Rodrigo Plá y su monstruo furioso y gélido (Segunda parte)

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“A Laura y a mí nos gusta hablar del error, de qué pasa cuando la gente se equivoca. Desde La Demora nos empezaron a gustar los personajes que están un poco más hacia el centro. Que no son ni súper ricos, ni súper pobres, ni súper malos, ni súper buenos, lo cual los vuelve más ambiguos y más complejos”.

El cineasta Rodrigo Plá habla de la escritora Laura Santullo, guionista de sus cuatro películas  (La Zona, Desierto Adentro, La Demora, Un monstruo de mil cabezas), mujer de su vida y madre de sus dos hijos.

Cuenta, en la segunda parte de esta entrevista, que entre los dos proponen un cine sobre gente que se encuentra en situaciones en las que tienen que escoger un bando. Ya sea el suyo  o el de los demás.

“Nos gusta plantear situaciones donde los personajes entran en cuestionamiento de sus propias  posturas críticas o morales”.

Plá está por presentar en competencia en el Festival de Cine de Venecia ( donde ya  ganó en el 2007 el premio  Luigi de Laurentis a la mejor ópera prima por La Zona), Un monstruo de mil cabezas, la historia sobre una madre de familia que reacciona a punta de pistola cuando se mira atrapada por una aseguradora medica, que busca sepultarla a ella y su esposo moribundo, en un panteón de indiferencia.

“Hoy en día existen grandes corporaciones amorales donde esta tan particionadas las decisiones, que nadie siente responsabilidad moral sobre nada”.

“Pueden talar un bosque, pero si un representante de la corporación aprueba el barrer con una partecita nada mas, otro representante no se siente mal  con aprobar que se barra partecita  restante. Como lo particionan todo es como si nadie tuviera la responsabilidad”.

“Si una empresa está explotando el trabajo físico de unos niños en Malasia, y esto se hace público, la empresa solo tiene que cambiar de proveedor y se va a explotar a otros niños a Singapur”.

Un Monstruo fue filmada  completamente en el Distrito Federal,”en mexicano”. A lo que Plá cuenta, que su esposa “a veces empieza a escribir el guion y luego lo vuelve novela y luego lo vuelve guion”.

“Laura decidió instalar una historia sobre buscar justicia en una corporación dedicada a regular la  salud privada. Situación que hoy se vuelve de vida o muerte, donde la especulación sobre la salud de los demás se torna más dramática y terrible”.

Plá cuenta que, el propósito de él y su guionista Santullo (quien ya ha presentado la versión novelada de la historia)  fue el presentar un relato sumamente coral en cuanto a los puntos de vista, e irlos cambiando hasta el punto de saltar de uno al otro, de una manera orgánica y sin triples mortales.

“Jugando con la idea de que lo que somos y nos conforma también es la mirada de los otros.

El uruguayo mexicano afirma que, este Monstruo está compuesto por diferentes puntos de vista, que al final componen la historia de una madre y su hijo adolescente que se sumergen en un tobogán en el que al final lo que rifa es el sin sentido kafkiano-dantesco  de un mundo que no ofrece salidas.

“Es un mosaico que se va construyendo, donde vas viendo fragmentos y eventualmente va apareciendo la historia de la protagonista, vista a través de los sentimientos y prejuicios que los demás personajes experimentan hacia ella”.

Jana Raluy (actriz de teatro cuasi debutante en el cine) y Sebastián Aguirre (Güeros) son la pareja filial que buscan desesperadamente salvarle la vida a su esposo y padre frente a una burocracia cancerígena, a la que la vida de quien sea le tiene perfectamente sin cuidado.

Daniel Giménez Cacho, Hugo Albores, Emilio Echavarría, Harold Torres, Noé Hernández, y el cineasta Ángel Flores, entre otros intérpretes, bordan personajes que llevan sobre sus espaldas dos o tres secuencias que en el contexto de este rompecabezas lo pueden llegar a definir todo.

Plá cuenta que él y Santullo planean seguir probando nuevos escenarios y temáticos  que los mantenga despiertos y en activo.

Respecto a su relación de trabajo con su media naranja, Plá cuenta que Santullo, como novelista y autora original del material, está consciente de que el guion sufrirá modificaciones.

“Porque somos un montón de colaboradores y trabajamos en equipo. Ella participa en los ensayos, no todos los días por supuesto, porque también tenemos hijos y ella escribe sus novelas”.

El nativo de Montevideo se confiesa “muy obsesivo” y apunta que “en pareja lo comparto todo”.

Respecto a si el proceso de su trabajo como director se vuelve más sencillo cuando tu guionista es tu esposa, Plá comienza por el principio.

“Laura empezó a hacer guión conmigo, participó un poquito en El ojo en la nunca (cortometraje del 2001) Es muy buena escritora, tiene muchas ideas y es muy prolífica”.

