La apertura y Tatoo Bar

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Tatoo Bar, en la esquina de Crespo y Porfirio Díaz, busca ser el lugar para reunir a todas las corrientes musicales, a todos los gustos, a todas edades. Todo mediante un motivo que con el que todos se identifican, ya que los tengan o no formando parte de su piel, de su cuerpo, y esos son, los tatuajes.

“Los tatuajes son el recurso para expresar los grandes momentos de tu vida, para que perduren” observa Edgar Contreras Viloria, socio del lugar y expresa que la idea de fundar un bar cuyo leit motiv tuviera que ver con los tatuajes fue el observar al fenómeno del tatuaje como una forma de arte.

“Hay la idea que las personas se dejen fotografiar sus tatuajes y formar una pared del recuerdo” con tatuajes sexys, rudos, meditatibundos, existenciales, juguetones, celebratorios y un exponencial etcétera.

Con una decoración compuesta por diferentes grafitis hechos con aerografía y foto realismo, con arrostramientos florales y tonos dorados que pueden no gustar a todos, pero que proveen de una cierta elegancia, en la cual se rescatan texturas como el ladrillo y el adobe rescatados de la casa antigua que da forma al lugar, en Tatoo Bar lo mismo el público podrá ver su partido favorito que ese videoclip que nunca pudo olvidar.

No encasillarse, buscar el estilo que le guste a los clientes, sin afanes de seccionar públicos, ni personas, ni edades ni gustos y significarse como un bar multifacético en el que todas las voces suenen y confluyan son los preceptos bajo los cuales se rige la tirada comercial de Tatoo.

“En breve habrá música en vivo, habrá rock, DJ y música acústica, todo menos flamenco y m’suica de banda” menciona Contreras aceptando que hasta para eso de la asimilación hay límites.

Un pub ingles con mezcla de rock industrial, es lo que Contreras visualiza como referentes para este nuevo bar, mientras que Marcela Ortega quien tiene a su cargo todo lo respectivo a la cocteleria asegura que este es un mercado que aun no se ha explotado adecuadamente en Oaxaca y cuenta que Tatoo cuenta con cocteles preparados a base de mezcal, ácidos, amargos, dulces, con mezcales blancos o reposados.

“Manejamos el mezcal Por mis venas, con un destilado de mango, que nadie más ofrece en Oaxaca “complementa Edgar Contreras.

“Abrir un bar es complicado” asegura Ortega, “hay trabas en cuanto a permisos, licencias, con rentas muy elevadas”

Y señala que también es cierto que aun así hay muchos bares en Oaxaca, razón por la que resulta aun más complicado llegarle a un mercado diferente, ya que todos buscan lo mismo.