La comedia sucesoria: Primer acto

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Por: Adelaido Santos

Entre el destape dubitativo del empresario Gerardo Gutiérrez Candiani, la confesión del neoperredista José Antonio Estefan Garfias de su corazón priista, el destape oficializado de Benjamín Robles en la celebración de su cumpleaños, el auto-videazo de Ulises Ruiz, las patadas bajo y sobre la mesa del quinteto priista: Alejandro Murat, Héctor Pablo, Eviel Pérez, Samuel Gurrión y Mariana Benítez, transcurre el retorcido camino rumbo a la gubernatura de este pobre estado. La caballada es numerosa, pero famélica en términos de propuestas, contenidos y congruencia.

Lo que parece inminente es el retorno del PRI a la gubernatura de Oaxaca, eso suponiendo que algún día se fue, cosa que no es tan cierta. Lo que está en duda es por cuál partido retornará: ¿por el propio PRI, con Estefan Garfias –priista prominente—por las siglas del PRD, por su fiel servidor Gutiérrez Candiani apoyado por el PAN?

El primer síntoma de la descomposición de esta comedia es la filtración de una burda conversación entre el exgobernador Ulises Ruiz y Héctor Scherer. Lejos de su afán de mostrar que tiene el control de la sucesión oaxaqueña: se refiere a “mi amigo Pepe Toño (Estefan)” como el candidato seguro del PRD, asume como propio el que la Corte haya anulado la reforma constitucional oaxaqueña en lo que se refiere a la residencia y con ello saca del juego a Alejandro Murat por su el “autoatentado a la Constitución” y fortalece al “tiburón Eviel”, su supuesta propuesta; y hasta manda a que Benjamín Robles Montoya, se registre por MC, pues aunque se pretende sumar al Tiburón –según su dicho— “ahí no nos sirve”.

Patadas de ahogado parece dar URO con esa evidente “auto-grabación”. Casualmente, no aparece en su libreto Héctor Pablo Ramírez Puga, a quien también se señala como quien la filtra a los medios. Lo que es claro, es que el exgobernador está perdiendo posibilidades de retornar, pese a su adelantada campaña para lavar su imagen para la que alquiló a dos “prominentes” plumas: Cipriano Flores, acusado de desvío de recursos para la campaña de Eviel en 2010 y Raúl Ávila Ortiz, asesor de URO. Eviel, parece más una medida distractora pues tras dos derrotas sucesivas, aunque es el aspirante priista más conocido, lo es más por mala imagen, parece más charal que tiburón, para estar en la tónica ulisista.

Sin embargo, la trama aún no concluye. Nadie parece estar fuera de la jugada, pero tampoco hay una candidatura sólida. Tan es así que el destape del empresario Gutiérrez Candiani los puso a temblar ante la posibilidad de que éste pueda ser ungido por el PRI.

La temblorina no sólo afectó a los priistas. Pepe Toño, el neoperredista de corazón colorado, también siente pasos en la azotea. No sólo por el traspié cuando votara en la Comision a la que pertenece como diputado del “Partido Revolucionario Institucional”, y como “a confesión de partes, relevo de pruebas”, minó sus posibilidades de abanderar al PRD, también porque el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (la élite de los hombres de dinero en México) Gutiérrez, puede ser abanderado del PAN y en coalición con el PRD ser su candidato. Es la apuesta de don Diódoro y el actual grupo gobernante, los que mandan en el PAN… y en el PRD.

La crisis de los partidos es esa, que un micro empresario (Roberto Rock afirma que aunque dirige a la élite económica, no pasa de ser un empresario PYME) pueda ser candidato ¡de cualquier partido! La ideología, el proyecto, no cuentan. Sí los intereses facciosos. En una de esas logra una candidatura de Unidad, hasta con Morena. Cuestión de precios.

Por eso, quien crece como opción opositora es Benjamín “El Tigre” Robles. Pese a su desafortunado auto-apodo, sigue trabajando tenazmente por la candidatura. En su cumpleaños la ausencia notoria de la clase política, lejos de minarlo, fortaleció la idea de su ruptura con Gabino Cué y su camarilla; buena noticia ante los reiterados yerros y descrédito de estos.

Y, al contrario de lo que afirma Ulises Ruiz, el exgobernador mandó a dos de sus testaferros a la fiesta: Beatriz Hernández Casasnovas y Marco Cuevas. La “Titis” fiel a URO representaría los intereses del charal Eviel Pérez Magaña. Marco Cuevas es incondicional de Héctor Pablo. El mensaje implícito y explícito es claro, lo dijo Casasnovas en su discurso: “donde se pueda sumar y si las circunstancias no nos favorecen, ahí estaremos”.

Aunque el problema del senador Robles es la fauna que lo acompaña: las familias Serrano Toledo, Lopez-Nelio Romero, y se aparecieron por la fiesta Oscar Cruz y Saúl Vicente, edil de Juchitán, con su padrino de siempre Héctor Sánchez. Algunos panistas como Sergio Bello y Alejandra García Morlan. Una acomodaticia y oportunista Marlene Aldeco. Pero casi ningún perredista, sólo merodeaban algunos de media tabla.

La historia de traiciones, acomodos y oportunismos se definirá en breve en cada partido. Pobre Oaxaca, a merced de estas disputas políticas.