Comerciantes esperan que ventas revivan este Día de Muertos

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EFE

Después de un lúgubre 2020 marcado por la pandemia de COVID-19 y una caída de hasta el 70 por ciento en las ventas, los comerciantes mexicanos de flores, artesanías y alimentos esperan que sus ingresos revivan por las festividades del Día de Muertos. 

La mezcla de esperanza y zozobra es tangible en los comerciantes del Mercado de Jamaica, el sitio de venta de flores más conocido de la Ciudad de México, donde los pasillos lucen repletos de la flor de muertos, el cempasúchil, pero con pocos clientes. 

No sabemos cómo vaya a estar, pero la verdad está muy lento el negocio ahorita. Hemos estado tirando mucha producción por lo mismo, de que no hay ventas”, lamenta Mario Flores, uno de los vendedores, en entrevista con Efe. 

Ventas muertas

Además de más de 3,76 millones de casos y 285 mil muertes, la cuarta cifra más alta del mundo en números absolutos, la pandemia de COVID-19 causó una contracción histórica del 8.2 por ciento del producto interior bruto (PIB) de México en 2020. 

La pandemia obligó el año pasado al cierre de panteones en el Día de Muertos, por lo que las ventas relacionadas con esta celebración cayeron un 70 por ciento, según la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC). 

Ahorita por la pandemia bajó, no nomás esto, todo el comercio se fue para abajo. En otros años en este tiempo de ahorita sí había bastante venta, sí se empezaba a vender, pero ahorita desde que está la pandemia bajó”, cuenta Pedro Balderrama, uno de los más veteranos del Mercado de Jamaica. 

La esperanza de los vendedores es la mitigación de COVID-19 en México, cuyo Gobierno pronóstico que la pandemia tocará “su punto mínimo absoluto” la próxima semana, lo que coincidirá con los festejos del Día de Muertos. 

“Todos tenemos esperanza de que se venda porque, si no, ¿qué hacemos con la mercancía? Pero yo creo que sí porque la cosa ya está más tranquila”, expresa el señor Balderrama. 

¿La tradición fallece? 

El Día de Muertos mexicano, una fiesta indígena con influencia española para honrar a los difuntos el 1 y 2 de noviembre, ha acaparado las miradas del mundo en años recientes con películas como “Coco” (2017) o “James Bond: Spectre” (2015). 

Pero ahora la mezcla de COVID-19 y malestar económico ha enfermado la tradición, según opina Lorena Balderas, una joven que oferta en su puesto dulces, calaveras, papel picado, flores de muerto y adornos.

La verdad se ve que ya se está perdiendo (la tradición) porque ya mucha gente no compra. No sé si por lo mismo de que no hay dinero o ya se está perdiendo la tradición”, dice a Efe. 

Lorena reconoce que las ventas “han disminuido frente a los años anteriores” y le recuerda al público que de ellas dependen los comerciantes del Mercado de Jamaica y los artesanos que elaboran las decoraciones. 

En eso coincide Alexander Gutiérrez, quien tiene un puesto familiar desde hace cinco años con decoraciones para el altar que los mexicanos ponen en honor a sus muertos, incluyendo papel picado hecho por artesanos de Puebla. 

A diferencia de Lorena, se muestra más optimista por la reducción de los contagios y el semáforo verde epidemiológico por bajo riesgo de covid-19 de la Ciudad de México, que ha eliminado casi todas las restricciones. 

“(Vamos) un poco mejor ya que estamos saliendo de esta situación de la pandemia que a todos nos afectó, en todos los sectores. Vamos saliendo de ello, va incrementando un poquito (la venta) y seguimos esperando que nos visiten”, manifiesta Alexander. 

Fantasmas de la economía

Aunque México ha superado tres olas de COVID-19, aún afronta los fantasmas de la economía, como una inflación general que acumula un 6 por ciento este año. 

Además, el consumo decreció un 1 por ciento trimestral de julio a septiembre, reportó esta semana BBVA México. 

Por ello, Mario Flores piensa que “ya la gente va tomando confianza y empieza a salir más, pero el problema es la economía de las personas”. 

Con esto de la pandemia muchos quedaron sin trabajo, no tienen dinero, quedaron endeudados, entonces hay ciertas prioridades. Aunque claro que a los difuntos nunca se les van a negar unas florecitas”, expresa.