Aún podemos evitar que 150 millones de niñas sean obligadas a casarse para 2030

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Huff Post

Ciudad de México. La Organización de las Naciones Unidas le llama “pandemia”, similar a la del VIH o la que podría aparecer con el cólera. Y basándose en las cifras oficiales es difícil negarlo: más de 650 millones de niñas y mujeres que viven en el mundo se casaron antes de cumplir los 18 años, y unos doce millones más lo harán en 2019.

La tendencia de crecimiento en el mundo del matrimonio infantil luce tan creciente que el Fondo de Población de la ONU ha advertido que, de 2019 hasta 2030, unas 150 millones de niñas terminarán casadas.

Esas bodas anticipadas y no pedidas, advierte la agencia internacional, atraen terribles consecuencias físicas y psicológicas. No solo truncan la escolaridad de las niñas y frustran sus planes a futuro, sino que su salud se pone en riesgo: la mayoría sufrirá violencia física, emocional y sexual dentro del hogar.

Además, el matrimonio infantil es muchas veces un precursor del embarazo adolescente también. Según la ONU, en los países en desarrollo, 9 de cada 10 partos de adolescentes se producen entre niñas que ya están casadas.

Estos partos plantean graves riesgos para la salud de las niñas cuyos cuerpos no están suficientemente desarrollados para la maternidad. A nivel mundial las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte en niñas adolescente.

El fenómeno no es exclusivo de las niñas: a nivel mundial, uno de cada 25 niños contraen matrimonio antes de cumplir los 18 años, lo que también corta su horizonte educativo y personal.

Para millones de familias, el matrimonio infantil es la única opción de una niña o niña, una creencia fundada en la pobreza, la inseguridad y la desigualdad de género.

“En mi ciudad natal se obliga a muchas niñas a contraer matrimonio. Los padres tienden a pensar que las niñas no tienen futuro si no se casan”, contó Hayat Outemma, de Marruecos, al Fondo de Población de la ONU. “Soy muy afortunada porque pude terminar la escuela. Ahora soy maestra y activista social, y trabajo para cambiar la mentalidad sobre la educación de las niñas y el matrimonio infantil”.

Según la ONU, el problema puede ser erradicado con relativa facilidad: basta con poner candados suficientes en las leyes locales para impedir las bodas y crear campañas para que las familias comprendan que, contrario de lo que creen, casar anticipadamente a hijas e hijos solo atraerá más pobreza y truncará sus posibilidades de mejorar su calidad de vida.

La ONU recordó que América Latina y el Caribe es la única región del planeta en la que los matrimonios infantiles no han disminuido en la última década.