Plá reitera que, lo de ella y Santullo en el cine confluye en temas que les importan  a ambos. Comenta que en algunas de sus películas (los tipos ricos y violento de La Zona, la familia fanática de Desierto Adentro) tienen mucho de explorar el aislamiento.

Se remite a su anterior cinta, La Demora  (2012, basado en un cuento original de Santullo) y recuerda que todo empezó por una nota periodística que Laura leyó y que daba cuenta de una mujer que había abandonado a su anciano padre en un parque público, como si de un perrito  faldero se tratara.

“Le gustó, me la contó y a mí también me gustó muchísimo. Comenzó como un proyecto para televisión que fue menospreciado  y que algunos productores se negaron a financiarlo con el argumento de que nadie quería ver historias de viejos”.

“A mi realmente la historia me encantaba, es uno de los escritos mas lindos de Laura, un cuento realmente fuerte y potente  y de mucha calidad”.

Plá decidió trasladar la historia  a Uruguay, donde el  aislamiento puede que sea más gélido.

“Montevideo tenía características que nos importaban, entre ellas el clima. En la película la hija abandona al padre en una plaza pública, lo cual se volvía mas dramático en un clima muy frio como el uruguayo donde la hipotermia es un hecho posible”

“Donde pasar a la intemperie una noche realmente puede ser peligroso para un anciano. Donde existen también asistentes sociales que trabajan localizando gente de la calle y llevándola a lugares cerrados donde pueden comer  y bañarse”.

“Hacerla en un lugar pequeño implicaba también que alguien te podía ver. A veces en la dinámica enloquecida de las grandes ciudades se pierde el asunto de ver al otro”.

Plá salta de regreso a su Monstruo mas reciente y observa como también un montón de gente mirándote puede incendiarte el camino. 

“En la historia hay una inmoralidad de la aseguradora para buscar clausulas para no financiar la operación del esposo de la protagonista, pero tampoco es lo más lógico sacar una pistola”.

“Esto solo se puede dar en un contexto donde hay una evidente ausencia del Estado. Con matanzas y desapariciones en las que nunca queda claro quien fue. Donde dices, si, fue el Estado, pero al final realmente ¿quien fue?”

Plá se pregunta, qué pasa con aquellos que nos quedamos en medio.

“A los que no nos pasan cosas tan graves, pero que tenemos un conflicto con nuestro vecino y que  tampoco encontramos las instancias para dirimir nada”.

“El Estado no existe, pues si no pueden con cosas como Ayotzinapa, mucho menos con las cosas más pequeñas”.

Plá asegura no saber si Un monstruo de mil cabezas, con el IMSS a dos pelos de ser privatizado, es pesimista o no  con el futuro de su país adoptivo.

“Creo que aquí lo interesante es seguir el periplo de esta mujer, tratando de encontrar un responsable en una corporación donde no hay cabezas y nadie  se hace responsable”.

¿Será que esa corporación se llama México?  Plá ni lo niega ni concede al mismo tiempo que se confiesa  como un cineasta que no es mucho de seguir a otros directores .

“En mi proceso de trabajo trato de ser lo menos especifico posible. Parte de mi obligación como director es formarme y llenarme de vida. Tener estímulos de todo tipo , y estar con los ojos bien abiertos”.

“Cuando dirijo trato de no acotar los aportes creativos de los demás, acudiendo a ejemplos visuales o basándome en ciertas películas. Hay unos cuantos cineastas y películas  que me encantan, pero trato de darle la vuelta a eso y volver a la cinta un verdadero trabajo de cooperación colectiva”.

Rodrigo afirma que el estilo visual se lo va dando la misma historia, ”cada proyecto va descubriendo su forma de hacerse, su narrativa, su estética”.

El entrevistado cuenta que el próximo proyecto Plá- Santullo  se titula El otro Tom, una historia que planean filmar de manera independiente en los Estados Unidos.

“Ya tenemos el guion y Laura ya está haciendo la novela.

“No me interesa Hollywood, ni entrar en las Majors. La independencia creativa es valorable, y se pone difícil cuando después de haber estado en ella, tienes que pasar a tener productores que te empiecen a exigir ciertas cosas”.

Plá puntualiza que no pretende un crossover, y que seguirá haciendo películas en México y Uruguay.

Finalmente el cineasta reconoce que, con los recortes presupuestales actuales de las reformas estratégicas, los años de bonanza de producción para el cine mexicano  se terminen.

“Aunque también deberían de revisarse los salarios de los políticos, es increíble que puedan ganar tanto y cuestionen la cultura cuando con su sueldo pueden vivir como un jeque árabe”.

Rodrigo Plá continua dando pelea.