Integrantes de la delegación “Si a la Vida y a la madre tierra y no a la minería”, lamentaron que en México no existan políticas públicas que salvaguarden a las comunidades para evitar la minería; por lo que no descartan que experiencias vividas en sus países de origen se repitan ante las afectaciones que se generan con la extracción de recursos minerales.
Provenientes de países como Tailanda, Canadá y los Estados Unidos, los integrantes de esta delegación compartieron sus experiencias con pobladores de las comunidades de Capulalpam de Méndez, Magdalena Teitipac y San José del Progreso, las cuales han sufrido afectaciones a causa de la minería.
En este sentido fijaron un pronunciamiento en contra de las prácticas mineras en Oaxaca, donde detectaron diversas afectaciones derivadas de las prácticas destructivas que realizan las empresas mineras en las comunidades, las cuales afectan gravemente el ecosistema.
“Empresas como Fortuna Silver, Sundance Resourses, Plata Real Minerals, Tugkum Limited, Imperial Metals Corporation, Taseko Mines Limited, Barkerville Gold Mines, Consol Energy y A and G Coal Corporation, han contaminado el agua, desalojado y dividido a las comunidades para obtener beneficios a través de la minería no sólo México, sino en otros países”.
Por ello es que lamentaron que los gobiernos municipales, estatales y federales no cuenten con políticas públicas que salvaguarden a las comunidades para evitar la minería, contrario a ello promueven la ganancia antes que la seguridad, la salud y la libertad de los pueblos que supuestamente representan.
Señalaron que quienes radican en comunidades en las que se han instalado empresas mineras, no confían en sus autoridades al solapar prácticas sucias que se esconden en discursos de responsabilidad social y falsas promesas de desarrollo.
Añadieron que en el caso de Tailandia, derivado de la minería, se ha visto más contaminación, el agua se encuentra cargada de altos niveles de metales pesados, además de que hay más violencia entre los pueblos.
De la misma manera en Canadá las empresas mineras derramaron más de 26 mil litros de desechos en ríos y lagos, ahora no se pueden consumir peces ni beber el agua, dijeron, a la vez que no dejaron de señalar que las empresas mineras tienen en este momento instalaciones en otras partes del mundo afectando a muchos pueblos.
