La estrategia de Peña Nieto en el paquete económico enviado al Congreso es recesivo y definitivamente alarmante. Continúan con el apretón a contribuyentes que pone al borde de la quiebra a muchas pequeñas empresas; reducen el gasto público pero no en términos de racionalidad administrativa sino cargando el peso de la crisis sobre las espaldas de los trabajadores que serán despedidos masivamente y finalmente, la conservación de los privilegios de la casta gobernante junto con los recursos que hacen posible ganar elecciones, la conservación del gasto social. ¡Problemón para la sociedad mexicana!