La Basílica de La Soledad fue el escenario ideal para conjuntar el arte y la música, con la presentación del Coro de Madrigalistas del INBAL, dirigido por su director artístico, Carlos Aransay, con el cual culmina, de manera extraordinaria, el programa conmemorativo de los 491 años de que se elevará del rango de Villa de Antequera a ciudad, hoy Oaxaca de Juárez.
El concierto fue uno de los más esperados de la agenda cultural. La música coral resonó en el recinto religioso, creando una atmósfera única que transportó a las y los asistentes a un mundo de armonía y belleza.
La participación del tenor oaxaqueño Rodrigo Petate, como invitado especial, fue un momento más destacado de la presentación. Con su voz potente y emotiva, el artista hizo vibrar a los asistentes con el célebre vals “Dios nunca muere” del compositor Macedonio Alcalá.
El director, Carlos Aransay, agradeció a las y los ciudadanos que se dieron cita para disfrutar de este hermoso concierto, el cual comenzó con un villancico en náhuatl que hace referencia a la catedral de Oaxaca de Juárez.
Cabe destacar que el Coro de Madrigalistas de Bellas Artes, fundado en 1938 por Luis Sandi, ha sido un referente en la música coral en México y ha consolidado su posición como el coro de cámara más emblemático en la historia de la música coral de nuestro país. Su extenso repertorio, que abarca desde las primeras manifestaciones musicales en occidente, hasta las obras corales contemporáneas, ha dejado huella en el patrimonio cultural de nuestro país.
La presentación del Coro de Madrigalistas, concierto organizado en colaboración con la Coordinación Nacional de Música y Ópera del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), fue una muestra más del rico patrimonio cultural de Oaxaca y de la pasión de los artistas que trabajan por mantenerlo vivo. La música, el canto y la emoción se fundieron en un solo momento para crear una atmósfera única que quedará en la memoria de los asistentes por mucho tiempo.
