Centroamericanos denuncian amenazas y vejaciones de autoridad migratoria

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Un grupo de migrantes centroamericanos que en estos momentos se encuentran en México, acudió a la Cámara de Diputados, donde denunció que personal de la Subsecretaría de Población, Migración y Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), en particular la titular del organismo, Mercedes del Carmen Guillén Vicente, los ha amenazado para que no denuncien públicamente las vejaciones y trato discriminatorio que les han propinado miembros del Instituto Nacional de Migración (INM).

El joven nicaragüense Elvis Garay, señaló que al ser recibido en la oficina de la subsecretaria Guillén Vicente, ésta le dijo personalmente que se enfrentaría a un “monstruo” si intentaba actuar contra las autoridades que lo agredieron, violaron sexualmente y atropellaron sus derechos al ser enviado a la estación migratoria de Iztapalapa.

Acompañando a los migrantes, el padre Alejandro Solalinde, responsable del Albergue “Hermanos en el Camino”, reiteró la petición de que desaparezca el INM, al que se refirió como “un nido de corrupción”.

Añadió que las estaciones migratorias en el país, dependientes del Instituto Nacional de Migración, no son centros donde se brinde apoyo y soporte a quienes provenientes de otras naciones en busca de una oportunidad en México o bien, de llegar a los Estados Unidos.

Más bien, dijo, se han convertido en cárceles donde los migrantes tienen trato de delincuentes organizados.

En tanto, la diputada presidenta de la Comisión de Asuntos Migratorios de San Lázaro, Amalia García, recalcó que es necesario hacer valer las normas que protegen a los migrantes sin documentos, para evitar que la autoridad les de trato de delincuentes.

También alertó sobre el creciente número de niños migrantes no acompañados que buscan cruzar la frontera norte, al aseverar que del mes de octubre del 2013 y en lo que va del 2014, se han detectado más de 50 mil casos.

Sobre dicho fenómeno, el padre Solalinde Guerra advirtió que México vive una “crisis humanitaria”, pues el número de niños y mujeres migrantes se ha incrementado de manera preocupante.