Oaxaca de Juárez. La Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca investiga posibles violaciones a los derechos humanos de una niña de la comunidad de Santiago Quetzalapa, en la región de La Cañada, cometidas por la autoridad municipal al no haber dado seguimiento a la denuncia que interpusieron los padres, quienes acusaron que la niña fue víctima de abuso sexual.
El organismo defensor requirió a la autoridad municipal de Santiago Quetzalapa que rinda un informe sobre el conocimiento que tenga del caso y las acciones que tomó al respecto.
La Defensoría solicitó a la Fiscalía General del estado medidas cautelares para salvaguardar la integridad y derechos de la víctima, y que informe, además, si existe una averiguación previa por este caso y los avances de la indagatoria.
Asimismo, la Defensoría solicitó al Sistema estatal para el Desarrollo Integral de la Familia que realice las acciones necesarias para salvaguardar la integridad y los derechos de la niña.
El organismo defensor inició de oficio el expediente de queja DDHPO/CA/1151/(01) /OAX/2016 al tener conocimiento por medios de comunicación de que una niña de la comunidad había sido víctima de violación, el 12 de septiembre último, por parte de un adulto vecino de Santiago Quetzalapa.
De acuerdo con los medios informativos, en la fecha citada la niña narró a sus padres que cuando iba camino a su domicilio se encontró con el ciudadano C. J. C. cerca de un puente colgante, y que éste la violentó sexualmente en ese lugar.
Según los medios de información, los padres de la niña acudieron a las autoridades municipales para denunciar lo ocurrido, sin embargo no obtuvieron el apoyo del agente municipal, quien, debido a la insistencia de los progenitores, habría impuesto como “sanción” que el presunto violador entregara dos cartones de cerveza al padre de la niña agraviada.
Los medios de comunicación señalaron que los familiares de la víctima afirman que el acusado goza de total impunidad en Santiago Quetzalapa por no ser sancionado adecuadamente y continuar en libertad, mientras la niña sufre secuelas físicas y psicológicas por el ataque, y debido a esto fue necesario que recibiera atención médica en el hospital de Cuicatlán.
