DETRÁS DE LA NOTICIA: Oaxaca, colombianización y guerrillero-venezolización

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Alfredo Martínez de Aguilar

Los extremos política y económicamente, se tocan. No importan tanto las ideologías como el poder y el dinero. Uno de los casos más conocidos son las coaliciones antinatura PAN-PRD.

Otro caso menos conocido, son las alianzas entre el narco y la guerrilla. Es una acción más perversa y devastadora protegida por los partidos políticos. Es un gran negocio ganar-ganar.

Ahí están en el PRI ex guerrilleros como José Luis Sierra Villareal, esposo de la ex líder nacional del PRI, Dulce María Sauri Riancho, y en el PRD Jesús Zambrano Grijalva.

Entre uno y otro partido político se ha movido el ex guerrillero comunista Ramón Sosa Montes. El ex guerrillero guerrerense Juan García Costilla, también milita en el Partido del Sol Azteca.

A los capos y sicarios del narcotráfico, así como a los comandantes y milicianos guerrilleros les une la violencia brutal. Ambos buscan sembrar el terror entre la población en general.

A unos y a otros les mueve tomar por asalto el poder. Están dispuestos a matar y morir. Viven solamente el hoy. Los guerrilleros son, además, fanáticos fundamentalistas marxista-leninistas.

El negocio del narco es obtener protección de los grupos guerrilleros, a través de su base social. Éstos obtienen a cambio armas y financiamiento de sus acciones terroristas con dinero fresco.

Éste es el fenómeno que no termina de entender la Federación al enfrentar a la CNTE. No es, de ninguna manera, un conflicto magisterial. Es sí una Guerra Popular Prolongada con la guerrilla.

Ejemplo de ello es Rogelio Ortega Martínez, ex dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), fundada por el guerrillero Genaro Vázquez, egresado de Ayotzinapa.

Ortega es camaleón. Un día es candidato de México Posible y otro perredista y eterno aspirante a rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG). Se ha presentado en tres elecciones.

Las fuerzas federales enfrentan a guerrilleros camuflados en la CNTE. Pertenecen al Ejército Popular Revolucionario (EPR) y al Ejército Revolucionario Popular Independiente (ERPI).

En el corredor de la narcoguerrilla, Michoacán, Guerrero, Oaxaca, Chiapas, Veracruz y el Estado de México, también operan las Fuerzas Armadas Revolucionarias-Liberación del Pueblo.

A las FAR-LP, se suma el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). A los ingenuos, escépticos, ignorantes o cómplices que lo dudan, ahí está el apoyo público del EPR a la CNTE.

La guerrilla dice que el gobierno alista la represión contra el magisterio por el boicot electoral en Oaxaca.  Convocó a la unidad popular. Justificó el uso de machetes, palos y capuchas como protección.

Los términos del comunicado del grupo subversivo es similar al que se difundió en Oaxaca  firmado por 11 organizaciones del Frente Unificado de Sindicatos Oaxaqueños y Nacionales (FUSIÓN).

En este nuevo comunicado el EPR, sostiene que el despliegue de fuerzas federales en el sur del país, se llevó a cabo donde “existe mayor inconformidad y protesta popular al régimen”.

El grupo guerrillero afirma que el Estado prepara la represión contra el movimiento magisterial, a partir del “linchamiento mediático y la criminalización de su lucha y legítimas demandas”.

El EPR respalda en el documento la lucha del magisterio y señala que la negativa al diálogo por parte del gobierno federal “constituye cerrazón política, expresión autoritaria y un ultimátum para reprimir, con tal amenaza se persigue desmovilizar y dividir al magisterio democrático”.

Desde los 80 son difusas las fronteras entre la guerrilla y las organizaciones legales de izquierda en Guerrero y Oaxaca. Las estructuras legales sirven de cobertura a la acción subversiva.

El surgimiento de la narcopolítica y la narcoeconomía trajo consigo la sombría realidad de la colombianización tan temida en México. Ahora, el panorama se agrava con la narcoguerrilla.

Y, lo peor, la guerrilla que manipula a la CNTE y a la CETEG lucha por la venezolización. Cuenta para ello con el apoyo de Manuel Andrés López Obrador (MALO) y de Morena.

El modelo autoritario de gobierno que impulsa el caudillaje del Mesías Tropical es similar al populismo del dictador venezolano Hugo Chávez Frías y su heredero Nicolás Maduro Moros.

Uno de los mayores problemas del gobierno de Enrique Peña Nieto para aplicar a plenitud la reforma educativa en todo el país es no conocer a la guerrilla CNTE-EPR. De ahí su fracaso.

Sigue escalando el conflicto generado por el rechazo a la reforma educativa por los guerrilleros infiltrados en el magisterio y que manipulan a la base trabajadora y al ‘lumpen proletario’.

El gobierno peñanietista olvida los reportes de inteligencia de los organismos civiles y militares sobre la probada participación activa de la guerrilla del EPR, ERPI, FAR-LP y EZLN.

Está en franca desventaja. Mientras los comandantes de los grupos guerrilleros son los mismos. Los tecnócratas, a partir de Miguel de la Madrid, desmantelaron los organismos de inteligencia.

Su terrible ingenuidad al no entender que enfrentan a un poderoso y peligroso enemigo a muerte, agravada por su mayúscula soberbia es, pues, su mayor error. ¿Acaso es complicidad?

Los altos funcionarios de Peña Nieto, no terminan de entender que se enfrentan a fanáticos fundamentalistas ideologizados en el marxismo-leninismo. Dispuestos a matar y morir.

Las Comisiones Políticas Ampliadas de las Secciones de la CNTE, en Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas y Veracruz y el Estado de México, son controladas por la guerrilla.

Las Comisiones Políticas Ampliadas tienen estructura de Politburó soviético y, en realidad, hacen las funciones de éste núcleo central, para imponer decisiones y acciones subversivas.

Esta es la realidad que no conocen y no entienden, los altos funcionarios de las áreas de seguridad interna del país en las secretarías de Gobernación y menos los de Educación Pública.

Unos y otros son incapaces de entender, por tanto, que el conflicto magisterial so pretexto del rechazo a la reforma educativa se trata, en realidad, de un asunto de seguridad nacional.

Estúpidamente los funcionarios de Enrique Peña Nieto, se han creído a pie juntillas el cuento chino de la muerte de las ideologías, a pesar que están más vivas y vigentes que nunca.

Así también son incapaces de entender el mensaje dialéctico con gran carga ideológica de los dirigentes visibles de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y del EPR.

Mucho cuidado debe tener la Policía Federal y la Gendarmería para no caer en las provocaciones terroristas de los guerrilleros magisteriales. Ahí está la quema de su equipo.

Les urgen muertos.  Contar con éstos, aunque sean ellos mismos quienes les ejecuten, permitirá enarbolar a dichos muertos como mártires de la lucha por la democracia de nuestro país.

alfredo_daguilar@hotmail.com

director@revista-mujeres.com

@efektoaguila