Impunidad y corrupción limitan el acceso pleno a derechos humanos: investigadora

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Oaxaca de Juárez. La investigadora del Instituto Mexicano de Derechos y Democracia Olga Hernández Ávila advirtió que en México hay una grave crisis en derechos humanos, no sólo porque vemos todos los días en los periódicos casos de desaparición, tortura, y ejecuciones, sino porque el Estado ha claudicado en la tutela de la mayoría de los derechos económicos, sociales y culturales.

Entrevistada al final del taller “La Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos”, impartido a personal de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, Hernández Ávila explicó que el caldo de cultivo que ha dado origen a la crisis de derechos humanos que afronta México está en la falta de acceso pleno a los derechos provocada por la desigualdad, la discriminación, y especialmente por la impunidad y la corrupción, obstáculos para que las personas puedan ejercer sus derechos a plenitud.

En entrevista realizada el 26 de mayo último en las instalaciones de la Coordinación General de Fortalecimiento a la Cultura de los Derechos Humanos de la Defensoría, la investigadora expuso que la grave situación en materia de derechos humanos ha generado un ambiente de crispación respecto a la defensa y protección de estos derechos, pues se tiende a relacionar su defensa con la protección a delincuentes, lo que se puede entender como una forma en que se refleja el descontento social por la impunidad.

La integrante del Instituto Mexicano de Derechos y Democracia detalló que esta crispación provoca que las actuaciones de los organismos públicos de derechos humanos sean continuamente cuestionadas, pues en diversas ocasiones sus resoluciones no son cumplidas y esto genera impunidad, dando pie al descontento de la ciudadanía, que deriva en presiones o rechazo al trabajo que hacen dichos organismos.

La defensora de derechos humanos Hernández Ávila insistió en que un elemento sumamente importante a vencer es la impunidad, pues mientras no sea efectivo el acceso a la justicia en el país, ningún organismo de protección a los derechos humanos será eficaz.

Agregó que se debe combatir la corrupción en forma conjunta, pero es importante puntualizar que ésta no es un problema únicamente del Estado, sino de la nación; es decir, que la sociedad en conjunto tenemos que cambiar nuestra visión de que las posibles soluciones para la corrupción y la impunidad no sean únicamente punitivas, pues estas acciones terminan por romper el tejido social, y por ello, hay que explorar otras vías.

Hernández Ávila dijo que México tiene leyes que favorecen la protección a derechos humanos, pero necesita cambiar su sistema para la aplicación de esas leyes a fin de que sean plenamente aplicables en la práctica. Para esto, concluyó, se requiere capacitar y actualizar a servidores públicos, además de responsabilizar a quienes fallan en la aplicación de las leyes, y no simplemente limitarse a decir que son errores del sistema sin señalar al o los responsables.