 de abril en la Muestra del CCC, en la Cineteca Nacional, esperando más escenarios para mostrarse, siendo el Teatro Alcalá y OaxacaCine uno de esos lugares a donde Musalem espera acceder muy pronto.

Sobre su cine intimista, donde los personajes hablan, miran y sienten todo aquello que está a medio camino, “el cine no es tanto un espejo, si una forma de verte, pero de verte de otra manera y resolver cosas que a veces no te das chance de resolver en tu propia vida.”

Sobre su experiencia en el CCC, Mariana asegura que esta escuela la ayudó mucho, “me enseñó mucha disciplina y conocí a un equipo de trabajo con el que, en un escenario ideal, podré hacer películas toda la vida.”

“Personas con las que te ponen a trabajar día y noche, fines de semana. Haces con ellos una familia y son las personas con las que finalmente te terminarás desarrollando profesionalmente.”

“Cada año en CCC aceptan a un oaxaqueño, trato de saber qué es lo que están haciendo, tanto a los oaxaqueños que estudian y viven en el D.F., como lo que viven,trabajan y que se resistieron a descentralizarse y cuentan historias desde Oaxaca.”

Actualmente Musalem se encuentra desarrollando proyectos de largometraje de ficción y documental como productora y un guion como directora , Armas Blancas, una historia del descubrimiento del amor y el deseo en la tierna y peliaguda infancia.

Sobre los actuales recortes millonarios al Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) y a los Fondos de Producción del estado, a los que ahora hasta aquellos directores beneficiados durante años acusan de discrecionales, Musalem no se amilana.

“Son una lástima pero también sirven para que nosotros mismos como cineastas nos replanteemos como seguir haciendo las cosas. No parar solo porque los recursos del estado se reducen. No quitar el dedo del renglón.”