Cercanía y distancia según Samantha Schweblin

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 “No sé si se puede no escribir sobre lo anormal, incluso en la literatura mas realista , un cuento empieza cuando algo extraño pasa”.

Samantha Schweblin sabe que las literatura exige la misma empatía para leer  que para escribir. Recuerda que le frustraba la distancia entre lo que ella quería decir, y lo que finalmente  llegaba a sus lectores. Cuestión con la que no se ha reconciliado del todo, pero de la cual se ha dado sus descansos.

La escritora argentina residente en Berlín, quien recuerda a su obra anterior, Distancia de Rescate  “como una novela que contento a muchos editores”, estuvo en la FILO 2015 presentando su libro Siete Casas Vacías. Su regreso al cuento.

“Cuando puedes dominar la palabra, sostenerla, manipularla y armar un mecanismo narrativo que te permite comunicar algo concreto en el otro, eso es éxito. Confió mas en el discurso de mis libros que en lo que yo pueda decir”.

La cuentista  mira difícil el discutir sobre los géneros literarios. Comenta que tiende a confiar en su material. “Si tengo una idea, escribo lo que esa idea exige”.

“Para mí es igual una historia larga que se configura en una novela, que historias cortas que  son cuentos conectados entre sí, a nivel clima o a nivel geográfico”

“En ese sentido me considero muy poco profesional, estoy al servicio del material que tengo”.

Schweblin dice que quizá en su obra haya mucha más obsesión que la que ella puede distinguir. Pero que a la hora de escribir esta obsesión es total

“Para mí es muy importante el entender paso a paso en qué lugar está  parado el lector”.

“Corrijo mucho, doy mucho a leer lo que escribo .me interesa mucho la lectura del otro , que tanto llegó a él”.

“Para escribir parto de cosas que veo y que me cuentan, que no están completadas. Por ejemplo la foto de una adolescente que esta tapándose la boca, asustada por lo que acaba de hacer, pero encantada por haberlo hecho”.

“A partir de ahí hay algo que ya no entiendo y que quiero entender. Y de alguna manera mi cabeza empieza a completar esa imagen, y de ahí salió Pájaros en la boca (su primer libro) sobre una chica que come pájaros “.

“Malentiendo situaciones y ese malentender también en un buen disparador. Camino mucho , observo

Samantha mira a un texto como el  recorrido sentimental del lector. “Entre más conciencia hace uno del recorrido hace, más interesante se vuelve”

La cuentista dice que Siete casas vacías va un poco en la misma línea del terror psicológico de Pájaros en la boca, con “mundos que tienen que ver con la búsqueda de lo extraño, lo anodino , donde uno no termina de entender bien hasta que punto hay locura o no”

“Pájaros en la boca está más enfocado en lo fantástico, aunque esto no esté concretado sino insinuado. Siete casas vacías tiene en cambio un registro mucho más realista, que incluso hoy en día tiene mucho más que ver conmigo”

Sobre su gusto por degustación de las dinámicas familiares entre padres e hijos, Schweblin asegura que no considera a la familia el germen del mal.

“Para nada. Simplemente es el primer lugar en el que todo sucede, y eso lo hace todo más bonito, o más terrible”.

“Hay una fatalidad en el acto de enseñar y educar de los padres, siempre cuando uno está tratando de formar al otro, también lo está deformando. Limitándolo, heredándole todos sus miedos y sus infiernos”.

“Eso me parece una tragedia, es un acto que se hace con mucho amor , y sin embargo siempre hay dolor , es inevitable”.

La entrevistada recuerda su estancia en Oaxaca, en  el Centro de las Artes de San Agustín, Etla, gracia a una beca residencia artística del FONCA.  

“Pase el día de muertos en la montaña, en Vista Hermosa, y casi me muero del miedo, de la diversión y del frío. En Oaxaca fue la primera vez que viví fuera de Buenos Aires

“Mi material de vida tarda en llegar a lo que escribo. Así que en  algún momento escribiré sobre mi experiencia oaxaqueña, pero falta un poquito todavía”.}

Hoy Samatha Schweblin vive de dar talleres literarios en Berlín, “ciudad amplia, donde todo es enorme, espacioso  y hay una actitud pluricultural”.  

“Pero más allá de ser Berlín, es lejos de casa”.

Para Schweblin, pareciera que el contacto, el amor , la querencia, o todo aquello que se le parezca, esta significado en la distancia